En la actual campaña electoral, uno de los temas que ha generado más polémica ha girado en torno a la sexualidad de las y los adolescentes en el país. Los dos partidos que irán a segunda ronda tienen perspectivas muy distintas en relación al acceso a información y educación, por parte del MEP, sobre la sexualidad y afectividad de los estudiantes de secundaria; igualmente las opiniones de la ciudadanía están polarizadas. El Partido Acción Ciudadana defiende este derecho, mientras que el Partido Renovación Costarricense ha desplegado una serie de estrategias, cuyo propósito es eliminar las guías sobre sexualidad adolescente del programa formativo del MEP. Dichas acciones han ido desde manifestaciones, como el cierre de centros educativos por parte de grupos pentecostales, hasta el intento por ganar partidarios de las comunidades y conformar coaliciones con autoridades locales, que pertenecen a otras agrupaciones políticas.
El día miércoles 21 en la municipalidad de Naranjo, se llevó a cabo una reunión, a la que asistieron una “especialista” en temas de educación y guías sexuales, que se dedicó a atacar y despotricar contra el MEP, sin argumentos concretos y objetivos. Estuvo presente, también, el médico Herrera, presidente del Consejo, cuyo discurso adultocentrista y homofóbico, se mostró en contra de las guías y atacó a cualquiera que estuviera presente y tuviera una posición distinta. El alcalde, con escasos argumentos, manifestó que las guías “no lo representaban”. Posteriormente, intervino un representante del Partido Renovación Costarricense, que, como es su costumbre, se opuso a la implementación de las guías a punta de versículos bíblicos y el lema “a mis hijos los educo yo”. La señora Zelmira Navarro del PUSC, dijo ser educadora pensionada y cuyo criterio era que esas lecciones “deformaban” a las y los estudiantes. No obstante, una representante del MEP, con un discurso sustentado en argumentos acordes a la realidad, logró ubicar la necesidad y la importancia de las guías. Por último una representante del PLN se presentó como profesional en psicología y puso en duda que otros colegas tuvieran la capacidad para impartir esas lecciones. En resumen, la Municipalidad pronto sacará un acuerdo en contra del uso en los colegios de las guías sexuales; lo cual es un sinsentido dado que aunque los concejales no lo quieren reconocer, el gobierno local no tiene ninguna potestad jurídica sobre el MEP. Esto nos hace pensar que dichas reuniones son sólo acciones proselitistas; no se generan espacios de debate, sino que se intenta convencer a los vecinos del cantón de su perspectiva, totalmente conservadora y retrógrada.
Como vemos una de las tesis considera innecesario y nefasto el uso de las guías para la formación de adolescentes en el país y plantean que la formación venga desde los hogares o simplemente sea un tema tabú, ya que por creencias religiosas, la sexualidad se limita al matrimonio y no es conveniente hablar sobre esto con adolescentes, ya que en teoría éstos no son activos sexualmente (algo así como seres asexuales). Desde el punto de vista de la religión cristiana, experimentar relaciones sexuales es un terrible pecado, es decir, hay una imposición moral que debe ser acatada por las y los adolescentes; la postura de las personas religiosas pretende no sólo privar del derecho a la educación en esta materia a los adolescentes que pertenecen a sus agrupaciones, sino que ésta alcance a toda la población estudiantil. Se estaría de esta manera, si ello legara a ser una realidad, formando generaciones de personas completamente analfabetas sobre la sexualidad y las relaciones afectivas. Un punto a destacar es que los padres y madres que se niegan a que sus hijos debatan y se informen de estos temas, si les permiten tener aparatos tecnológicos, desde donde sus hijos pueden acceder a pornografía o información deformada de cómo vivir una sexualidad plena.
¿Pero la educación en el hogar o la ausencia de educación sobre sexualidad y afectividad a los adolescentes – tal y como plantean los conservadores – está dando resultados positivos, es decir, se ha disminuido el embarazo adolescente, la transmisión de enfermedades de transmisión sexual o las relaciones impropias? Esto sólo se puede responder con base en estudios científicos que permiten observar el panorama tal cual es versus los mitos del partido de Fabricio Alvarado y quienes hacen eco de sus argumentos; estos básicamente son dos: en la adolescencia no se tienen relaciones sexuales y es más sano y seguro mantener en el oscurantismo el tema de la sexualidad y la afectividad para las personas adolescentes.
