Columna Poliédrica
Hace poco escuché y observé una noticia en la que una empresa de mensajería había despedido a todos sus trabajadores. Cuando fueron entrevistados por los medios de comunicación, se quejaron que se les había violentado sus derechos laborales y que se debía respetar el ordenamiento jurídico costarricense.
No obstante, muchos de esos mensajeros, cuando se han dado manifestaciones o huelgas reivindicando los derechos laborales, le gritaban a los manifestantes y huelguistas: ¡vagos, vayan a trabajar! Pongo como ejemplo el caso de los mensajeros por la noticia reciente que les comento, sin embargo, existen otras personas que tienen expresiones similares en relación con las manifestaciones y huelgas.
Quienes piensan y se pronuncian de esta manera, evidencian una gran ignorancia de cómo se ha conseguido que esos derechos laborales sean incorporados a los ordenamientos jurídicos de la mayoría de países del mundo. Ninguno, absolutamente ninguno de los derechos que hoy tienen los trabajadores, fueron concesiones graciosas de los empresarios o de quienes han ejercido el poder en los países. Los derechos laborales se han conseguido con la lucha que han dado los trabajadores, en no pocas ocasiones, derramando sangre y muriendo por este tipo de reivindicaciones.
En este sentido, quienes no están de acuerdo en que los trabajadores se manifiesten o que hagan huelgas, deberían ser consecuentes y expresar su desacuerdo con el principio de irrenunciabilidad de los derechos laborales. El anterior planteamiento lo observé en una presentación que decía, entre otras cosas: “¿No está de acuerdo con las huelgas y las marchas, le incomodan? Entonces sea consecuente: No acepte su aguinaldo a final de año. No pida vacaciones cuando las ocupe, no las tenga nunca. Acepte trabajar más de 8 horas al día sin que le paguen horas extra. (…)”.
Este aspecto no es poca cosa, es sumamente relevante. Los derechos laborales se sustentan en un valor que, a diferencia de la libertad, se obtiene con base en una idea de igualdad conmutativa; es decir, todos somos iguales y en ese tanto si los derechos laborales existen para una persona, deben existir para el resto de las personas sin distinción.
Para decirlo de manera clara, hay personas que argumentan la igualdad conmutativa solo cuando les interesa que se les aplique uno de los derechos laborales que nunca tuvieron que reivindicar y que tampoco están de acuerdo en defender. Quienes así piensan y actúan, son personas que se manejan en una absoluta contradicción, ya que se aprovechan de las manifestaciones y luchas de los demás, aunque están en desacuerdo y adversan ese tipo de acciones para defender los derechos conquistados y reivindicar nuevos derechos.
Históricamente los derechos de las personas han sido conquistas frente al poder político, económico e ideológico. El poder político no concede derechos porque ello significa ir en contra de sí mismo, lo mismo ocurre en el ámbito económico en que la producción de riqueza es lo que motiva la actividad de las empresas, por su parte el poder ideológico procura una hegemonía sobre todos los individuos de la sociedad.
El problema de los que se aprovechan de las conquistas de los demás no es nuevo. Durante la historia de la humanidad, siempre han habido personas que se aprovechan de los demás y en Costa Rica, desgraciadamente, siempre ha habido “vivazos” que tienen como deporte nacional el usufructuar del esfuerzo de otras personas.
Quien no quiera participar en una manifestación o huelga que no lo haga, pero que respete a aquellas que si quieren luchar por los derechos conquistados y por aquellos que están por conquistarse.
(*) Andi Mirom es Filósofo
6 Comments
Floria Fernandez Escalante
Desgraciadamente para mantener como reyes a una elite de pensionados de lujo, entre ellos muchos conocidos politicos e intelectuales, estamos entre otras razones. con un deficit fiscal que ahoga las finanzas del empresariado que mantiene el pais con sus impuestos. No hay facilidades para el emprendimiento,las universidades fomentan empleados publicos ,pues son los que mayores «conquistas » tienen. Con esa mentalidad de pais «progresista,revolucionario » como dicen ser Nicaragua y Venezuela vamos para atras como el cangrejo.
Jorge Eduardo Sibaja
Para la señora Fernández: ¿Qué tiene que ver las pensiones de lujo con lo que se está planteando en el artículo de opinión del señor Mirom? El tema central es que hay personas que se oponen a las manifestaciones y huelgas, sin embargo, están prestos para que les paguen horas extra, prestaciones, salario mínimo, etc. En este sentido, las manifestaciones recientes se han pronunciado en contra de las pensiones de lujo, porque se ha abogado por un sistema tributario en el que los ricos paguen como ricos y los pobres como pobres, pero sobre todo, que los ricos paguen sus impuestos. Por eso, se le invita a informarse mejor y que desarrolle una posición crítica. ¿Qué tiene que ver la Universidad de Costa Rica con que exista una ley de pensiones que favoreció a determinadas personas adscritas al Régimen de Pensiones del Magisterio Nacional? ¿Acaso la UCR administra la Junta de Pensiones del Magisterio Nacional? Nadie está diciendo que en la UCR no haya cosas que corregir, pero no le endilgue a esta institución problemas de los cuales no es culpable.
Floria Fernandez Escalante
Si ese es el punto pues que la UCR actue con etica y solidaridad,mas en tiempos donde el gobierno no tiene dinero,y las universidades nadan en ello.Que facil quitarse el tiro.
Geovanny Castillo Morera
Floria, disculpe pero sigue sin entender nada de lo que le han dicho.
Edgar Abel
Este valioso artículo, me sirve para descargar un sentimiento que siempre me amargó.
Quiénes hemos participado activamente en luchas laborales, debo confesar, en mi caso particular, que lamento el que los logros producto de esas luchas, se extiendan a más de un servil, acomodado y boicoteador que con todo descaro, después de asumir el triste papel de sátrapa, descaradamente ponen la mano para recibir lo que otros con mucho esfuerzo lograron. Lo anterior, obviamente, lo considero despreciable e inconcebible, pero además de sufrir esto dentro del propio sector laboral también hay que soportar a los criticones externos que actúan como marionetas manipulados por el desprestigio que el poder mediático ejerce, principalmente, contra los movimientos reivindicativos del sector público.
John Smith
En la función pública existen muchos privilegios pero pocas responsabilidades, no tiene derecho a exigir nada el ineficiente, porque los sindicatos no buscan como ganarse esos pluses ofreciendo eficiencia, y no sólo con extorsión al mejor estilo terrorista.
No generalizó la ineficiencia en la función pública, se que hay muchos que de verdad lo hacen lo mejor que su jefatura les permite, sin embargo si es muy preocupante el montón de «come papayas» que existen en la planilla del estado, por eso en este país nada se mueve y lo que se logra mover se hace mal, los sindicatos tienen la obligación moral de deshacerse de esta nefasta gente, y ganarse esos privilegios que exigen a cambio de eficiencia.