«Creo que para el verano de 2019 Palmira estará completamente dispuesta para recibir turistas», dijo a la prensa.
Precisó que las autoridades tienen un plan para eliminar todo el daño producido a la ciudad vieja de Palmira, además, algunos países propusieron restaurar artefactos y restablecer el valor histórico de la ciudad.
Según el gobernador, entre los que ofrecieron ayuda hay Unesco, Rusia, Polonia, Italia, así como otros Estados e instituciones, incluidas varias organizaciones europeas no gubernamentales.
«Es la historia mundial y no pertenece solo a Siria», subrayó Barazi.
Palmira es uno de los seis lugares de Siria proclamados Patrimonio de la Humanidad por Unesco, esta antigua ciudad sufrió numerosas pérdidas durante la primera ocupación yihadista, que empezó en mayo de 2015.
En marzo de 2016 las fuerzas armadas de Siria, con el apoyo de la aviación rusa, liberaron Palmira, pero en diciembre de ese mismo año la urbe volvió a caer en manos de los yihadistas, que destruyeron parte de sus monumentos.
El grupo de Daesh (prohibido en Rusia y otros países) fue expulsado hace más de un año de Palmira.
Los arquitectos, historiadores y restauradores de Unesco y otros 30 países que prometieron ayuda siguen sin llegar para realizar las labores prometidas, a pesar de que la ciudad está desminada y protegida por militares sirios. (Sputnik)