En las últimas décadas en América Latina hemos visto un fenómeno proveniente de los EEUU que ha venido en aumento en algunos países y esto es el despliegue de una demagogia religiosa con cierto tinte de política social. La cual ha calado hondo en ciertos sectores de la población donde su discurso vacío y carente de contenido crítico, capta adeptos los cuales son manipulados por una especie de sermón religioso que los transforma en “peces gordos” para morder un anzuelo que en realidad solo atrae a los incautos.
Siendo así los objetivos principales de estos demagogos de la política y la religión que en realidad solo buscan incrementar sus cuentas bancarias con ofrendas y diezmos para sus corporaciones llamadas sutilmente casas de dios como se les denomina a estos “modestos” sitios de alabanza y oración en donde algunos hasta cuentan con su propio canal de televisión.
Pero de este hecho ni Costa Rica pudo salir exenta ya que buena parte de la ciudadanía una y otra vez se ha visto engañada por una serie de pastores como se hacen llamar, los cuales viven a costillas y no me refiero a las de Adán y Eva, para nutrir sus abultadas billeteras y así ampliar sus tan estimados ministerios de fe.
Quienes en su mayoría se han visto sumamente cuestionados en nuestro País gracias a la notoriedad que le dio uno de sus principales ex representantes en nuestro sistema político nacional, el cual luego de encabezar una serie de campañas en pro de los “valores de la familia” fue denunciado por acoso sexual por varias mujeres víctimas de esta revolucionaria manera de predicar… y que en la actualidad sigue fungiendo como Presidente del Comité Ejecutivo de su partido, a pesar de estar enjuiciado penalmente…
Y cuyo movimiento “político religioso” se ha caracterizado por ejercer una especie de terrorismo parlamentario, boicoteando el trámite legislativo de varias leyes en el plenario por parte de sus detractores que distorsionan lo que se conoce como debate legislativo, desestimando los intereses del pueblo en beneficio de su visión cerrada de lo que consideran son los designios de dios aquí en la tierra. Y los cuales no deben ser discutidos en una Asamblea Legislativa que está para resolver las necesidades inmediatas de la sociedad a la que representa y no para especular sobre cuestiones de fe y religión.
Donde la concepción que tenga cualquier persona de lo que podría llamarse dios o no en este mundo, si no va acorde con lo que predican estas organizaciones mercantiles está condenada al fuego del infierno dependiendo de cada caso en particular…
Y que en las pasadas elecciones municipales se hizo más que evidente en su discurso tratando de incrementar adeptos a las filas de una expresión religiosa que se manifiesta como El Opio del Pueblo, manera más que singular de hacer demagogia ya no solo parlamentaria sino también municipal, donde sus creyentes seguidores en todo caso de un discurso que en realidad lucra con la fe, hacen creer a la gente que están siendo guiados por la voluntad de dios, en un argumento que no solo es liberal en lo económico sino también conservador en lo social y totalmente manipulador hacia el concepto tradicional de familia y procreación.
Porque las funciones o roles que pueden desempeñar las mujeres en esta sociedad, están más que vinculadas a las de úteros en espera de espermatozoides que fecunden sus óvulos y las hagan despertar de “manera natural” a lo que se les asignó como su rol principal en este mundo que sería en todo caso la maternidad.!!!
Ya que estos partidos “político religiosos” son los principales opositores a cualquier procedimiento de Fertilización In Vitro que le de independencia a las mujeres de procrear y a las familias no tradicionales de concebir hijos a través de métodos poco convencionales.
En el marco de una fe que supuestamente considera a todos como hijos e hijas de dios pero solo para dar el diezmo en sus congregaciones ya que en muchos casos, varios de sus adeptos son orgullosos padres y madres de bebes probeta, concebidos bajo este sistema de Fertilización In Vitro. Donde el doble discurso no solo está monopolizado por la política tradicional sino también por esta “pseudo política religiosa” que no ve más allá de sus taras, negándole la posibilidad a otras personas de ampliar de manera no tradicional sus familias y ser padres.
Pero cuando se trata de las cuentas bancarias de sus respectivas congregaciones, hasta hacen uso de los nuevos avances tecnológicos instalando cajeros automáticos en las afueras de sus iglesias porque “IN GOOD WE TRUST…”
(*) Marisol Chévez Hidalgo es Licenciada en Filosofía, Universidad de Costa Rica
6 Comments
Jose A de Pavas
Como complemento a estas opiniones de Doña Marisol, recomiendo leer el libro de Harold Bloom titulado «La Religión Americana», Editorial Taurus.
Fernando
Su comentario es totalmente atinado. Desgraciadamente hay políticos-religiosos que quieren llevarnos a la época de las cavernas.
Leti
Y una parte del pueblo que no abre su mente y su vida a la evolución humana. Son, los que más sufren. Por mandato del mismo dios en el que creen ???
Rodolfo Arce Arce
Si traes el problema, trae también la solución. Lo que se hace acá, aca se paga . Y una solución facil, es buscar el bien del que sufre y no enfrascarse en dimes y diretes,es hacer lo que hay que hacer y punto para no atrasar,el planeta gira y no espera a nadie.
Francisco Quesada
«El opio del pueblo» en realidad desencaja en toda su disertación. Como filósofa ud sabrá el origen marxista de tan celebre acotación. Y a no ser de que ud sea socialista o comunista, lo cual acabaría con mi pretensión polemista, pues no discuto con socialistas. Asumiría entonces que hay una dejadez en la observación suya de lo que hacen los religiosos a nivel individual.
