Astaná, 23 ene (EFE).- La delegación del Gobierno de Damasco y la de la oposición siria se acusaron mutuamente de torpedear las negociaciones que se celebran desde hoy en Astaná, la capital kazaja.
«La delegación de la oposición no respeta las negociaciones y no actúa de acuerdo a los usos diplomáticos», dijo a los periodistas Bashar Al Yafari, embajador de Siria ante la ONU, en el hotel de la capital kazaja donde tiene lugar el encuentro.
El jefe de la delegación gubernamental señaló que la delegación opositora no respeta estas conversaciones y actúa en defensa del Frente al Nusra, excluido de todos los acuerdos.
«La delegación de la oposición no entiende la importancia de este evento. El Frente al Nusra no forma parte de ningún acuerdo anterior, y nos ha sorprendido la defensa que la delegación de la oposición ha hecho de esta ex filial de Al Qaeda», añadió.
Por su parte, Esam al Rais, miembro de la delegación de la oposición, declaró: «hasta el momento no hemos empezado las conversaciones con la delegación del régimen y vamos a negociar con la ONU, que es el mediador entre nosotros».
Dijo que su grupo no está en Astaná «para buscar una transición política», sino un alto el fuego.
«Sin un acuerdo de alto el fuego no va a haber negociaciones para buscar una transición política», insistió.
Por su parte, Osama Abu Zeid, portavoz del Ejército Libre Sirio (ELS), manifestó que «Rusia reconoce» que su grupo es «una oposición moderada y no terroristas».
El representante de Damasco, Al Yafari, manifestó que pese a las discrepancias «las reuniones de Astaná serán un evento importante de cara a buscar una solución política» al conflicto sirio.
Pero destacó que, para luchar contra el terrorismo en Siria, es necesario que se cierre la frontera con Turquía y acusó a este país de auspiciar a grupos terroristas en las conversaciones de Astaná.
También dijo que se no puede calificar de violación de los acuerdos de alto el fuego las operaciones de las fuerzas gubernamentales contra aquellos «que impiden el acceso de agua potable a 7 millones de personas», en alusión a la situación en Damasco.
E insistió en que «la delegación de los grupos terroristas» no respeta los acuerdos y «los entiende a su manera».
«No vamos a formar parte de ningún escenario que tenga como objetivo hacer fracasar la conferencia de Astaná», concluyó.
Las negociaciones entre el Gobierno y los rebeldes sirios en la capital kazaja, bajo el auspicio de Rusia, garante del equipo gubernamental, y Turquía, valedora de la oposición, comenzaron hoy de manera indirecta, según dijo a Efe el portavoz del ELS. EFE