Supuse erróneamente que las copias habían terminado.
Dentro de los desaciertos del Partido Liberación Nacional (PLN) –desde luego, desaciertos para los ciudadanos, no para sus actores- en “cooperación” con el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), y los partidos de relleno de corte neoliberal que mutaron en el gobierno del “cambio” a “inclusivos”, al ritmo de la moda internacional del oxímoron “capitalismo inclusivo” (el mismo que tiene como negocio la pobreza que causaron y causan)- se encuentran las copias de copias en los “programas” de gobierno, en los “picadillos” de los “planes de desarrollo”, incluido el “plan nacional de inglés”, la re(de)forma de las “Normas reguladoras de la Promoción y Repitencia dentro del Sistema Educativo Público Costarricense”, y una interminable lista ocurrente, todos empacados en estudios no evaluados sobre un estado de la nación y, de paso, de la educación, que por venir de las universidades, ya ostentan –según ellos- la credibilidad “científica”, la “evidencia” incuestionable que señala el rumbo…
Los mediocres dirán que en un mundo globalizado –globalizado por otros- debemos nutrirnos de los “avances”, los “desarrollos”, las “experiencias” en otras latitudes… Tienen razón… pero de las que sirvan a los ciudadanos que los eligen.
El problema, además, es que todas esas “bondades” las presentan como “propias”, “nacionales”, con los romanticismos de “esperanza”, de convenientemente “mirar hacia adelante” – ¿como el burro y la zanahoria?- y otro sinfín de figuras literarias que “hipnotizan” a los oyentes. El “poder” del orador…
El 1 de mayo de 2015, al parecer, no fue la excepción.
Los discursos de los presidentes de los poderes ejecutivo y legislativo, al leerlos, traen a la memoria lo dicho, por ejemplo, en el “Discurso del Director Gerente del FMI, Rodrigo de Rato”, en la Convención de la Asociación de Bancos de México
Acapulco, México, en marzo de 2006; o bien, el de Michelle Bachellet en Enade, en octubre de 2013.
Ambos discursos, el de de Rato y Bachellet, ofrecidos hace 9 y 2 años respectivamente. (También sonó muy familiar en Costa Rica en abril de 2014, algo como esto: “Chile, ahora, por fin es el momento de hacer los cambios”, Michelle Bachellet, discurso de la victoria, avenida Alameda, 15 de diciembre de 2013).
Desde luego, los discursos de de Rato y Bachellet sucedieron en México y Chile… acá, “ubíquese en el contexto, cámbiense nomenclaturas al guión y… a escena”… Los comunes denominadores en esos discursos son, entre otros, “crecimiento económico” (¿para quién?), “empleo de calidad” (“calidad” no definida para el pueblo), “desigualdad, pobreza” (la que generaron y generan), “gobierno abierto, transparente” (en lo que conviene…).
Hablemos de “Un gobierno abierto, transparente, eficiente, en lucha frontal contra la corrupción” (sic)…
Entonces: ¿de dónde provienen esos discursos? ¿Cuándo van a contestar de manera “frontal”, “transparente”, “eficiente”, pero, además fundada, por ejemplo, sobre las políticas educativas eugenésicas que, consecuentemente, son discriminatorias y profundizan cada vez más la desigualdad, y agudizan la pobreza y el adoctrinamiento?
