Bogotá, 3 feb (EFE).- Mujeres tejedoras del norte de Colombia utilizan sus minuciosas artesanías para hacer pedagogía sobre el acuerdo de paz firmado por el Gobierno y la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a las comunidades más periféricas y olvidadas del departamento de Bolívar.
El colectivo «Mujeres Tejiendo Sueños y Sabores de Paz», está mostrando su innovadora iniciativa en la Cumbre de Premios Nobel de Paz que se celebra en Bogotá, con el apoyo de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz de Colombia.
La vocera de este programa, Juana Alicia Ruiz, explicó hoy a Efe que el objetivo del proyecto es construir memoria «cosiendo tela sobre tela».
«Vamos a las veredas (aldeas) a explicar el acuerdo de paz mientras tejemos con personas que han convivido con el conflicto armado en sus regiones. Queremos que la gente aporte a la paz con conocimiento de causa», afirmó Ruiz mientras exhibía orgullosa uno de los coloridos tapices elaborado en la región caribeña de los Montes de María.
Esa región de baja montaña, situada entre los departamentos de Bolívar y Sucre, se convirtió en un lugar de paso de los diferentes grupos armados ilegales que se disputaban la zona, primero guerrilleros y luego paramilitares.
Por eso fue escenario de algunas de las peores matanzas cometidas en Colombia en los años 90 y la primera década de este siglo, que ocasionaron también un alto número de desplazados.
La experimentada tejedora detalló que cada una de las obras de su colectivo implica la participación de cerca de 200 personas y muchas semanas de trabajo para construir con pequeños y vistosos trozos de tela escenas que evocan los retos del posconflicto.
El objetivo del proyecto es crear seis obras centradas en temas como la transformación agraria, la participación política, la dejación de las armas por parte de los insurgentes, la erradicación de los cultivos ilegales, las víctimas y la diversidad étnica.
«Coser es la excusa para que la gente conozca los acuerdos de forma pedagógica en zonas donde la gente a veces no sabe ni leer, o están muy desinformados», manifestó la artesana. EFE