Skopje, 12 dic (EFE).- La comisión electoral macedonia (SEC) confirmó hoy la ajustada victoria en las legislativas del domingo de la conservadora Organización Revolucionaria Interna de Macedonia-Partido Democrático para la Unidad Nacional Macedonia (VMRO-DPMNE), que obtuvo 51 de los 120 escaños del Parlamento.
La opositora Unión Socialdemócrata (SDSM) consiguió 49 diputados, según confirmó el presidente de la SEC, Aleksandar Chichakovski, en una rueda de prensa en la capital, Skopje.
Tras los dos primeros partidos se consolidó en tercer lugar el partido de la minoría albanesa DUI, que ya formó parte de la coalición gubernamental del líder conservador Nikola Gruevski, al obtener 10 parlamentarios, mientras que otra formación albanesa, la hasta ahora marginal BESA, consiguió 5 diputados.
Otras dos formaciones albanesas, la Alianza para los Albaneses, con 3 escaños, y el DPA, con 2, completarán la cámara.
A partir de ahora el presidente de la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM) tiene diez días para otorgar el mandato de formar Gobierno al candidato de la fuerza más votada.
El elegido, por su parte, cuenta con 20 días para conformar y proponer un gabinete al Parlamento que debe ser aceptado por mayoría simple, lo que significa que el Ejecutivo macedonio tomará posesión como muy tarde a finales de enero.
Los datos de la comisión se hicieron esperar durante todo el día, algo que la VMRO-DPMNE, que quiere revalidar Gobierno con Gruevski a la cabeza, había criticado al asegurar que los resultados eran claros, y señalaron directamente al presidente de la SEC, nombrado a propuesta del SDSM.
Mientras los socialdemócratas, que se llegaron a declarar ganadores la noche electoral aunque posteriormente llamaron a «esperar al recuento», aseguraban que «el resultado solamente confirma una cosa: que el régimen de Gruevski ha terminado».
En las últimas elecciones, en 2014, la SDSM no reconoció el resultado electoral, por lo que todas las miradas están puestas en si esta vez lo aceptarán.
A pesar de no lograr sobrepasar a los conservadores, la Unión Socialdemócrata ha conseguido su mejor resultado desde 2002; un hito que podría no ser suficiente para Zoran Zaev -que provocó la dimisión de Gruevski en enero pasado al destapar el escándalo de escuchas-, pues anunció que si perdía las elecciones se retiraría de la escena política.
Una de las claves de este buen resultado es que la SDSM consiguió atraer el voto de la minoría albanesa, entre la que consiguió unos 70.000 sufragios.
Un caso único en los 26 años desde la independencia de ARYM, un país en el que normalmente las dos etnias (albaneses y macedonios) votan por sus propios partidos diferenciados.
Este fuerte ascenso fue insuficiente, no obstante, para medrar a costa de Nikola Gruevski, que consiguió minimizar el desgaste tras 10 años de Gobierno, de dos elecciones fallidas en 2016 y del escándalo de las escuchas destapado por la oposición socialdemócrata, pues apenas ha perdido votos con respecto A anteriores comicios.
Los observadores internacionales desplazados a ARYM dieron el visto bueno al proceso electoral, aunque expresaron que son necesarias reformas para mejorarlo.
La misión, integrada entre otros por miembros de la OSCE, el Consejo de Europa y del Parlamento Europeo, aseguró en una declaración conjunta que los comicios «fueron competitivos y un paso esencial para resolver dos años de crisis política», aunque, matizó, «se celebraron en un clima de desconfianza pública en las instituciones y el sistema político».
«Al tiempo que los principales partidos políticos habían acordado una serie de cambios institucionales y legales» para hacer unos comicios equilibrados, aseveró, «algunos asuntos como los relacionados con los medios y el registro de votantes se tienen que afrontar de manera sostenible».
La misión de observadores aseguró que fueron informados de irregularidades como episodios de compra de votos y de presiones sobre funcionarios para influir en su sufragio. EFE