Río de Janeiro (Brasil), 12 dic (Sputnik).- Cientos de manifestantes protestaron este lunes frente a la Asamblea Legislativa del Estado de Río de Janeiro (Alerj) y muchos de ellos entregaron rosas blancas a la Policía Militar en señal de paz, después de los violentos incidentes que se produjeron la semana pasada.
Integrantes de la Policía Militar, bomberos, maestros y todo tipo de funcionarios que trabajan para el Estado de Río de Janeiro marcharon por el centro de la ciudad para protestar contra el paquete de ajuste que la Alerj está votando en los últimos días como remedio a la profunda crisis financiera que afecta al Estado.
«Nuestro edificio amaneció rodeado de policía. Deben de tener mucho miedo de los funcionarios públicos, ahora somos «peligrosos» porque no aceptamos un gobierno corrupto», decía el Sindicato de Justicia, cuyo edificio está muy cerca de la Alerj, en un comunicado.
Los manifestantes protestan contra el gobierno de Luiz Fernando Pezão (Partido del Movimiento Democrático de Brasil), que está aprobando recortes salariales y de condiciones de trabajo de los funcionarios para paliar la situación de bancarrota que vive el estado de Río.
La semana pasada se produjeron fuertes enfrentamientos entre manifestantes y los policías que forman el cordón de seguridad de la sede de la Alerj, hasta el punto de que varios agentes de la policía invadieron la vecina iglesia de San José para lanzar bombas de efecto moral contra los manifestantes.
El episodio desencadenó una fuerte polémica y este lunes el portavoz de la Policía Militar, Ivan Blaz, aseguró que los agentes de la Fuerza Nacional que actúan como refuerzo pasarán a estar posicionados detrás de las vallas de seguridad que rodean el edificio y sólo saldrán de allí «si son atacados».
Este lunes no se registraron incidentes de importancia, aunque la policía detuvo a un hombre que cargaba piedras y confiscó 25 bengalas y varias máscaras de gas. (Sputnik)