Washington, 25 jun (dpa) – El presidente Barack Obama se anotó este jueves una victoria frente a los republicanos al respaldar el Tribunal Supremo de Estados Unidos los subsidios de su reforma sanitaria, conocida como «Obamacare» y de la que se han beneficiado millones de estadounidenses.
Con seis votos a favor y tres en contra, los jueces del Tribunal Supremo decidieron mantener los subsidios que el gobierno federal otorga para que los estadounidenses que cumplen determinados requisitos puedan pagar un seguro médico privado. Esas ayudas son consideradas uno de los pilares básicos de la reforma sanitaria de Obama.
«La ley está aquí para quedarse», dijo un satisfecho Barack Obama en una declaración en los jardines de la Casa Blanca tras conocerse el fallo.
«Hoy es una victoria para los estadounidenses que trabajan duro en todo el país cuyas vidas continuarán estando más seguras en una economía cambiante gracias a esta ley», añadió el mandatorio.
Obama aplaudió la decisión del Tribunal Supremo de mantener los subsidios federales, pues «hacen más fácil para los estadounidenses permitirse un seguro médico sin importar donde vivan».
Si la Corte hubiera considerado que los subsidios no eran legales, unos 7,5 millones de estadounidenses con ingresos insuficientes hubieran perdido esos beneficios y no se hubieran podido permitir pagar un seguro médico.
El presidente explicó que en ese caso «los seguros médicos se hubieran vuelto una vez más inasequibles para muchos y las primas podría haber subido» para todos.
«Estados Unidos hubiera ido hacia atrás y esto no es lo que nosotros hacemos, no es lo que hace Estados Unidos», dijo Obama, que hoy se marcó una victoria en el segundo intento fallido de los republicanos de derogar La Ley del Cuidado la Salud Asequible (ACA, por sus siglas en inglés).
En 2012, el Tribunal Supremo consideró que el llamado mandato individual, la obligación de suscribir una póliza de seguro médico, era legal.
Obama explicó que gracias a esta ley, «más de 16 millones de estadounidenses que no tenían seguro médico, lo tienen ahora y uno de cada tres estadounidenses que no tenían seguro hace unos años está asegurado ahora».
Fuera del Tribunal Supremo, decenas de partidarios de la «Obamacare» gritaban: «ACA está aquí para quedarse», en referencia a la Ley La Ley del Cuidado la Salud Asequible, el nombre oficial de la reforma sanitaria de Obama.
Como era de esperar, los republicanos criticaron el fallo del Tribunal Supremo, el máximo órgano judicial en Estados Unidos.
El senador Marco Rubio, candidato a las primarias republicanas, consideró que los jueces del Tribunal Supremo «se equivocaron una vez más». Rubio, de origen cubano, añadió que a pesar de esta decisión, Obamacare es «una mala ley que está tendiendo un impacto negativo en nuestro país y en millones de estadounidenses».
«Cualquier candidato que no quiera hacer (de las elecciones presidenciales) de 2016 un referéndum sobre derogar Obamacare debe hacerse a un lado», dijo el senador y candidato a las primarias republicanas Ted Cruz, que calificó el fallo de «activismo judicial, lisa y llanamente».
Esta es la segunda victoria para Obama con esta ley. En 2012, el Tribunal Supremo consideró que el llamado mandato individual, la obligación de suscribir una póliza de seguro médico, era legal.
La reforma sanitaria de Obama, uno de los grandes legados de su presidencia, busca proporcionar el acceso a un seguro de enfermedad a los en torno a 40 millones de ciudadanos del país que antes de su promulgación carecían de esa cobertura.
A diferencia de otros países, en Estados Unidos no hay una sanidad pública gratuita para todos, sino que la mayoría de estadounidenses tiene un seguro privado, muchos de ellos a través de su empleo. La sanidad pública cubre a los mayores de 65 años (Medicare) y a los pobres (Medicaid).