Washington, 16 oct (Sputnik). – El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, dijo el lunes que desconocía los resultados de los comicios gubernamentales celebrados el domingo en Venezuela.
Aseguró que «se repiten las mismas variables de ilegalidad, incertidumbre y fraude» que en instancias anteriores.
«No se pueden reconocer los resultados de una elección en un país en el cual no existen garantías para el ejercicio efectivo de la Democracia», dijo Almagro en un comunicado publicado por el organismo.
El secretario general de la OEA señaló que hubiera querido felicitar a los ganadores y celebrar la realización de comicios, pero que, por el contrario, debe condenar la falta de garantías, propias de un Gobierno dictatorial.
«Hoy nos hubiera gustado saludar a los ganadores y celebrar la realización de una fiesta cívica. Sin embargo, tenemos que expresar el escepticismo, y denunciar la falta de garantías que son recurrentes en actos electorales que hacen las dictaduras», expresó.
Asimismo, destacó que no iba a pronunciarse sobre «las irregularidades del proceso», ya que «las mismas variables de ilegalidad, incertidumbre y fraude» ya han sido denunciadas por la OEA en ocasión del proceso de elección de la Asamblea Nacional Constituyente «o la anulación del referendo revocatorio».
«La Secretaría General de la OEA rechaza todos los actos ilegítimos convocados por gobiernos ilegítimos, y condena especialmente, una vez más, los abusos a los derechos civiles y políticos del pueblo venezolano por parte del régimen», añadió Almagro.
Además, expresó su rechazo a la participación en las elecciones del domingo de candidatos de la oposición, y aseguró que quienes acceden a tomar parte en una contienda electoral en estas circunstancias, deben asumir su cuota de responsabilidad en un posible fraude.
«Es muy claro que cualquier fuerza política que acepta ir a una elección sin garantías se transforma en instrumento esencial del eventual fraude, y demuestra que no tiene reflejos democráticos como para proteger los derechos de la gente, en ese caso, el voto», sostuvo Almagro.
En esta línea, llamó a la «dirigencia política opositora» a unirse a la gente «y a los pocos líderes» que entienden que «la ciudadanía de Venezuela quiere libertades y no está dispuesta a seguir las reglas de la dictadura».
Este, aseguró, es el camino para «generar una recomposición democrática en el país».
Más temprano el lunes, la OEA celebró la primera de dos sesiones para determinar si la situación de Venezuela amerita ser presentada ante la Corte Penal Internacional.
Un panel integrado entre otros por Santiago Cantón, ex secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y Manuel Ventura Robles, juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, recibió a asambleístas opositores, integrantes de la sociedad civil y familiares de víctimas de la represión de las fuerzas de seguridad del Gobierno, para escuchar sus testimonios.
La segunda sesión tendrá lugar este martes, al tiempo que el organismo no descarta la posibilidad de realizar nuevas sesiones públicas en noviembre de este año. (Sputnik)
1 Comment
Pragma-Tico
Como he dicho anteriormente, estos fascistas bufones del Imperio, se disfrazan de democráticos mientras los resultados sean los que les conviene. Una vez que el pueblo elige algo contrario a sus intereses, se les cae la máscara y sacan afuera lo que realmente son, enemigos de la democracia y la libertad. No les tiembla la mano para garrotear mujeres ni viejos por el simple hecho de querer votar, ni se inmutan al llevar violencia, muerte y hambre a sus mismos compatriotas con tal de volver a apoderarse de los recursos que les pertenece al pueblo. No pierden el sueño estrangulando la economía de los países con bloqueos comerciales, o matando enfermos al bloquear los medicamentos o quemando escuelas y hospitales. Para los fascistas de la derecha, lo único que importa son ellos mismos y nadie más. Para ellos todo, para los demás nada. La gente sensata debe apartarse de estos abominables personajes desequilibrados y adherirse a los movimientos políticos que buscan darle poder a los trabajadores, a los que producen, a los que inventan, a los que contribuyen a construir una mejor sociedad, a los que tratan de distribuir racionalmente la riqueza del país, en vez de acumularla en los bolsillos de unos pocos oligarcas.