De cal y arena
La cita está fechada. El escenario igualmente decidido. Sus protagonistas están escogidos también. Como en un tablero, las fichas tienen sus puntos de salida. Lo que no se sabe es la estrategia que van a desplegar los dos finalistas de la justa por la Presidencia de la República el 1 de abril, Fabricio Alvarado y Carlos Alvarado.
Será en el tramo final de la disputa, en marzo, cuando se reduzca sustancialmente el margen para las especulaciones. Sea que surjan alianzas, entendimientos o pactos (como se les llame), habrá campo para vaticinar resultados. En especial sobre la medición de los abstencionistas y los indecisos así como el impacto del tema del matrimonio gay y de la influencia religiosa en esta campaña, temas que hacen la gran nube para que vaguen las hipótesis. Es decir, todo aquello que fue atractivo en los días previos a las votaciones del 4 de febrero, que incidió en los resultados y que escapó al acierto en el análisis de los politólogos y encuestadores (también de quienes seguimos de cerca estos asuntos). Lo que llenó los espacios que debieron estar ocupados por el análisis de los grandes temas que afectan la economía y la sociedad costarricense.
La sorpresa fue anticipada por la encuesta del CIEP de la Universidad de Costa Rica realizada del 24 al 26 de enero en cuanto a los cinco mejor posicionados como finalistas. Anticipó que Fabricio Alvarado, Antonio Álvarez, Carlos Alvarado, Rodolfo Piza y Juan Diego Castro –en este orden- clasificarían para los primeros cinco lugares. No la pegó en cuanto que priorizó al candidato del PAC respecto al del PLN. Y se quedó corta en punto al volumen de los apoyos: el sondeo no asignó a ningún candidato más del 20%. Los números en las urnas no fueron tan generosos con Fabricio Alvarado (505.214) y con Carlos Alvarado (439.388) como los necesitaba el victorioso en obsequio a un holgado triunfo, ni tan próximos a lo que barruntaba la encuesta. Esto es, independientemente de la cantidad, ellos quedaron para la segunda ronda, nadie más. ¿Y cómo fue eso, qué explicación hay tras ese resultado que dejó en la lona a más de uno, qué factor incidió directa y fuertemente en la explosión de votos a favor de los Alvarado, no de Álvarez ni de Piza?.
Es aquí, precisamente, por donde anda la clave para identificar los acontecimientos mediante una especulación creíble de lo que puede suceder el 1 de abril.
Para diciembre en la encuesta del CIEP el candidato de Restauración Nacional acopiaba el 3% de los respaldos; ya para el 26 de enero tenía el 16,9%. Y en las urnas (faltando de escrutar 394 mesas) se depositó a su favor el 24,91% de los sufragios. En el caso del candidato de Acción Ciudadana se registró en diciembre un apoyo del 5%, que para el 26 de enero se elevó al 10,6%; y en las urnas contó con el 21,66% del respaldo del electorado.
Es decir, en cuestión de escasas semanas uno saltó del 3% al 24,91% y el otro del 5% al 21,66%. Curvas significativamente ascendentes que contrastan con los respaldos a Álvarez (del 14% en diciembre al 18,62% el 4 de febrero), a Piza (del 13% al 16,02%) y a Castro (del 18% al 9,52%). Los Alvarado les pasaron por encima. ¿Por qué?. ¿Qué factor fue determinante para este gran salto?
En el caso de Fabricio Alvarado cabe pensar en el impacto de la resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo, como la razón de mayor incidencia en el comportamiento del electorado que lo prefirió. El repudio que provocó esta opinión consultiva (y que fue maliciosamente explotada y sobredimensionada) fue grande, con independencia de confesiones religiosas y no religiosas, y Fabricio supo capitalizarlo desde la línea que se impuso de defensor de la institución de la familia, calzando muy bien como ariete para poner en marcha a los conglomerados religiosos que le son afines y que se caracterizan por responder a la dinámica del voluntariado a la hora de promover una fe. Una fe que –como ha quedado a la vista- muchos adeptos tienen como inserta en este candidato. Se contabilizan más de 3.700 conglomerados religiosos de distinto pelambre pero con un eje integrador muy común, afincados en particular en las zonas geográficas alejadas, en las costas y en los núcleos de pobreza. ¿Fue esto lo que se puso en marcha masivamente para influir con sentido determinante en la victoria de Fabricio? ¿Será este arsenal el que volverá a movilizarse el 1 de abril? Si la respuesta es afirmativa, me parece que a Carlos Alvarado le será muy difícil el reto.
