Acostumbrados, desde niños, a oír sobre lo malo que son los rusos ya nada sorprende de lo que se diga sobre ellos, incluso si alguien se atreve a afirmar que son obra de Satanás o que vinieron de otro planeta para aniquilar a la raza humana. El país más grande y rico del planeta, el que produjo a Pushkin, Tolstoy, Dostovieski y Tchaikosvki ¿está poblado por gente abominable, por criminales que hasta hace no mucho, se decía, comían niños?
Creíamos que ya se había dicho todo sobre los rusos pero nos equivocamos. La fantástica y creativa historia continúa con nuevos capítulos: los del cambio climático, los terremotos e inundaciones y hasta lo último que jamás lo hubiéramos imaginado, ni siquiera en una obra de ciencia ficción, la elección del Presidente de los Estados Unidos, fue obra de los terribles rusos. Todo esto y aún lo mucho malo más por venir, a no dudarlo, será obra de rusos. Se justifican entonces las históricas invasiones a su territorio, los intentos de someterlos rodeando sus fronteras de bases militares, aplicando sanciones económicas y cuánta cosa se les ocurra para doblegar al oso de la taiga y salvar a la humanidad de tal amenaza. ¡La Rusia soberana e independiente debe ser destruida!
Presenciamos en estos días otra parte de estas historias. La escena esta vez es en tierra inglesa, o en la Pérfida Albión, nombre que le acuño el poeta y diplomático francés de origen aragonés Louis Marie de Ximenes en su poema L´ere des Francais , por su bien ganado prestigio de potencia marina, que llegó a ser imperio dedicado al pirateo en todos los confines del planeta.
Desde las más altas esferas del gobierno de ese país se señala que Rusia, fue la que mandó envenenar en lugar público a un ex espía de nacionalidad rusa que trabajó en el pasado para la agencia de inteligencia inglesa y que fue condenado en su país de origen hace 14 años. Liberada esta persona por el gobierno ruso como parte de un acuerdo de intercambio de espías, tiene varios años de vivir en Inglaterra y según se ha afirmado alejado, o “limpio” en la jerga que utilizan las agencias de inteligencia, para este tipo de actividades.
Como ya no somos proclives a comer cuentos nos hemos planteado dos hipótesis para tratar de entender lo acontecido. La primera es que los rusos, de haber sido los autores y dados los antecedentes señalados, son gente tonta por hacer algo que no aparenta gran relevancia y que a todas luces les perjudica a sabiendas de la capacidad que tienen quiénes, desde la guerra de Yugoslavia, pasando por Irak, Libia y otros países, de difundir mentiras. Descartado lo anterior nos inclinamos, por razones obvias y de simple sentido común- de tontos los rusos no tienen nada – por la segunda que es la siguiente: que aquí se trata de una provocación de burdo montaje con vista, entre otros motivos, a boicotear el próximo mundial de fútbol en el país eslavo, lo que de hecho vienen haciendo desde el momento en que se anunció la sede en el “aborrecido” país. Esta segunda hipótesis pareciera ser la más creíble.
Tiene que ser muy grande el temor que les invade cuando en pocas semanas se producirá una avalancha de cientos de miles de personas que irán a Rusia a presenciar los partidos y peor aún de los millones que en el mundo podrán ver en sus pantallas a un país ocultado y satanizado.
¿Qué pasará cuando esas imágenes de ciudades con su gente sean difundidas, las que distan mucho de las fobias dibujadas en propaganda de historietas, por los “bonitos”, “buenos” y aguerridos “superhéroes” “salvadores de la humanidad» ¿Aún queda alguien que coma cuentos?
(*) José Luis Callaci
2 Comments
Juan Huezo Zúñiga
Comer cuento es la especialidad o plato fuerte de los costarricenses y en general de la otra América, la cual ya hasta exigen un nuevo cuento para estar contenticos.
Adrián
Muy buen artículo. Pero no solo es el Mundial de Fútbol. Es una venganza pírrica por las victorias rusas en Siria, donde le han parado a Occidente la sangrienta fiesta que tenían montada, «estado islámico», mediante.
Es rabia porque entre rusos y chinos, le están haciendo la vida un yogurt a Europa y EEUU, invirtiendo en sus antiguos «patios» (África y América Latina, respectivamente) y comprando las empresas más grandes (Oh, My god: geely se embolsilló a Mercedes y hace unos Lenovo pasó a ser china..)..
Por eso no extraña el montaje del escándalo de dopaje contra Rusia, los ataques cibernéticos, y estos «envenamientos..».