Siempre llega el momento de hacer un alto en el camino de la vida, sobre todo cuando este camino ha sido largo, de más de 50 años en el arte de la docencia. Un camino que no ha sido fácil pero que ha estado matizado de infinidad de alegrías, de caminatas, de descubrimientos, de amor por el bosque, de hermandad con los árboles, de baños en las aguas cristalinas de los ríos, de respiros profundos en el Chirripó, de amor por las aves, por todas la criaturas que a cada paso alegraron su transitar por los bellos parajes de nuestro país.
Y es que hablar del maestro, amigo y hermano del alma Luis Jorge Poveda Álvarez más conocido como Pove, es satisfactorio, me nace hacerlo, pues he sido bendecido con su amistad desde hace más de 35 años. Fui su alumno y he disfrutado y disfruto con su amistad. Además he compartido con él muchas experiencias como miembros del Centro Científico Tropical.
El legado de Pove en la docencia ha sido extraordinario, primero lo hizo entre las risas de los niños en una escuela en Turrialba su tierra natal, luego con cientos de jóvenes en las aulas de la naciente Universidad Nacional en Heredia, que vio como llegaba a impartir su vasto y prodigioso conocimiento sobre los árboles de Costa Rica al abrir sus puertas en el año 1973. Sin duda su carisma, su facilidad en el arte de la

docencia fueron los ingredientes para su largo y destacado paso por esta casa de enseñanza. Adicionalmente ha publicado muchos artículos científicos y libros sobre nuestros árboles, así como el descubrimiento y publicación de varias especies nuevas para la ciencia. Algunas plantas hasta llevan su nombre como reconocimiento a su invaluable trabajo.
El doctor Leslie Holdridge famoso científico reconocido por la creación del Diagrama de Zonas de Vida para el Mundo, le buscó en la escuela de Biología de la Universidad de Costa Rica para que le ayudara en la tarea de estudiar nuestros árboles. Fue su mentor en la enseñanza de la dendrología, el arte de enseñar a identificar, a reconocer y por qué no también a amar a la variedad de árboles de nuestro país. Aquí nació la primer obra titulada “Arboles de Costa Rica” publicada en el año 1975.
Fuimos muchos los que como este servidor atendimos con alegría sus enseñanzas, sus clases magistrales, sus giras al campo, sus caminatas, sus chistes, sus poemas, esa contagiosa alegría de vivir en armonía con la madre natura. Hemos sido cientos desde el año 1973 hasta el año 2016 los que fuimos sus alumnos. Algunos, como este servidor, hasta sus pasos seguimos en ese arte maravilloso de enseñar sobre los árboles de Costa Rica. Sobre este maestro yo podría llenar páginas de páginas, me enseñó a conocer los árboles, pero también me enseñó a amarlos, a estudiarlos, a protegerlos.

A partir del mes de agosto de este año 2016 Pove se acogió a su jubilación, bien ganada por cierto, dejando tras de sí una camada numerosa de profesionales en la ingeniería forestal. Hoy se retira de las aulas, pero estamos seguros que sus enseñanzas continuarán; todavía tenemos mucho que aprender de él y él todavía mucho que enseñar. Continuará con sus proyectos de investigación y estamos seguros de que si lo necesitamos para identificar alguna planta siempre estará anuente, pues ese gusanillo nunca se pierde, nunca se olvida, nunca se jubila, nunca él lo olvidará, pues su don de gente y mente brillante perdurarán por muchos años más al servicio de aquellos que como él nunca dejaremos de amar, de estudiar y de admirar a nuestros hermanos los árboles.
(*) Ing. Quírico Jiménez M.
4 Comments
Rogelio Cedeño Castro.
Una afectuosa despedida al maestro Luis Poveda, verdadero maestro de maestros que se une a nuestra legión de académicos pensiones. Saludos cordiales.
Juan Sepúlveda
Don Luis fue mi maestro en la Escuela de Ciencias Geográficas de la UNA, después hicimos con él un programa en Radio América Latina dedicado a las plantas medicinales en donde compartía su sabiduría con una sencillez encantadora. Un ejemplo para las ciencias naturales.
Rafael ocampo
Quirico, excelente comentario, no va dejar su enseñanza, porque Luis es un enamorado de la Madre Natura.
Juan Carlos Cruz
Luis Poveda: tan sabio como humilde. Más allá del aula, cada conversación con él es una experiencia de aprendizaje.