Washington, 2 feb (EFE).- El Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes de EE.UU. publicó hoy un polémico informe republicano que acusa a altos funcionarios del FBI y el Departamento de Justicia de negligencia en la investigación rusa y de ignorar el sesgo de una de sus fuentes contra el presidente Donald Trump.
Éstos son los puntos clave del documento de tres páginas y media, redactado por el equipo del presidente del comité, el republicano Devin Nunes, y que ha sido calificado de incompleto por el FBI:
– En octubre de 2016, el FBI y el Departamento de Justicia solicitaron permiso a un tribunal confidencial para espiar las comunicaciones electrónicas de Carter Page, que hasta septiembre de 2016 había asesorado en política exterior a la campaña electoral de Trump, por sospechar que había actuado como agente ruso.
– Esa solicitud se hizo, según el informe, con base en información proporcionada por Christopher Steele, un exespía británico que escribió un famoso dossier lleno de detalles sórdidos sobre Trump.
– Bajo la ley estadounidense de Vigilancia de Inteligencia Exterior (FISA), las solicitudes de vigilancia electrónica deben renovarse cada 90 días y en cada caso debe darse una justificación separada.
– Entre octubre de 2016 y una fecha no especificada en 2017, hubo cuatro solicitudes judiciales para vigilar a Page. Tres de ellas las aprobó el entonces director del FBI, James Comey, y una la firmó el que fuera director en funciones tras su despido en mayo de 2017, Andrew McCabe. Además, dieron su beneplácito tres dirigentes del Departamento de Justicia: Sally Yates, Dana Boente y Rod Rosenstein.
– Dos de esos funcionarios siguen en activo: Rosenstein, que es el «número dos» del Departamento de Justicia; y Dana Boente, que desde la semana pasada es el abogado general del FBI. Trump no descartó hoy que pueda despedir a Rosenstein a raíz del informe.
– El memorando alega que, en sus solicitudes al tribunal, el FBI y el Departamento de Justicia omitieron «información material y relevante» sobre su fuente.
– El famoso «dossier» elaborado por Steele fue «una parte esencial» en la solicitud de vigilancia a Page, según el memorando. Steele había recibido «más de 160 mil dólares del DNC (Comité Nacional Demócrata) y la campaña de (Hillary) Clinton» para «obtener información derogatoria sobre los lazos de Trump con Rusia».
– Sin embargo, ninguna de las solicitudes de vigilancia «divulgó o hizo referencia al papel del DNC (Comité Nacional Demócrata), la campaña de (Hillary) Clinton o ningún otro partido o campaña en la financiación de los esfuerzos de Steele».
– El FBI acabó rompiendo su relación con Steele por haber revelado que ejercía como fuente de esa agencia en una entrevista en octubre de 2016.
– Pero Steele mantuvo su contacto con un alto funcionario del Departamento de Justicia, Bruce Ohr, que era cercano a Rosenstein. Steele supuestamente confesó a Ohr en septiembre de 2016 que estaba «desesperado» por evitar que Trump ganara las elecciones.
– Esa prueba del «sesgo de Steele» no se reflejó «en ninguna de las solicitudes a la corte FISA». En cambio, esas solicitudes «ignoraron u ocultaron las motivaciones financieras e ideológicas de Steele en contra de Trump», según el documento. EFE