San José, 4 jun (ElPaís.cr).- El abogado Rodolfo Piza será, por segunda vez, candidato del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), tras ganar la convención interna al diputado alajuelense Rafael Ortiz.
Con 42% de las mesas escrutadas Piza obtuvo, según los primeros datos, 69% y Ortiz 24%, según el Tribunal Electoral Interno del PUSC. Posteriormente la entidad dio cuenta que la tendencia se confirmaba con el conteo de 48% de las mesas.
Además, ofreció un espacio en su tienda para los simpatizantes y militantes de los demás partidos políticos.
En el proceso electoral del 2016 Piza sustituyó a Hernández y enfrentó el proceso electoral que llevó a la Asamblea Legislativa a ocho diputados, lo que colocó a su partido como la cuarta fueza electoral antes del abandono de los seguidores de Calderón Fournier.
Entre sus promesas de campaña están disminuir el gasto público, rechazar el matrimonio igualitario entre parejas del mismo sexo,oposición al aborto y construir un metro en San José, entre otras.
Tanto Ortiz como Piza prometieron trabajar juntos para «levantar» al PUSC y se comprometieron a un reunión para los próximos días.
3 Comments
Fernando
Más de lo mismo. Piza se dice socialcristiano pero es más liberal que Otto Guevara. ADemás es tan poco carismático, es indigerible para la mayoría.
Su falta de claridad y compromiso, o acaso el miedo a que lo encasillen, hizo que contestara cantinflescamente sobre el Estado laico.
Muy ralito, sin ideas llamativas, con aires aristocráticos, y en un país y elección donde la gente está cada vez más harta de los políticos.
R. C. B.
Cuando este señor habla, causa sueño. Algo así como ver a los (las) presentadores (as) de Canal 7 y Repretel. Además, este tipo representa a la oligarquia más racalcitrante. ¡Un asco! No entiende uno como hay gente que lleva diputados de este partidito a la Asamblea Legislativa.
Juan Huezo Zúñiga
120 mil votantes, probablemente la mayoría de libertarios, fueron los que eligieron este otra ficha del sistema. Sigo insistiendo en la fiscalización independiente de las mesas electorales, donde bien cocinan, hasta sin olor, este otro platillo enemigo institucional.