Esperemos respuestas de los originales, transparentes, eficientes, e incorruptibles…
(*) Gerardo Barboza es Educador
3 Comments
jorge madrigal huertas
Los EEUU están sufriendo algo que se llama des-industrialización, trasladando desde la década de los 60 sus fabricas al extranjero, inicialmente fueron hacia México y Canadá por la mano de obra más barata, luego a Japón, Taiwan y posteriormente a China. Tristemente para ellos, la mano de obra calificada de EEUU ahora se dedica trabajar en Walmart o similares, no más fíjense en Detroit y lo que queda de esa otrora gran ciudad de la industria pesada de los EEUU. El proceso de des-industrialización en los últimos treinta años ha provocado la pérdida de centenares de miles de empleos, el estancamiento de los salarios y la desaparición de un número muy grande de empresas tanto por la relocalización como por la competencia desde los países en desarrollo. Algunos sectores están reclamando al Gobierno que abandone su política de liberalización comercial y promoción del consumo, e imponga restricciones a las importaciones y aplique un programa de incentivos para detener la des-industrialización y recuperar así el papel de liderazgo en el desarrollo industrial que los Estados Unidos tuvieron en el pasado, cosa casi imposible si no cambian las políticas monetarias proteccionistas e irresponsables.
Pepe Vallecillos
Madrigal Huertas: Las empresas norteamericanas tienen en utilidades billones de dolares en el extranjero,que no han ingresado a la casa matriz por los altos impuestos a la renta..Por ello lo que se discute es un «holiday tax «,con el cual pretenden que las transnacionales paguen un impuesto de 5% (en vez de 30 % o mas )con el incentivo de que esos dineros se destinen a crear trabajos en EEUU.
jorge madrigal huertas
A Estados Unidos ya le cogió tarde para revertir la desindustrialización; la misma es una tendencia ahora inevitable del capitalismo conocido como “neoliberal”, de actuar siempre de acuerdo a su necesidad de crecimiento para seguir renovándose; en el momento en que no haya crecimiento, el capital y el mercado que les es consustancial, colapsan. Si la única máxima de ser del capitalismo es la de generar y amasar ganancia de manera ilimitada, pues tal y como demostró Marx, la tasa de ganancia media tiende a disminuir con el tiempo, principalmente porque en la composición del capital, se incrementa desproporcionadamente el capital constante (instrumentos de trabajo y materias primas), en relación al capital variable (fuerza de trabajo). El capital variable es la única parte de esa relación que genera más valor en proporción a su precio, o sea, es el trabajo no pagado que el salario no cubre, lo que genera más valor, la llamada plusvalía. Así, con procesos de trabajo cada vez más mecanizados y automatizados, se va prescindiendo de la fuerza de trabajo, la única generadora de plusvalía, por lo que, inevitablemente, va descendiendo la ganancia esperada.Por tales motivos es que las grandes corporaciones, en especial las más adelantados tecnológicamente, buscan por todos los medios revertir esa tendencia, la cual, por ser inherente al funcionamiento del capitalismo, tal sistema, es, inevitable. Es simple sobrevivencia, las empresas del mismo sector industrial no les queda más que competir por precio, y en este sálvese quien pueda, sobreviven las que puedan ofrecer un artículo atractivo, pero muy fundamentalmente, con el precio más atractivo, de tal manera que pueda ser adquirido masivamente por el segmento socio-económico al que se dirige. Entre más bajo sea el precio, más posibilidades de sobrevivencia tendrá la empresa, sin dejar de mencionar, para no caer en reduccionismos, que la tendencia actual no sólo es vender un producto, sino la diversificación de la oferta, pues la monoproducción está de antemano destinada a perecer; pero la innovación y la diversificación siguen siendo insuficiente para que una empresa de un país adelantado, como Estados Unidos, revierta la tendencia decreciente de la tasa de ganancia, así que la alternativa ha sido la de ir desmantelando su infraestructura productiva y llevarse una buena parte de los empleos a países con mediana infraestructura para que una parte de los procesos de fabricación o la totalidad, se realicen en esos países, países como México o China; por ejemplo. No sólo eso, sino que con tal de bajar aún más los precios se han llevado incluso los procesos de investigación y desarrollo con tal de abaratarlos; tal es el caso de INTEL, que ha visto recientemente en Costa Rica, por su estabilidad social, seguridad jurídica, calidad de servicios y capital humano calificado, un sitio adecuado para traer o aumentar procesos y subprocesos de investigación y desarrollo y así bajar los costos.