San José, 3 Feb (Elpaís.cr) – El virus del zika se puede transmitir por vía sexual y por sangre contaminada, según lo confirmó la Dra. Eugenia Corrales, docente de la Facultad de Microbiología e investigadora del Centro de Investigación en Enfermedades Tropicales (CIET), de la Universidad de Costa Rica y especialista en virus humanos.
«Si tomamos en cuenta que el 80% de las infecciones de dengue y de zika pueden pasar asintomáticas, esto hay que considerarlo en casos de donaciones de sangre», advirtió Corrales.
Aclaró que a la sangre donada se les hacen análisis clínicos para detectar virus que generan la hepatitis B y C y el VIH, pero no para estas otras enfermedades virales, razón por la cual advierte que ante la presencia del zika en el país y de posibles casos autóctonos, es mejor ir pensando en esto y que se incluyan estos virus en el protocolo de análisis.
Lamentó que no existan pruebas rápidas para detectar ese nuevo virus, sino que se debe recurrir a técnicas moleculares, que encarecen y hacen más lento el diagnóstico, además de que solo es posible detectar el virus en sangre, si se toma la muestra de sangre en los primeros cinco o seis días de la enfermedad.
Según el médico Ólger Calderón, profesor e investigador de esa unidad académica e integrante de la Comisión institucional para prevención y control del dengue, los esfuerzos en el control deben ser una prioridad ciudadana, con diferentes acciones, entre ellas inspección y saneamiento de los espacios, educación a la población y participación comunitaria.
Además, advirtió que no es recomendable abusar de las fumigaciones con insecticidas con fines preventivos, porque puede generar resistencia en los mosquitos y con esto se añade un problema adicional en términos de control.
Para Corrales y Calderón hay que tomar en cuenta que se trata de un mosquito que pica de día, asimismo, que ante esta situación los gobiernos locales y sus divisiones de gestión ambiental tienen que asumir el compromiso de eliminar los problemas de recolección de basura y del suministro de agua que pueden incidir en la proliferación de criaderos.