Moscú, 14 abr (Sputnik). – El líder de Rusia, Vladímir Putin, dispone de la paciencia necesaria para esperar a que la administración del nuevo presidente, Donald Trump, aclare su visión de la política exterior del país, declaró este viernes el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
“Podemos afirmar que el presidente Putin tiene bastante paciencia y es suficientemente coherente en sus enfoques (…) para aguardar a que esa visión del mundo externo resulte más clara”, dijo el portavoz.
Al contestar a la pregunta sobre posibles cambios en las relaciones ruso-estadounidenses tras la visita del secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, a Moscú, Peskov señaló que “no se trata solo del secretario de Estado, sino de toda la administración” de la Casa Blanca.
Peskov destacó que todavía no está finalizado el proceso de formación del nuevo Gobierno de EEUU, a pesar de que el mismo ya comenzó hace 100 días.
“Por el momento no hay un sentido ni un entendimiento del enfoque internacional de la nueva administración”, precisó.
Este viernes el viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Riabkov, comentó que la reciente visita de Tillerson, no eliminó las fuertes discrepancias que Moscú y Washington mantienen acerca del supuesto ataque con armas químicas en Jan Sheijun.
Riabkov afirmó que la postura de Rusia se basa en una lógica “irrefutable” y que el tono “abiertamente furioso” de EEUU no hace sino confirmar la razón del oponente.
En la madrugada del 7 de abril, EEUU lanzó decenas de misiles de crucero Tomahawk desde dos buques de guerra emplazados en el Mediterráneo contra la base aérea de Shairat, en la provincia siria de Homs.
El ataque, que provocó de cuatro a diez muertos según diversas fuentes además de destruir un radar y seis aviones de combate, fue presentado como represalia al uso de un gas tóxico en la provincia de Idlib, del que Washington culpa a Damasco.
Según EEUU, los aviones sirios habían salido del aeródromo de Shairat para bombardear la localidad de Jan Sheijun donde el empleo de agentes químicos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) causó el 4 de abril más de 80 muertos y medio millar de intoxicados, entre ellos muchos niños.
Rusia sostiene que el ataque constituye una agresión contra un Estado soberano e insiste en una investigación imparcial de lo ocurrido en Jan Sheijun.
El Gobierno de Siria, que se unió a la Convención sobre las Armas Químicas en agosto de 2013, sostiene que no empleó sustancias tóxicas contra nadie –ni en Jan Sheijun ni en cualquier otra parte– y responsabilizó de los hechos a los terroristas. (Sputnik)