Nueva York, 17 feb (EFE).- El chileno Juan Carlos Cruz, una de las personas que se querellaron de los abusos sexuales del sacerdote Fernando Karadima, dijo estar complacido con la reunión que sostuvo hoy en Nueva York con un representante de El Vaticano.
Cruz se reunió en una iglesia en Manhattan con el arzobispo de Malta, Charles Scicluna, enviado especial del papa Francisco para investigar las acusaciones de encubrimiento en contra del obispo de Osorno, Juan Barros, uno de los más cercanos a Karadima.
Cruz dijo a Efe que ambos lloraron «cuando yo le contaba cosas» que le ocurrieron en su infancia con el sacerdote Karadima, a quien conoció en Chile cuando era adolescente tras la muerte de su padre.
«Monseñor Scicluna, tremendamente empático, un hombre bueno que quiere hacer una investigación transparente e independiente, sin que nadie interfiera», indicó Cruz a Efe tras la reunión que se extendió por casi cuatro horas.
Aseguró además que aunque el tema central de la reunión era Barros, el arzobispo también le preguntó por cardenales y otros obispos.
Cruz ha asegurado que Barros estaba presente cuando Karadima, párroco de la iglesia de El Bosque en Chile abusaba de él, lo que el religioso ha rechazado reiteradamente.
En su visita a Chile el pasado enero, el papa Francisco defendió a Barros y consideró como «calumnias» las acusaciones, lo que Cruz y otras víctimas de Karadima rechazaron señalando que era dolorosa y ofensiva la acción del pontífice.
A finales de enero, el papa designó al arzobispo Scicluna para investigar las acusaciones de que Barros encubrió a Karadima, declarado en 2011 por el Vaticano culpable de abuso sexual contra al menos un menor y otros feligreses de una parroquia en Santiago en la que ejerció su ministerio.
Debido a su edad, 81 años, el Vaticano le ordenó retirarse a una vida de penitencia.
En noviembre del mismo año, la Justicia chilena determinó que el religioso cometió abusos contra Cruz y dos feligreses más de la parroquia El Bosque entre 1981 y 1995, cuando ellos eran menores de edad, aunque consideró que los delitos habían prescrito.
«El tema central de esta reunión fue Barros pero también me preguntaron por los cardenales y otros obispos. Lloró a veces conmigo cuando le contaba cosas», señaló además el chileno.
«Le dije que para mi es importante que otras víctimas que no han tenido acceso igual que nosotros (al Vaticano) merecen ser escuchadas. Hay muchas alrededor del mundo», afirmó.
Indicó además que le contó al enviado del Vaticano sobre su experiencia «y muchas cosas más» y que le entregó a Scicluna su testimonio.
Agregó que el arzobispo de Malta había leído sus libros «y muchas veces que yo mencionaba a alguien, lo anotaba y decía que lo iba a llamar».
Entre los libros de Cruz figura «Fin de la Inocencia» en el que cuenta cuando conoció a Karadima y la historia del abuso sexual y psicológico del que fue víctima durante años por el sacerdote y que su caso no era la excepción.
Cruz aseguró a Efe que fue «doloroso» recordar lo ocurrido pero está «contento, tranquilo» y espera «que llegue a buen término».
«Me sentí oído, algo que nunca había sentido» así como «aliviado» tras el encuentro con Scicluna, dijo.
Después de esa cita en Nueva York, el arzobispo de Malta viajará a Chile, donde permanecerá un par de días y se entrevistará con otras víctimas de Karadima que acusan a Barros de haber sido testigo de los abusos sexuales del sacerdote cuando este era párroco de la iglesia de El Bosque.EFE
2 Comments
Diego Espinosa G.
Ese Karadima tiene que estar preso y la iglesia cualquiera que sea, no puede suplantar al Ministerio público.
Markie
Con todo respeto para Usted señor Jorge Rocha, me parece que la información de las encuestas, sin dar luces sobre lo que los diferentes candidatos y partidos ofrecen y su pasado como políticos y sus acciones en el ejercicio del poder, poco abonan para que los católicos tengamos una orientación adecuada para decidir nuestro voto, sobre todo que vaya ligada a los principios irrenunciables que tenemos, como son: el derecho a la vida desde la concepción y la defensa de la familia. Y es probable que ante la falta de cultura política de muchos de los feligreses, se proceda como dice el dicho: «A donde va la gente, a donde va Vicente Engañados por las campañas y las encuestas. Se que Usted mucho tiene para orientar a los lectores.