San José, 4 feb (Elpaís.cr).- Luis Diego García llegó a votar este domingo a la escuela Pilar Jiménez en Guadalupe y su familia tuvo que turnarse para votar mientras cuidaban a su perrito schnauzer, al que aprovecharon para llevar a pasear en medio de la fiesta electoral costarricense.
Al lado de García y el can, varios french poodle esperaban a que sus dueños terminaran de votar, de acuerdo a las disposiciones del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), que prohibieron la entrada de los pequeños de cuatro patas con sus dueños a las urnas.
«Los animales no están pudiendo entrar, pero sí hay un espacio aquí tranquilo, donde nos están dejando quedarnos con ellos y yo siento que no hay ningún inconveniente en ello», aseguró García, que aseguró que su familia tuvo que ingeniárselas para cuidar al perro y sortear las filas que a las 10 de la mañana les esperaban dentro de la escuela.
García comentó además que su familia madrugó para votar este domingo para sortear la fila que ya se veía venir rumbo a la tarde, y para llevar también a su sobrina a las elecciones infantiles de esta tarde.
El elector señaló que el ambiente ha estado «muy bonito y muy respetuoso, con bastante afluencia» de votantes aunque «imagino que la gente va a venir a votar ahora más tarde».
Señaló que él y su familia y avenían decididos por quién votar, a pesar del 38% de indecisos que un par de días atrás señalaban las encuestas.
«Esta fue una elección muy polarizada que nos dejó un poco de temor de enojarnos con amigos y familiares por temas políticos», finalizó.
Las urnas seguirán abiertas hasta las 6 de esta tarde.