México, 20 jun (EFE).- Los periodistas que se encuentran cubriendo la protesta de los maestros en el estado de Oaxaca, en el sur de México, han visto cómo la escalada de violencia produjo la muerte de un compañero en pleno ejercicio de su trabajo, mientras se generalizan las amenazas a su labor.
Este domingo, unos desconocidos asesinaron a tiros al reportero mexicano Elidio Ramos Zárate, del periódico regional El Sur, mientras cubría las protestas de maestros contra la reforma educativa en el municipio de Juchitán de Zaragoza, en la región del Istmo de Tehuantepec.
En esta localidad se produjeron graves disturbios y bloqueos por parte de los profesores de la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y grupos ajenos a los maestros.
De acuerdo con reporteros locales, ese mismo domingo Ramos Zárate, que cubría la fuente policial, recibió amenazas por publicar imágenes de saqueos a tiendas y centros comerciales.
Así se lo comunicó el propio Ramos a la dirección del medio para el que trabajaba minutos antes de recibir varios disparos, tal como informó hoy el escritor y periodista Héctor de Mauleón a Radio Fórmula.
Se le ordenó marcharse del lugar de los disturbios, pero antes de que pudiera tomar una decisión fue atacado a tiros por varios individuos.
«Una versión dice que dispararon unos encapuchados en moto, pero no se tiene todavía claro qué fue lo que sucedió. Lo que sí comentan es que los maestros de la CNTE están envueltos por grupos de choque muy radicales», señaló De Mauleón.
En el suceso falleció también Raúl Cano, hermano del director del periódico Hechos, también de Juchitán, y otra persona fue herida.
«Estamos protestando por estos actos de violencia. No existen garantías para el ejercicio periodístico», dijo a Efe el director de El Sur, Luciano Pacheco, tras el ataque.
«Exigimos al Gobierno del estado y al federal que tome cartas en el asunto, porque el descontento social está siendo aprovechado por grupos o bandas para cometer vandalismo», añadió.
Si bien la región del Istmo de Tehuantepec del estado de Oaxaca es la que mayores enfrentamientos ha registrado por los bloqueos carreteros de la CNTE, que se ha deslindado de estos saqueos, en el resto de este empobrecido estado los reporteros también reciben amenazas y hostilidad en las coberturas.
En Oaxaca, capital del estado homónimo, se han registrado en los últimos días varias agresiones a periodistas, tal y como constató Efe.
La animosidad hacia los reporteros proviene tanto de los maestros y los llamados grupos de choque y encapuchados como por parte de la Policía Federal.
En las protestas, la CNTE obliga a los reporteros a no tomar imágenes en las que puedan ser identificados, y a pesar de cumplir con estas reglas impuestas se han dado varias ocasiones en las que han quitado el equipo a los reporteros gráficos.
Aunado a ello, este domingo miembros de la Policía Federal quitaron su teléfono celular a un reportero que grabó cómo estos utilizaban armas de fuego en los graves altercados que dejaron al menos seis muertos en la localidad de Nochixtlán.
En México, desde 2009 hasta 2015 han perdido la vida 55 comunicadores, convirtiéndose en uno de los países más peligrosos para el ejercicio del periodismo, según el más reciente reporte de la ONG Artículo 19. EFE