Guatemala, 28 jun (EFE).- Desde 2000 hasta 2015 las agresiones a defensores de derechos humanos en Guatemala suman 4.485, lo que da una media de casi una diaria (0,81).
Así se desprende del informe «Mi esencia es la resistencia pacífica», presentado hoy en la capital centroamericana y elaborado por la Unidad de Protección a Defensores de Derechos Humanos (Udefegua) que analiza la situación de este colectivo.
En el escrito, de casi 200 páginas, se destaca que el Estado de Guatemala no ha estado «interesado» en delinear iniciativas para la protección de los activistas humanos, que experimentan una «involución» en sus medidas de protección y que tienen un riesgo que va en «aumento constante».
Durante los últimos quince años, periodo analizado por la ONG, Guatemala tuvo cuatro administraciones Gubernamentales (Alfonso Portillo, 2000-2004; Oscar Berger, 2004-2008; Álvaro Colom, 2008-2012, y Otto Pérez Molina, 2012-2015), y no se experimentaron «cambios decisivos» en ninguna de ellas.
Los datos evidencian una «tendencia de crecimiento sostenido» y una «concentración» de la mayoría de las agresiones durante la administración de Pérez Molina, un general retirado en prisión preventiva acusado de corrupción.
Los porcentajes pormenorizados indican que en el Gobierno de Portillo se produjo el 8 % de las agresiones, con Berger el 15 % , con Colom el 28 % y con Pérez Molina el 49 %, por lo que se deduce que los defensores de derechos humanos están en «un período crítico».
«Las cifras anteriores son, desde luego, incongruentes con la consolidación de la democracia, siendo en todo caso un indicativo de que este proceso político estaría experimentando una involución», resume el texto.
Los recursos represivos más usados son «el amedrentamiento, la criminalización y daños a la propiedad».
Como conclusión a este estudio, Udefegua señala que «no hay duda» en que hay «un aumento sostenido» del riesgo y de la seguridad de este colectivo, y urge políticas de protección. EFE