El abstencionismo que anduvo por el 35%, no es un factor que parece afectar el comportamiento de los segmentos religiosos motivados por una identidad con la fe si es que se le llega a tener como elemento decisivo de los apoyos a Fabricio. Aún en el evento de que la población movida por la fe sea compartida a partes iguales, el impacto final –puede especularse por lo que está a ojos vista- más favorece a Fabricio.
¿Y las alianzas, pactos o entendimientos? Sí, es cierto que son posibles. Para unos y para otros. Pero el grado de obediencia o sumisión del elector respecto a las decisiones de las jerarquías de los partidos, está en veremos. En estos tiempos en que los partidos están sumidos en el descrédito (algunos quedaron calcinados este domingo) y en que los liderazgos políticos son memorias pretéritas, quién sabe qué grado de acatamiento tendría en el elector lo que los excandidatos acuerden ya sea con Fabricio, ya sea con Carlos.
Las encuestas del CIEP constataron la volatilidad de la conducta del electorado. Un número importante de indecisos cambiaba de filiación, había más de diez casillas para brincar de un lado a otro. Ahora solo hay dos candidatos, de modo que no hay mucho espacio para “el panzismo”. De ahí que las encuestas puedan encontrar una mayor proximidad con la auténtica posición del elector decidido. Lo que nos retorna, pienso yo, al punto central a descifrar: la dimensión y la voluntad del votante que hace el núcleo de los movimientos religiosos que irrumpieron en la arena política, tal vez “para quitar y para poner rey”.
De repente todas estas elaboraciones en torno al impacto cuantitativo en las urnas del factor “religión” están de más y la puja se va a resolver en un plano de relativa equidad. Eventualidad en la que a Carlos Alvarado le demandaría particular esfuerzo la tarea de convencer que su plataforma no es una copia al carbón de la de Luis Guillermo Solís, que mantiene clara distancia y los debidos diferendos sobre los vicios y las corruptelas de esta administración y que tanto son repudiados, así como que lleva el propósito de acometer (y no posponer) los grandes temas de la agenda nacional sin que le tiemble el pulso a la hora de convocar a lo mejor del pensamiento nacional para ello.
En todo caso, y como dicen en el deporte, mejor es que por lo pronto no se repartan nada.
(*) Álvaro Madrigal es Abogado y Periodista
9 Comments
Fernando
En todo caso el mejor es Carlos Alvarado. Déjense de payasadas y de que esto u lo otro, por más que inventen el señor Fabricio y su partido no están capacitados para gobernar. Si aún así el pueblo quiere darle el poder a ese grupo de inexpertos e improvisados es otra cosa.
Rogelio Arce Barrantes
No se trata de quien gobierne mejor: remember LGS hace 4 años, se trata de quien sea elegido por la mayoría.
Allen Perez
Don Alvaro Madrigal, reciba usted de mi parte un cordial y efusivo saludo. Aunque todavía no lo conozco en persona, de usted tengo la estampa que mi padre me heredó que a su persona siempre describió muy culta, muy sensible y muy inteligente. Además no olvido el generoso apoyo que emanó de su pluma al apoyarme en la quijotesca travesía de hacer valer el artículo 13 del Pacto de San José a propósito de aquella ilegal prohibición del filme La Última Tentación de Cristo. Hasta la fecha sigo mejor que firme en mis ideales democráticos y sociales. En relación a su magnífico artículo de seguido comento lo siguiente.
Creo que quienes apoyan a Carlos Alvarado tienen más clara la necesidad de enfocar la atención en él como persona y como líder político. Les conviene no ubicarse en el terreno donde Fabricio quiere estar: en el teológico y moralista. Los seguidores del PAC deben abstenerse de descalificar la religiosidad de Fabricio y de sus cientos de miles de seguidores porque en el fondo la presente elección no es sobre ello. La fe en todas sus vertientes no debe ser motivo de encendidas polémicas y no debe ser el tema central. Aunque es justo el señalamiento de que Restauración Nacional ha manipulado y sigue manipulando una legítima necesidad espiritual de las masas con un propósito electoral inconfesable, también es cierto que la prioridad es ganar las presentes elecciones y que para ello es determinante proponer, lo más que se pueda, los temas y el tono del debate en el terreno del PAC. Ciertamente Carlos Alvarado va a ser presionado a debatir sobre el matrimonio igualitario, el estado laico y otros temas controversiales, asunto que puede enfrentar muy bien sobre bases legales (CR se encuentra obligada a cumplir con instrumentos legales internacionales) y abriendo el portillo a la necesidad de instalar un diálogo nacional sobre el tema. Es este punto en particular, junto al caso del cemento, donde Carlos Alvarado debe practicar una y otra vez en cómo argumentar mejor y potenciar sus cualidades retóricas de orador. La razón y la justicia lo asisten.
