Brasilia, 14 jun (EFE).- La Corte Suprema de Brasil negó hoy la prisión preventiva del presidente del Senado, Renán Calheiros, del exmandatario José Sarney y del senador Romero Jucá, solicitada por la Fiscalía por sospechas vinculadas a las corruptelas en Petrobras.
Calheiros, Sarney y Jucá son influyentes dirigentes del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), del presidente interino de Brasil, Michel Temer, quien asumió el poder el pasado 12 de mayo tras la suspensión de sus funciones de la mandataria Dilma Rousseff, sometida a un juicio de destitución.
Según el magistrado Teori Zavascki, responsable en el Supremo de las investigaciones sobre el caso Petrobras, el pedido de detención preventiva no cabía, pues no se ha demostrado plenamente que hayan obstruido las investigaciones sobre la corrupción petrolera.
En la misma decisión, Zavascki negó también, por la misma causa, un pedido formulado por la Fiscalía para realizar allanamientos en los domicilios de Calheiros, Sarney y Jucá.
La solicitud del Ministerio Público se fundamentaba en unas grabaciones hechas por uno de los delatores de las corruptelas en Petrobras, en las que se escucha a los tres formular críticas a la forma en que se desarrollan las investigaciones.
Las grabaciones fueron hechas por Sergio Machado, un exsenador del PMDB que durante más de una década fue presidente de la empresa Transpetro, subsidiaria de Petrobras, y aceptó colaborar con la justicia a cambio de una reducción de pena por su implicación en el asunto.
A fines de mayo pasado, esas grabaciones provocaron la destitución del senador Jucá del cargo de ministro de Planificación para el que había sido nombrado por Temer.
En uno de esos audios, grabado en mayo pasado, Juca proponía que, en caso de que Temer asumiera el poder en lugar de Rousseff, sería necesario «delimitar» las investigaciones de la trama de corrupción en Petrobras, que salpican a medio centenar de políticos de una decena de partidos.
Según Rousseff, esas grabaciones comprueban su tesis de que ha sido víctima de un «golpe», supuestamente dirigido por los líderes del PMDB para «impedir» que las investigaciones sobre la corrupción petrolera lleguen a esa formación.
El propio Temer, sin embargo, ha rechazado esa hipótesis y ha garantizado que el esclarecimiento de todo lo ocurrido en Petrobras es uno de los principales objetivos de su gestión.
El proceso contra Rousseff, que se desarrolla en el Senado, debe concluir a mediados de agosto próximo, cuando será decidido si será despojada definitivamente de su mandato.
En ese caso, Temer completará el período que vence el 1 de enero de 2019, pero si Rousseff fuera absuelta, recuperaría el poder una vez que sea publicada la sentencia. EFE