Por el contrario, y de acuerdo con UNICEF, en el mundo, más de medio millón de mujeres y niñas mueren mientras están embarazadas o durante el parto, principalmente en los países en desarrollo (ojo: en los países donde hay menos información para esta población). En Costa Rica se estima que cada año aproximadamente 14 mil adolescentes se embarazan; es decir, sus proyectos de vida están siendo sustituidos por maternidades tempranas, en su mayoría no deseadas, muchas como resultado de la falta de información, de acceso a educación sexual y a métodos anticonceptivos. En más del 90 % de estos embarazos, los progenitores son hombres que duplican en edad y experiencia a las mujeres adolescentes; esto las expone a situaciones de violencia (en otras palabras nuestras adolescentes están siendo víctimas de relaciones impropias, es decir, son víctimas de violaciones).
Según la Radio Internacional feminista, en Costa Rica, aproximadamente un 25% de la población femenina en Costa Rica inicia su vida sexual entre los 13 y 17 años de edad. El 81% de los partos de primigestas, son de adolescentes; y El 54% de los partos en mujeres menores de 19 años corresponde a madres solas., lo cual genera mayor vulnerabilidad de las adolescentes y sus hijos e hijas hacia la pobreza y falta de oportunidades. Entre 270 madres adolescentes, se determinó que el 50 % no conocía las implicaciones de las relaciones sexuales. El 43% no tenía conocimiento sobre la menstruación. El 42% no sabía cómo nacen los niños y el 68% dijo no tener a quién recurrir para buscar información para aspectos relacionados con la sexualidad.
Según la Fundación Promoción Capacitación y Acción (PROCAL) en Costa Rica, de 358 niñas madres atendidas, la edad promedio de las jóvenes oscilaba entre 13 y 13 y medio años, siendo la principal referencia al programa por abuso sexual, acompañado de rechazo familiar. En las menores de 14 años el embarazo se produjo por incesto provocado por el padre, un hermano o un familiar cercano. Más del 90% fue embarazo no planeado, ni mucho menos deseado. El cien por ciento carece de información adecuada suficiente y necesaria para el manejo de la sexualidad y el 80% no utilizó servicios de atención prenatal en salud. Según los resultados de la II Encuesta Nacional de Salud Sexual y Salud Reproductiva, del año 2016, un 85% de las personas opina que la educación sexual debería empezar en la escuela primaria y la mayoría cree que debe empezar a los 10 años o antes.
Como se evidencia en los datos anteriormente mencionados, la necesidad de la educación sexual y reproductiva no se circunscribe al hogar, sino que trasciende, convirtiéndose en un problema nacional. Por tanto, es al Estado al que le corresponde impulsar políticas y acciones claras para educar a la población respecto de la salud sexual y reproductiva, porque el desconocimiento y los estigmas sociales, hacen que se convierta en un problema de los derechos humanos – señala la Vicepresidenta de la República, Ana Helena Chacón Echeverría.
Me pregunto entonces: ¿Ha cambiado esta realidad con la puesta en práctica de las guías sexuales, o sea, están siendo eficaces para la vida plena de las y los adolescentes? Nuevamente los índices hablan: desde que se comenzaron a impartir las lecciones de educación sexual y afectividad en el Ministerio de Educación Pública, se ha registrado una disminución de los embarazos adolescentes. Las lecciones sexuales comenzaron a aplicarse en el año 2012. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), en ese año se registraron 14 192 embarazos en jóvenes menores de 19 años. Precisamente en el 2012 se aprobó el programa de educación para la sexualidad, es decir, a partir de ese período se comenzaron a impartir las lecciones. Según datos del INEC, a partir de ese año comenzó a notarse una reducción importante de los embarazos adolescentes, a tal punto en que el año 2016, se registraron 10 924 embarazos, es decir, 3270 menos que hace cinco años. Por su parte, los embarazos adolescentes en niñas menores de 15 años cayeron de 522 a 349.