Vicky Langley
Don Allen :Como va a defenderse Carlos de ser la continuidad del gobierno actual ? esa es la pregunta.
Este tema empezo con izar la bandera multicolor,desfile de ministros gays y lesbianas ,y ultimamente,luego de la opinion de la Corte, visita de la vicepresidente a un bar,que no es precisamente un salon familiar.Muy rapido quisieron llevar al pueblo a un pensamiento sumamente liberal,cuando no esta preparado para ello.
Los desaciertos del gobierno PAC eran multiples.La segunda ronda era entre Alvarez y Piza ,el regreso del bipartidismo.
Habia que distraer ,inflar al PAC,y este fue el resultado.
Crearon al pez que se los comio.A todos !
Allen Perez
Senora Vicky Langley:sin el cementazo que no fue obra del Presidente, probablemente don Luis Guillermo Solís Rivera habría pasado a ser uno de los más apreciados gobernantes en circunstancias tan adversas. Ha navegado el Presidente con grandes dificultades y pagando platos rotos ajenos. Los adversarios corruptos han sido implacables y hasta cierto punto se salieron con las suyas por infames. De fuentes fidedignas y confiables, sé que el presidente Solís es una persona comprometida en hacer obra y hacerla bien, además de ser él un hombre honesto, ha sido todo lo diligente que sus limitadas fuerzas humanas se lo han permitido. Ciertamente goza del respeto y la admiración de casi, sino de toda la gente, que ha trabajado con él.
Este perfil de decencia coincide con los recuerdos que de él tengo sea de colegio o de profesor universitario. En suma, no me arrepiento de haber votado por este caballero. Entre esta administración y la pasada hay todo un mar de diferencias, un parte aguas entre la luz y las tinieblas. Carlos puede sentirse orgulloso de haber sido su ministro.
Franklin Rojas H.
En un comentario anterior manifesté, que estas no fueron unas elecciones como las demás, sino «un referendum»; donde se manifiesta el repudio de los costarricenses al «Movimiento Gay». Si en esta recta final los medios de comunicación, van a seguir con el tema del «Movimiento Gay», desde ya les anticipo que el ganador será «Fabricio Alvarado», que desde mi punto de vista aunque no me simpatiza, el indicado en este momento es «Carlos Alvarado».
tatiana lobo
Lo preocupante no son los candidatos, que siempre los hay de todos los matices. EL problema está en un electorado que ha votado por miedo a la educación sexual y a los derechos humanos. Eso sí es grave.
Diego
Noto que la mayoría de comentaristas se olvidan que existe también un sector importante de la población con ideas más liberales y a quienes no les gusta la mezcla de religión y política.
Gente que viaja y conoce la realidad de otros países mucho más desarrollados, que tiene y acepta como tales, familiares o amigos queridos con gustos sexuales diferentes, etc.
También muchos católicos, que aunque han perdido en número siguen siendo mayoría, desconfían de pastores evangélicos.
Estoy seguro que conforme se avance en el proceso, las encuestas darán como favorito a Carlos Alvarado, que sin duda alguna es mejor candidato.
El principal problema es en la Asamblea Legislativa, pues estos pastores son incapaces para separar su fundamentalismo de la política, y están dispuestos a detener la aprobación de proyectos necesarios para atacar el déficit fiscal a cambio de un retroceso en materia de derechos. Ahí el PLN tiene dos camimos: o se entrega a estos señores , lo que a corto plazo puede ser placentero, pero significaría la muerte política del partido. O bien negocian con el PAC y así pueden recuperar mucho del apoyo perdido de la clase media.
Victorinox
Y si hay todo un montaje? Por qué salió la resolución de la Corte justo en esa fecha? Quién o quienes metieron las manos para que fuera así? Considero que tras bastidores se mueve algo raro. Por otra parte, siguen achacándole al PAC todos los males. Toda esta corruptela que se ha destapado no inició hace cuatro años. Todos sabemos cuales son los dos partidos políticos que han generado toda esta podredumbre a lo largo de 30 años. La situación actual de Costa Rica, no es fácil de abordar. Esto se viene tejiendo hace rato y no busquemos culpables ahora. Tenemos que afrontar las consecuencias con hidalguía.