Europa, la cual tiene una estrecha relación histórica con Oriente Próximo, no participa en la liberación de las ciudades clave en Siria e Irak. El periodista lo ve como una muestra de que el continente ha perdido su otrora importancia. Según Lapouge, «los tres grandes»: Vladímir Putin, Xi Jinping, y Donald Trump, decidirán el futuro del mundo.
«El primero y el más obvio es el tamaño de sus reinos: en la geopolítica de hoy están dominando los mamuts. El segundo punto es que cada uno de ellos piensa y actúa en el marco del concepto de ‘nación'».
Pero las organizaciones supranacionales tienen un inconveniente, señala el periodista. «Durante ciertos años sus logros fueron fascinantes, hasta que la rutina se derrumbó sobre ellos con el peso de todos los papeles y archivos llevó a la Unión Europea al borde de la asfixia. La reacción fue rápida: el Reino Unido se acordó de que era la más grande nación del universo. Hungría, Italia e incluso Francia empiezan a afirmar que lo supranacional es algo bueno siempre que esté en el pasado».
«El Viejo Continente sigue creyendo en cosas pasadas de moda como el Estado de derecho, la democracia, el liberalismo, la solidaridad, la medicina social. Pero ni siquiera Trump, que asumirá el cargo del principal arquitecto del Estado de derecho, parece dar mucho crédito a estas ideas europeas».
«Durante los próximos meses y años las cartas pueden ser barajadas de cualquier manera. Pero algunos dilemas permanecerán: ¿internacionalismo o nacionalismo? ¿Estado de derecho o religión? ¿Cinismo o moralidad? ¿Guerra o diplomacia? Lo que es seguro es que vamos a entrar en una época de grandes cambios», concluye Lapouge. (Sputnik)