Por Pablo Perantuono (dpa), Osaka (Japón), 15 dic (dpa) – Muchos de ellos lloraban de tristeza y rompían sus carnés de socio hace solo cuatro años, pero hoy inundan de alegría las calles de Osaka, adonde llegaron de a miles con la ilusión de ver a River Plate campeón del Mundial de clubes.
En las últimas horas, cerca de 10 mil hinchas del equipo argentino llegaron hasta la ciudad portuaria japonesa con el deseo de que River derrote mañana al Sanfrecce Hiroshima para luego enfrentar, en una hipotética final, al poderoso Barcelona de Lionel Messi.
Las calles de Osaka se vieron invadidas hoy por camisetas y camperas rojiblancas, banderas y cantos de aliento de los extasiados hinchas riverplatenses, quienes en junio de 2011 sufrieron la peor de las pesadillas posibles cuando vieron cómo su equipo descendía a la Segunda División, uno de los hitos más impactantes de la historia del fútbol argentino.
Aquel día miles de simpatizantes salieron a las calles a llorar, descargar su rabia y llenar de tristeza y piedrazos Buenos Aires, la antítesis perfecta de lo que se vive hoy en Osaka, ciudad atiborrada de simpatizantes entusiasmados con la idea de derrotar al Barça de Messi.
«Es impresionante, increíble lo de la gente. El hincha está ilusionado como nosotros, con ese espíritu tan pasional», dijo el entrenador Marcelo Gallardo en relación a la impresionante presencia de su gente. «Hay que disfrutarlo porque no pasa todos los días y darle el valor necesario para representar muy bien a la gente. Es muy emotivo lo que vamos vivir», completó, dejando en claro la enorme importancia que tiene tanto para el equipo como para su gente disputar el torneo.
Durante todo el día los habitantes de Osaka, la tercera ciudad en importancia de Japón, se vieron sorprendidos por la irrupción del público riverplatense, que anhela obtener un trofeo intercontinental que su equipo ya levantó en 1986 cuando derrotó en Japón a Steaua Bucarest, de Rumania.
Por espacio de unas dos horas, cuando ya había caído la noche en la ciudad, unos cuatro mil simpatizantes se aglomeraron con sus banderas sobre una de las calles principales, cerca del centro financiero, para cantar y alentar por el equipo argentino.
Hace solo cuatro años los mismos hinchas que hoy se ilusionan con la posibilidad de acceder a la cima del mundo futbolístico padecieron la mayor decepción de su historia, cuando River descendió a Segunda División, luego de caer derrotado ante Belgrano de Córdoba, en junio de 2011. El conjunto de Nuñez, que jamás había perdido la categoría, debió purgar un año en la Segunda, una mancha en su rica historia que le granjeó además las burlas del otro gigante de Argentina y eterno rival, Boca Juniors.
La llegada a la dirección técnica de Marcelo Gallardo en junio de 2014 le devolvió al equipo parte de su gloria de antaño, obteniendo de forma consecutiva la Copa Sudamericana (2014), la Recopa (2015) y la Copa Libertadores (2015).
Los fanáticos de River no llegaron solo desde Argentina, sino desde los más diversos rincones del planeta. «Vinimos desde Tel Aviv vía Moscú, somos unos 25 hinchas que formamos parte de la filial de River en Israel», contó a dpa Julio Viktor, un empleado bancario que vive en el norte de la capital israelí.
«En Tel Aviv nos juntamos a ver los partidos y a comer asados. Somos más de 80. Cuando el equipo ganó la Libertadores empezamos a ahorrar y acá estamos. Nos hicimos unos buzos (jerseys) blancos con la leyenda ‘desde Israel a Japón'», agregó. Si River se corona el domingo, todo hincha de River habrá completado otro viaje, el viaje interior que va de la tristeza al éxtasis.