Teherán, 8 ene (EFE).- El expresidente iraní Akbar Hashemí Rafsanyaní, que ocupó ese cargo entre 1989 y 1997, falleció hoy en Teherán a los 82 años a causa de un infarto.
Según informó la agencia oficial iraní IRNA, el clérigo y veterano político había ingresado hoy mismo en un hospital de Teherán tras sufrir un ataque al corazón.
Su funeral, de acuerdo con medios oficiales, está previsto para el próximo martes en Teherán.
Rafsanyaní también encabezó entre 2007 y 2011 la influyente Asamblea de Expertos, un órgano formado por clérigos chiíes entre cuyas atribuciones figura el control y, de ser necesario, la destitución y elección del líder supremo del país.
En la actualidad era uno de los principales valedores del movimiento reformista y dirigía el Consejo del Discernimiento, cuerpo que media entre los poderes del Estado.
Nacido en Rafsanyan (oeste de Irán) el 25 de agosto de 1934 en el seno de una familia humilde y religiosa, se trasladó en 1948 a la ciudad de Qom para cursar estudios científicos y teológicos.
Durante el Gobierno del sha desempeñó una intensa actividad política contra el régimen, por la que fue encarcelado y, posteriormente, tras el triunfo de la Revolución Islámica en 1979, fue nombrado miembro del Consejo de la Revolución.
En 1980 fue elegido presidente del Parlamento, cargo que desempeñó hasta 1989 y que alternó con el de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, puesto para el que fue nombrado en junio de 1988.
En los comicios de julio de 1989 resultó elegido presidente con el 94,5 % de los votos frente al 3,8 % conseguido por su único rival, Abas Sheibani.
Renovó el cargo en las elecciones de junio de 1993 y, durante sus dos mandatos, llevó a cabo un considerable trabajo de reconstrucción del país, especialmente en las zonas rurales y en la capital, afectadas por ocho años de guerra con Irak, y amplió las relaciones y la cooperación con distintos países, a excepción de Estados Unidos e Israel.
Biografía de Hashemí Rafsanyaní, un influyente clérigo que presidió Irán entre 1989 y 1997

(EFE).- Ali Akbar Hashemí Rafsanyaní, fallecido hoy a los 82 años a causa de un infarto, fue un influyente clérigo y político que presidió Irán entre 1989 y 1997 y la poderosa Asamblea de Expertos entre 2007 y 2011.
Rafsanyani fue uno de los principales ayudantes del ayatolá Ruholá Jomeiní, figura central de la Revolución Islámica, y actualmente encabezaba el Consejo del Discernimiento, órgano de consulta del líder supremo y que media entre los poderes del Estado.
Nacido en Rafsanyan (oeste del país) el 25 de agosto de 1934 en el seno de una familia religiosa, ayudó a su padre en las tareas agrícolas hasta que decidió trasladarse a la ciudad santa de Qom en 1948 para cursar estudios científicos y teológicos.
En 1956 participó en los cursos que impartía Jomeiní y, un año más tarde, fundó la escuela del chiísmo en Qom.
Durante el Gobierno del sha desempeñó una intensa actividad política contra el régimen, por la que fue encarcelado y que tuvo gran influencia en el desarrollo de la Revolución Islámica de 1979.
Tras el derrocamiento del sha, fue nombrado encargado del Ministerio del Interior y miembro del Consejo de la Revolución, órgano que dirigió políticamente el país hasta la celebración de las primeras elecciones parlamentarias, en 1980.
Entonces fue elegido diputado y presidente del Parlamento, cargo que desempeñó hasta 1989 y que alternó desde el año anterior con el de la comandancia de las Fuerzas Armadas, puesto en el que gestionó el fin de la guerra con Irak (1980-1988)
En los comicios del 28 de julio de 1989 resultó elegido presidente con el 94,5% de los votos frente al 3,8 conseguido por su único rival, Abbas Sheibani.
Renovó su mandato en las elecciones de junio de 1993, pero en esa ocasión Rafsanyaní, acosado por los problemas económicos de Irán, obtuvo un 31 % menos de votos que en los comicios anteriores.
Rafsanyaní permaneció en la Presidencia ocho años (dos mandatos consecutivos), tal como establece la Constitución de 1979, tiempo en el que llevó a cabo un considerable trabajo de reconstrucción del país, especialmente en las zonas rurales y en la capital, Teherán, afectadas por ocho años de guerra con Irak.
También amplió la relaciones y la cooperación con distintos países, a excepción de Estados Unidos e Israel.
Así, a modo de ejemplo, en 1991 se restablecieron los vínculos diplomáticos con Marruecos.
Además, durante su gestión se inauguró en 1996 la vía férrea Mashhad-Saraj-Tajan que une Irán con Turkmenistán, como primera etapa de un ambicioso proyecto para extenderla por China.
En 1997 se abrió también la primera línea de metro en Teherán, cuyas obras llevaban más de veinte años interrumpidas.
Rafsanyaní, al que se consideraba un moderado, aunque mantenía lazos con sectores conservadores, era autor de un libro sobre Mirza Tagi Khan, el hombre que más contribuyó en el siglo pasado a la modernización del Estado.
En febrero de 2000 consiguió un escaño en el Parlamento tras las elecciones legislativas en las que arrollaron los candidatos reformistas, si bien en mayo renunció ante las dudas surgidas sobre la limpieza de su designación.
Cinco años después, el Consejo de Guardianes aceptó su candidatura para los comicios presidenciales del 17 de mayo de 2005, que ganó el ultraconservador Mahmud Ahmadineyad.
El 4 de septiembre de 2007 fue elegido jefe de la todopoderosa Asamblea de Expertos, única institución que está presuntamente fuera del control del líder supremo de la República, el ayatolá Alí Jameneí, y que tiene capacidad para destituirlo o elegirlo.
Ejerció este cargo hasta su cese en marzo de 2011, por lo que perdió poder político, ya que supuso un triunfo para los conservadores.
El 11 de mayo de 2013 formalizó su candidatura para presentarse a los comicios presidenciales del 14 de junio, pero fue descalificado por el Consejo de Guardianes.
Tres años después, en febrero de 2016, su lista y la del actual presidente Hasán Rohani -apoyada por reformistas y moderados- resultó ganadora en las elecciones para la Asamblea de Expertos. EFE