Cuando la religión ha estado ausente, la carga moral se le endilga al estado y este al no saber qué hacer introduce la represion a través de la policía. Las religiones han estado en la trama y urdimbre de la sociedad y han servido de socorro a las aflicciones de individuos. Les ha puesto una meta mayor que alcanzar, como seres, más allá de una pensión o una casa para morir en la vejez donde «TODO se acaba» según el materialismo dialéctico.
Que hay pastores que se enriquecen, grupillos religiosos dedicados a llenar las cuentas de su pastor!!!! Si todo eso. Curas pedofilos… Cristianos que se oponen a FIV?… Si todo eso!!! Pero pienso que al analizar cualquier grupo social o cultural se encontrará un porcentaje de personas cuya ética no es la deseada.
Las religiones son un eje en la sociedad, sin ellas las fantasías de Aldous Huxley se vuelven realidad.
Les tenemos que ética también? Si claro, mucha!! Pero no podrían ser jamás «el opio del Pueblo»
Jonathan
¿Para qué sirven los partidos políticos protestantes?
Martín Lutero dijo una vez que preferiría ser gobernado por un turco competente que por un cristiano incompetente. Hoy podríamos decir que para gobernar, mejor un ateo honesto que un protestante corrupto (los hay), mediocre o confundido (también los hay, y muchos). Ser “cristiano” y ser estadista y buen gobernante no siempre coinciden.
¿Qué significa ser “un diputado cristiano”? No basta con sólo ser miembro de una iglesia protestante, o hasta pastor. Un verdadero cristiano es un discípulo, un seguidor de Jesucristo hasta las últimas consecuencias. Ser realmente cristiano en el terreno político significa luchar a favor de la visión bíblica de justicia, igualdad, amor y vida digna para todos. Significa luchar contra el prejuicio, la corrupción y la violencia, en todas sus formas. ¿Habrá uno solo de nuestros políticos “evangélicos” que esté comprometido con ese proyecto cristiano? Por eso prefiero hablar de “partidos protestantes” en vez de cristianos o evangélicos. Por sus frutos los conoceréis, dijo Jesús, y no por su retórica o su afiliación eclesiástica. En su comportamiento político estos partidos están muy lejos de poder llamarse cristianos o evangélicos.
He conocido diferentes partidos protestantes de Centroamérica y ninguno ha tenido una teología bíblica y cristiana de la tarea política. Parecen ignorar el significado político de la teología de la creación, el mensaje bíblico del Año de Jubileo y la ética social de los profetas hebreos, de Juan el Bautista y de Jesús. Aun entre los que se llaman “pentecostales”, pocos se toman en serio el modelo pentecostal de vida comunitaria, donde tenían todas las cosas en común y “nadie decía ser suyo propio nada de lo que tenía”. El mensaje político de la Biblia es sumamente profundo y radical, pero en cuanto a estos partidos, no tiene nada que ver. Por eso, tampoco ofrecen ningún programa integral o alguna alternativa al oficialismo del momento, porque no son suficientemente cristianos, evangélicos y bíblicos. Su peor fracaso es su fracaso teológico.
Algo muy peculiar de estos partidos es que ignoran por completo la clásica doctrina evangélica de separación entre Iglesia y Estado. Su error es doble: malentienden la relación entre fe y política y malentienden también la relación entre la Iglesia y el Estado. En Costa Rica, esto nos ha llevado a la increíble anomalía de un partido protestante que defiende a capa y espada el estado confesional católico de la nación. Esas son contradicciones del tamaño de cualquier megaiglesia.
En realidad, la agenda de estos partidos es muy limitada. En primer lugar está defender los intereses de sus iglesias, por lo que tienden a ser muy sumisos a las autoridades nacionales en el poder. En segundo lugar están ciertos temas sexuales, sobre todo el aborto y la homosexualidad, manejados de una forma muy superficial y con un fanatismo que ayuda a consolidar su bloque electoral protestante. El primer objetivo es una especie de egoísmo colectivo que no justifica su presencia en el gobierno, y para el segundo objetivo hay otros que promueven vigorosamente esas causas sin necesidad de partidos y diputados protestantes.
En realidad estos no son partidos cristianos ni evangélicos, sino partidos sectaristas. Sus diputados son elegidos porque hay una población protestante suficientemente grande para votar monolíticamente por ellos. Pero si un cristiano o una cristiana tiene una visión para el país y quiere servir a la patria, debe lanzarse de candidato en uno de los partidos nacionales y competir electoralmente con los demás aspirantes. Con los diputados protestantes que hemos tenido, lo más seguro es que ni llegan a postularse, mucho menos serían elegidos. Y qué bueno sería que tuviéramos auténticos cristianos y cristianas, competentes y bien informados, presentes como levadura y semilla en los partidos clásicos del país.
Está claro que nuestros países necesitan urgentemente una voz profética y un aporte cristiano a la política. Pero no lo van a recibir de estos partidos sectarios pseudo-evangélicos. Estos partidos son un anti-testimonio.
Resumiendo, para responder a nuestra pregunta: ¿Para qué sirven los partidos políticos protestantes? La respuesta es fácil; sirven para elegir diputados protestantes. ¿Y para qué sirven esos diputados protestantes? ¡Qué pregunta más difícil!
Juan Stam
Costarricense, Doctor en teología por la Universidad de Basilea, Suiza. Por muchos años fue profesor del Seminario Bíblico Latinoamericano (hoy UBL), de la Universidad Nacional Autónoma de Costa Rica, y de otras instituciones teológicas en San José. Es autor de muchos artículos y varios libros, en especial, el comentario a Apocalipsis de la serie Comentario Bíblico Iberoamericano….http://www.lupaprotestante.com/blog/para-que-sirven-los-partidos-politicos-protestantes/