Washington, 5 ene (Sputnik). – La administración del presidente saliente de EEUU, Barack Obama, se enfrenta a un grave problema: los falsos rumores sobre los «hackers rusos», frustran los intentos de la Casa Blanca de justificar la incidencia rusa en las elecciones norteamericanas, opina la revista Politico.
«Las informaciones de los medios de prensa, primero infladas y luego desmentidas, referidas a los supuestos hackeos por parte del Kremlin del sistema eléctrico de EEUU a través de la central eléctrica de Vermont, han sembrado el miedo en todos los especialistas de seguridad informática, al temer una avalancha de falsas acusaciones contra Rusia a medida de que las compañías de EEUU responden a las solicitudes de la administración y busquen probables ataques cibernéticos rusos en sus sistemas», señala la revista.
Según Político, «todas estas historias, fácilmente desmentibles, pueden sembrar las dudas respecto a todas las acusaciones contra Rusia respecto a los ataques de hackers y resentir los argumentos de la administración».
En octubre altos funcionarios de la Inteligencia estadounidense atribuyeron a hackers rusos los ataques a instituciones políticas de EEUU durante la campaña electoral para favorecer al candidato republicano Donald Trump, una afirmación que no obstante rechazó el director del FBI, James Comey.
Las autoridades rusas rechazaron de plano estas acusaciones, que calificaron de infundadas.
El presidente Vladímir Putin dijo en particular que las filtraciones que se hicieron tras los hackeos no favorecen a Rusia, y que la histeria en torno a las mismas se azuzaba para desviar la atención de su contenido.
A su vez, Donald Trump, quien tomará posesión del cargo presidencial el 20 de enero, calificó de ridículas las denuncias de injerencia rusa a su favor y dio a entender que no es más que otra excusa de su antigua rival demócrata, Hillary Clinton.
El fundador de Wikileaks, Julian Assange, también desmintió que Rusia le hubiera entregado los documentos con los correos electrónicos filtrados de la cuenta de John Podesta, el presidente de la campaña electoral de la excandidata demócrata, Hillary Clinton.
Hasta la fecha, el Gobierno de EEUU no ha presentado ninguna prueba que confirme la implicación de Moscú en los ciberataques contra el proceso electoral estadounidense. (Sputnik)