Pero si la realidad es tan contundente y obvia, ¿Por qué hay personas y lo más preocupante políticos que se oponen a esta formación? Considero que en gran medida, la falta de información sobre los contenidos de las guías sexuales han provocado esa reacción adversa, y evidentemente la lectura de las mismas desde una visión patriarcal. Así que me di a la tarea de leer las guías y encontré que son documentos bien formulados, coherentes con la realidad, y especialmente necesarios. Contrario a lo que opinan algunos sectores de la población, las guías no promueven las relaciones sexuales entre adolescentes, sino más bien las visibiliza y crea espacios de diálogo con los estudiantes, quienes son proveídos de información veraz, en un ambiente de respeto, es decir, se les empodera para que éstos puedan decidir sobre sus cuerpos, sus relaciones afectivas y sus vidas en general.
En primera instancia, la educación se reconoce universalmente como una herramienta fundamental para la transformación y potenciación del desarrollo humano integral, igualitario y equitativo; es decir, las guías no constituyen únicamente información, sino que son herramientas para hacer valer los derechos de las personas adolescentes. Contrario al mito de que las y los adolescentes no “poseen” sexualidad, el objeto de estudio de la educación para la afectividad y la sexualidad integral es la sexualidad misma, la cual forma parte de la naturaleza humana y por tanto constituye una dimensión intrínseca a la existencia de la persona. No se reduce ni a la genitalidad, ni tampoco a la afectividad, ni a ningún otro aspecto comprendido en ella, sino que más bien les comprende y les trasciende. De este modo, la sexualidad, que nos acompaña en toda nuestra existencia, se expresa y vive de diferentes formas en cada momento del desarrollo humano según las condiciones, determinantes (sociales, culturales e históricos), necesidades y desafíos del curso vital.
De forma sintética, las guías sexuales se caracterizan por:
- Promover la toma de decisiones responsables;
- Fundamentarse en derechos humanos y el empoderamiento de niños, niñas y adolescentes;
- Promueve los principios fundamentales del derecho de las personas jóvenes sobre sus cuerpos, relaciones y sexualidad en general;
- Es apropiada a la edad de las personas;
- Inicia lo más pronto posible (edades tempranas del desarrollo);
- Es culturalmente relevante;
- Provee información científica, veraz, realista y no prejuiciosa;
- Permite la erradicación de las desigualdades de género.
Justamente, ante tanta ignorancia y moralismos sin argumentos sobre el tema, es que surgen las guías; éstas se fundamentan en el hecho de que históricamente en nuestras culturas la sexualidad se ha asociado a lo prohibido, a lo reprimido y por lo tanto incluso muchos de los esfuerzos en educación de la sexualidad se han centrado únicamente en las consecuencias negativas de la vivencia de la sexualidad (ITS, embarazos no planeados, violencia, etc.). Por lo tanto, este saber pretende rescatar y legitimar los placeres de la vivencia de una sexualidad segura, informada y en corresponsabilidad; y cómo dicha vivencia garantiza bienestar y desarrollo para las personas, y por ende, para las familias, las comunidades y las sociedades en general. Además, desde este saber se promueve la comprensión de cómo determinados sistemas culturales han favorecido el ejercicio del poder y del control por parte de algunas personas que oprimen y violentan a otras. Desde esta perspectiva se enfatiza la promoción de cambios culturales orientados al desarrollo de relaciones igualitarias, respetuosas y libres de violencia, así como a la prevención y erradicación de todas las formas de violencia como condición necesaria para el bienestar colectivo.
Las guías sexuales se posicionan desde varios enfoques; el primero de ellos es el enfoque de derechos humanos que reconoce que todas las personas, por el simple hecho de serlo, poseemos una dignidad humana a partir de la cual todas las personas somos iguales en derechos. Por tanto, los derechos humanos son universales, inalienables, irrenunciables, interdependientes e indivisibles. La vivencia de la sexualidad desde un enfoque de Derechos Humanos busca fortalecer la noción de sujetos de derechos y responsabilidades, reconociendo que es derecho de todas las personas vivir una sexualidad segura, informada, corresponsable, placentera y saludable.
