San José, 23 Abr (Elpaís.cr) – Desde su llegada a la capital española, para jugar en el club que tiene su casa en el estadio Santiago Bernabéu, surgieron muchos cuestionamientos. Muchos por qué. Sin embargo, en el fútbol como en la vida misma hay revanchas y este miércoles el mexicano Javier Hernández gestó la suya.
Aunque en realidad, el jugador nunca gozó de tantas oportunidades, ni desperdició las escasas que tuvo como para tener que revertir alguna imagen negativa. Simplemente, estuvo relegado a un papel secundario. De eterno suplente. Por eso el llanto y emociones desbordadas del azteca tras concretar un gol muy valioso. Ese que le permitió al Real Madrid avanzar a semifinales de Liga de Campeones dejando en el camino al odiado vecino, Atlético de Madrid.
En una serie cerrada, que tenía como figura al gigante arquero esloveno Jan Oblak, el ’14’ madridista fue el único capaz de vulnerar al hasta ese momento inquebrantable golero rojiblanco y de paso, acabó con una hegemonía ‘Colchonera’ de sietes cotejos en esta campaña.
El vigente campeón sigue en carrera. Se metió por quinta ocasión consecutiva entre los cuatro mejores del torneo, cuestión que no sorprende porque al fin y al cabo, el Madrid es el máximo ganador de la ‘Orejona’ con 10, sin embargo, nadie se imaginaba quién sería el artífice de la clasificación.
Corría el 88′ del encuentro disputado en la ‘casa blanca’ y tras un exquisita pared que armaron James y Cristiano, el luso en el área decidió sacarse el egoísmo que llevan lo goleadores encima, y apeló al compañerismo para habilitar a un Hernández que, por el medio, empujó la pelota con un pase a la red para sentenciar a un diezmado Atlético.
Justamente, por las múltiples bajas de su escuadra fue que el mexicano recibió la oportunidad de parte del técnico, Carlo Ancelotti, quien antes de este duelo solo lo utilizó en un total de 798 minutos, repartidos en Liga, Copa del Rey y ‘Champions’.
Para Hernández fue su bautizo como goleador blanco en la competición europea, en la que no convertía desde el 2012 cuando jugaba para el Manchester United, equipo al que pertenece todavía, pero antes del inicio de la temporada fue descartado por el entrenador holandés, Louis Van Gaal.
Sin dudas momentos difíciles para el futbolista de la selección mexicana, que al momento de desahogarse después de anotar el 1-0 frente al Atlético movía su cabeza de un lado a otro, incrédulo por lo que recién hacía, e incluso en el banco el tico Keylor Navas le prestó su hombro para que descargara su bronca y alegría, por medio de las lágrimas.
A pesar de esto y de los elogios post-partido del entrenador italiano por su entrega en los entrenamientos y en el poco tiempo en cancha, el futuro del exChivas es todavía incierto, no obstante, quizá esta anotación le abra un puerta en el tramo final de la campaña ya sea, para pelear por quedarse vestido de ‘Merengue’ o, encontrar un club que finalmente reconozca su valía de cara al arco rival.