Buenos Aires, 2 sep (EFE).- La satisfacción con la democracia está «en declive» en América Latina, con caídas pronunciadas en Brasil, Chile, Uruguay y Venezuela, y algo más de la mitad de la población preferiría «más orden» aunque se recorten libertades, según el sondeo Latinobarómetro 2016, difundido en Buenos Aires.
Por cuarto año consecutivo, el apoyo a la democracia en Latinoamérica no solo no mejora sino que baja dos puntos porcentuales, hasta situarse en el 54% de media entre los 18 países que abarca el estudio.
Aunque se trata de una tendencia que afecta al mundo en general, en la región se deja notar con especial fuerza en Brasil, donde el apoyo a la democracia cayó 22 puntos tras un año marcado por el juicio político a la expresidenta Dilma Rousseff.
También registran descensos graves en Chile, con una bajada de 11 puntos, Uruguay, con ocho, y Venezuela, con siete, al igual que en Nicaragua (-7) o El Salvador (-5).
La insatisfacción repercute en un aumento de los «instintos autoritarios», según apuntó hoy Marta Lagos, directora de Latinobarómetro (corporación sin ánimo de lucro con sede en Chile), durante la presentación internacional del estudio en Buenos Aires.
«El 52 % (de los encuestados) quiere que la sociedad sea ordenada aunque se limiten las libertades», algo que, aunque hoy no tenga un reflejo político directo, indica que la democracia «no ha espantado el fantasma autoritario» en la región, en opinión de Lagos.
La desconfianza hacia los gobernantes y las instituciones de la democracia va más allá de los colores políticos y supera la idea de que la izquierda está en retirada en América Latina.
«Hay un cambio de actitud de la población» y en lo que «demandan» los ciudadanos a sus Gobiernos que «América Latina no ha sabido interpretar», indicó Lagos.
Si en la primera década de este siglo hubo avances que sacaron de la pobreza a 100 millones de personas, las aspiraciones de esta década llegan del costado de la seguridad y la estabilidad o del hastío de la corrupción.
«Tenemos una sociedad que se está abriendo y los gobiernos no están respondiendo, siguen respondiendo a los problemas clásicos» como educación y sanidad, pero «lo que era tolerable ayer es intolerable hoy», agregó la experta.
No obstante, aún hay un 20% de latinoamericanos que solo hacen una comida al día, siete de cada 10 en el caso de Venezuela.
Además, los ciudadanos tienen la percepción dominante de que se gobierna solo para unos pocos, lo que lleva a la gente a salir a la calle en países como Argentina, Venezuela o Brasil.
Para Lagos, la región no está exenta de vivir el fenómeno del «trumpismo», es decir, que al igual que ha ocurrido en Estados Unidos con el candidato presidencial republicano, Donald Trump, aparezca un actor de «fuera del sistema» que capture el descontento.
En algunos casos, la pérdida de la confianza registrada este año llega incluso al propio tejido social, que se resquebraja cuando los encuestados responden que tampoco tienen «confianza interpersonal», como en el caso de Brasil.
Esto, en opinión de la directora del Latinobarómetro, es aún «más grave» que cualquier crisis política.
El informe también señala una paradoja: pese al descontento con la situación de sus países, el nivel de «satisfacción» de los latinoamericanos con sus propias vidas es uno de los más altos del mundo.
«La gente tiene la capacidad de estar feliz a pesar de los desastres, está feliz en el momento en que América Latina está más en retroceso», detalló Lagos, pero ese es un «capital que nadie usa».
El estudio también muestra que la delincuencia y la violencia -con la intrafamiliar como el tipo más dañino- son percibidas como principales problemas en la mayoría de los países.
Junto a ellas, el otro gran foco de preocupación de los latinoamericanos son las dificultades económicas como el desempleo, la inflación o la pobreza.
La corrupción se coloca en primer lugar de la agenda en Bolivia y en segundo lugar en Brasil (por detrás de la salud), Chile y Perú.
El Latinobarómetro 2016 también muestra un cambio en la forma en la que los habitantes de la región se informan sobre política.
Mientras que la confianza en los medios tradicionales continúa en caída y disminuye, incluso, la que se deposita en familia y amigos para informarse, aumenta notablemente el uso de internet y redes sociales, con Facebook, Twitter y Youtube a la cabeza.
El estudio se realizó a través de unas 20 mil encuestas, realizadas cara a cara en 18 países entre mayo y junio de 2016. EFE
1 Comment
Pragma-Tico
La satisfacción con la democracia en declive en America Latina?
Y que pasó con USA? Acaso no vieron el enorme desencanto de los gringos con su sistema político-electoral también?
El problema es que la mediática manipuladora quiere hacernos creer que el descontento es con la democracia, pero la verdad es que, empezando con USA, y siguiendo con sus ramificaciones en América Latina y Europa, lo que tenemos es un círculo de mafias corporativas quienes ostentan el poder fáctico y compran a las maquinarias políticas para que les hagan el trabajo sucio que tanto necesitan. En USA tanto los partidos Republicano y Demócrata tienen una serie de procedimientos inmorales que les permite emborronar la voluntad del electorado para imponer la voluntad de sus correspondientes líderes, «influenciados», por supuesto, con el capital corporativo. De tal forma que la tal llamada democracia es el imperio de oligarquías mafiosas de naturaleza financiera, corporativa, militar y políticas. En Costa Rica le podemos poner nombre y apellido a esos círculos políticos y parásitos que son testaferros de las multinacionales. El trabajo de la mediática fraudulenta es hacernos creer que este engendro deformado y enfermizo es democracia. !Nada más lejos de la verdad! De tal forma que el hastío que se manifiesta en América Latina, USA y Europa, no es con la democracia sino con las mafias oligárquicas que han secuestrado la democracia de nuestros países.