El enfoque generacional considera el momento del curso vital en el cual se encuentra cada persona, pues ello determina procesos específicos de desarrollo, los cuales establecen diferencias en las necesidades, expectativas, y estrategias de trabajo. Desde lo contextual se reconocen las particularidades que un determinado entorno genera en la vivencia de la sexualidad de las personas. Por lo tanto, este enfoque postula que toda intervención estatal debe partir del reconocimiento de las características de la niñez y la adolescencia, sus potencialidades, vulnerabilidades y necesidades de protección de acuerdo a sus condiciones históricas, comunitarias, familiares, instituciones, económico-políticas y socioculturales
El enfoque de género reconoce, en primer lugar, la diversidad de identidades y experiencias de género que existen. A partir de lo anterior, reconoce además que todas las personas, sin importar sus identidades y expresiones de género(s), tienen derecho a vivir plenamente, con igualdad y equidad, su sexualidad libre de violencia y discriminación. Además este enfoque reconoce que, a lo largo de la historia se han dado construcciones sociales que claramente han diferenciado y jerarquizado a los hombres y a las mujeres, y sus roles, generando relaciones de poder, de desigualdad, violencia y discriminación (INAMU, 2007). Sin embargo, este enfoque también plantea que, por ser históricas y socialmente determinadas, estas estructuras patriarcales basadas en la desigualdad pueden cambiar y construir relaciones de igualdad (INAMU, 2007).
El enfoque de las diversidades reconoce que en los seres humanos existe diversidad de cuerpos, deseos, emociones e identidades. Esto significa también reconocer que no es legítimo que algunas personas puedan gozar de sus derechos y otras no, ni tampoco es legítimo que algunas personas sean consideradas como “diferentes a la mayoría”, y mucho menos que por su condición sean excluidas y discriminadas.
Según la UNESCO (2008) el enfoque de interculturalidad plantea un diálogo y encuentro, en condiciones de igualdad, entre las personas y las culturas, lo cual permite el intercambio de saberes y vivencias, hacia una educación intercultural, inclusiva y diversa. Por tanto, la educación intercultural, atiende las desigualdades y exclusiones que experimentan minorías étnicas como personas indígenas, migrantes, afrodescendientes, y promueve acciones afirmativas que cierren las brechas e inequidades que estos grupos han sufrido.
En este artículo se evidencia cómo son las mujeres adolescentes las que se ven más afectadas en su sexualidad, por vivir en una sociedad patriarcal, que ha colonizado sus cuerpos, las ha silenciado y en su lugar se ha puesto un discurso adultocéntrico, misógino y homofóbico. A pesar de que en el mundo las mujeres ganaron el derecho a decidir sobre sus cuerpos hace más de cuarenta años, la lucha aún continúa; y los esfuerzos de algunas personas, que poseen poder económico y político en nuestras sociedades mantienen la guerra contra los logros que se han alcanzado. Eso no lo debemos permitir. La lucha por la igualdad de género emprendida por el Movimiento Feminista ha permitido avanzar mucho desde sus inicios; este movimiento ha demostrado como la sociedad patriarcal ha cosificado los cuerpos femeninos al servicio de los hombres y nunca les ha puesto en términos de seres humanas. Desde el inicio de esta lucha hasta entonces se han dado cambios, que hoy nos parecen tan naturales y que realmente han sido producto de este esfuerzo de miles de mujeres en el mundo (las mujeres no podían votar, ni vestirse con pantalones ni acceder a empleos, por ejemplo); las mujeres contemporáneas gozamos de muchos de esos beneficios, pero muchas no nos cuestionamos cómo fue que se lograron alcanzar estos derechos. La educación sobre sexualidad y afectividad es un fruto, también, de estos cambios sociales; las mujeres, así como los hombres poseemos cuerpos propios (no ajenos) y por tanto tenemos el derecho a decidir sobre el placer y el compartir con otros seres humanos nuestro afecto y nuestra sexualidad, sin que nos llamen putas por eso, sin que se nos violente o imponga con quién debemos compartir. Las guías sexuales empoderan a las y los adolescentes. Muchas personas creen que el feminismo declara la guerra a los hombres, no saben que por el contrario les libera de condicionamientos propios de las masculinidades impuestas por la sociedad machista. Demostrar afecto ya no es un signo de debilidad; ser promiscuo no demuestra que tan hombre eres; ser gay no es una desviación o patología, sino una opción más dentro de la diversidad de formas de experimentar nuestra sexualidad.
