Bruselas, 19 dic (EFE).- Los aliados expresaron hoy a Moscú su «preocupación» por el «uso excesivo» de ejercicios rápidos, que consideran un factor que «desestabiliza y no mejora» el clima de seguridad, con ocasión de un nuevo Consejo OTAN-Rusia celebrado en Bruselas.
«Tuvimos una franca y sustancial discusión sobre asuntos de importancia para nuestra seguridad común», indicó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en un videocomunicado al término de la reunión de los embajadores de la Alianza y de Rusia.
El político noruego reconoció que «mantienen profundos desacuerdos» sobre la crisis separatista en el este de Ucrania, aunque destacó que, «en tiempos de tensión, el diálogo es más importante que nunca».
«Así que seguimos comprometidos con el diálogo. Y seguiremos manteniendo abiertos los canales de comunicación», declaró.
En la agenda de la reunión, además de la situación en Ucrania, las partes también abordaron la transparencia de sus actividades militares y la posibilidad de reducir riesgos.
Los aliados expresaron «preocupación particular sobre el uso excesivo de ejercicios rápidos» por parte de Moscú.
«Están desestabilizando y no mejoran el clima general de nuestras relaciones», indicó Stoltenberg, quien agregó en ese contexto que «muchos alrededor de la mesa pidieron que los miembros del Consejo OTAN-Rusia contribuyan» a actualizar el documento de Viena de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) sobre ejercicios y actividades militares.
Por lo que se refiere a Ucrania, los aliados reiteraron su «fuerte apoyo a la soberanía e integridad territorial de Ucrania» y recalcaron que «no reconocen y ni reconocerán la anexión ilegal e ilegítima de Crimea» por parte de Rusia.
«La situación en el este de Ucrania sigue suscitando profunda preocupación», señaló Stoltenberg, quien recordó que las violaciones del alto el fuego en la zona «han alcanzado niveles de récord en los últimos meses».
Tampoco se han retirado las armas pesadas, como piden los acuerdos de paz de Minsk firmados por los separatistas y las autoridades ucranianas, mientras que los observadores de la OSCE «se han convertido en objetivos de forma reiterada».
Otro asunto que abordaron fue la situación en Afganistán y la amenaza del terrorismo en la región.
«Sigue siendo crucial apoyar a las fuerzas afganas para que proporcionen seguridad al país», afirmó Stoltenberg.
La última vez en que se reunió el Consejo OTAN-Rusia fue en julio pasado y en aquella ocasión se trató del segundo encuentro de esas características desde el del 20 de abril, cuando volvieron a sentarse a la mesa las dos partes tras casi dos años de fricciones a causa del conflicto ucraniano.
La Alianza suspendió su cooperación práctica con Moscú tras la anexión de Crimea, pero ha mantenido siempre abiertos los canales para el diálogo político. EFE