Quito, 23 oct (Sputnik). – Representantes de los indígenas ecuatorianos presentaron este lunes ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) su preocupación por las actividades extractivistas que lleva adelante el país y que podrían poner en riesgo la vida y el bienestar de los pueblos en aislamiento voluntario: tagaeri y taromenane.
«Hay amenazas que enfrentan estos grupos, las presiones en los territorios continúan, como la construcción de las carreteras, oleoductos, pozos petroleros, madereras, senderos, casas y colonos que han vuelto más vulnerable el territorio», dijo la vocera de la nacionalidad waorani, Alicia Cahuiya, durante el 165 periodo de secciones de la CIDH en Montevideo.
En el encuentro, en el que también participaron delegados indígenas y de la sociedad civil de Colombia, Brasil, Bolivia, Perú y Paraguay, Cahuiya señaló que existe «una falta total de control de ingreso de personas a las zonas intangibles tagaeri y taromenane por la zona del sur en la frontera con Perú», mientras que «en la zona norte operan los petroleros».
La representante waorani recordó que en junio de este año se entregó un informe en el que se indicó la presencia de madereros ilegales en la zona intangible que están realizando tala ilegal y «cacería de muchos de los animales en la zona intangible para luego venderlos en Perú y así afectan a la supervivencia de los pueblos aislados», pues «a pesar de que el Estado firmó un convenio para solucionar la problemática, siguen existiendo esos accidentes ilegales».
«Luego de cuatro años de ataque y desplazamiento forzado para los tagaeri y taromenane, el Estado tiene planificado perforar más de 300 pozos petroleros en el territorio de los indígenas y hay evidencia de presencia petrolera dentro de los pueblos», agregó la líder indígena.
Asimismo, advirtió que les preocupa la presencia de trabajadores y de maquinarias en los bosques.
El pedido indígena es que el Estado ecuatoriano implemente las medidas necesarias para detener la tala ilegal dentro de la zona intangible tagaeri y taromenane y que se ejecuten políticas nacionales de protección para indígenas en aislamiento voluntario.
«Que el Estado garantice los derechos humanos y aquellos relacionados con mujeres y niñas taromenane, que se paralicen los planes de explotación en los bloques petroleros donde se ha confirmado su presencia», insistió Cahuiya.
La intención de los peticionarios es que la CIDH entregue recomendaciones a los Gobiernos de la región para mejorar las medidas de protección estatal para proteger la vida, cultura y los territorios del los últimos pueblos indígenas del mundo que permanecen aislados del resto de las sociedades nacionales.
Los representantes de la CIDH señalaron que darán seguimiento a estos temas y agradecieron a los peticionarios por presentar su testimonio.
Esta audiencia ocurre en momentos en que el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, alista una consulta popular para extender los límites de la zona intangible y reducir la explotación petrolera en una parte sensible de la Amazonía, cerca del Parque Nacional Yasuní. (Sputnik)