Al tratarse de un constructo social e histórico, como costarricenses tenemos en nuestras manos la responsabilidad de promover e institucionalizar la violación de derechos de las personas menores de edad, o por el contrario de construir una sociedad más libre, respetuosa, educada y con menores problemas sociales, como los que acarrea la desinformación en materia de sexualidad y afectividad. Es necesario que nos despojemos de prejuicios, para darle a la adolescencia la oportunidad de construir proyectos de vida satisfactorios y de este modo ejercer el derecho a la felicidad, libre de todo tipo de violencia. Creo que la decisión sobre la eliminación de las guías o su continuidad en los programas escolares está muy clara. El avance en este tema es palpable y esperanzador; aún queda mucho camino por recorrer, es necesario que las y los educadores estén mejor capacitados y que la población en general esté más receptiva e informada. Pero los cambios culturales son un proceso que no se genera de un día para otro; lo importante es que las guías son un primer paso en la dirección correcta.
Finalmente, quisiera aclarar que no pertenezco a ninguno de los dos partidos que se disputan el poder en estas elecciones; escribo únicamente con el afán de dar un poquito de luz a quienes desean informarse al respecto, quienes deberíamos ser todos y todas ya que es un campo que compete a toda la sociedad costarricense. De hecho estamos formando una nueva ciudadanía, más informada, consciente, sensible y responsable.
(*) Elena Arce S. es Antropóloga
3 Comments
Roberto Murillo
Mi única inquietud es que un grupo multidisciplinario las revise antes de ser implementadas
Todo extremo es malo
No se trata de que envié a mis hijos a clases y otros no
Deberá ser material obligado pero consensuado antes
No confío en el exceso libertino del PAC
Luis Ángel Salazar Oses
¡Felicitaciones amiga Elena Arce S.! Valiente, argumentado, directo, contundente, demoledor, iconoclasta y, ante todo, esclarecedor y destructor de nefastos mitos y temores infundados con los que, unos cuantos liderzuelos pseudocristianos, valiéndose de los absurdos prejuicios y trasnochadas e hipócritas morales que, por desgracia, hoy perviven en sectores de nuestra población, jalan agua para sus molinos politiqueros a fin de satisfacer sus megalómanas ambiciones hegemónicas y, ante todo, económicas, sometiendo a un progreso retrógrado a nuestra Patria a la que nos les importa devolver al medioevo inquisidor. Por cierto que, quienes de buena fe crean que estos fascistoides fundamentalistas, nos,liberarán de la corrupción, el crimen, la pobreza y la miseria que nos azota como Pueblo, muy pronto se frustrarán pues estos «cristianos» mantendrán intacto y vigoroso al Sistema Capitalista Neoliberal, fuente de nuestros males mayores, pues ellos son sus incondicionales defensores desde el campo del pentecostalismo S.A. ¡Para verdades el tiempo!
Larisa Monge
Mi recomendación como madre de dos adolescentes en sétimo y octavo año es que se lean el libro de ciencias en lo referente a este tema. En ningún lado habla de todas las barbaridades que se dicen de una “ideología de géneri” que para mi criterio no existe. Además si somos papás responsables comentemos con nuestros hijos sobre lo que está en el libro, aclaremos sus dudas. No queramos seguir tapando el sol con un dedo, en cualquier película que pasan en la tarde, salen mujeres desnudas, los videoclips de las canciones de moda son con altos contenidos sexuales y en la mayoría exhiben a la mujer como un objeto. Se camina por un parque y se ven mujeres adolescentes besándose u hombres adolescentes besándose.