«Hablaron muy detalladamente de los asuntos sirios, Putin señaló que el retorno de los refugiados continúa gradualmente con una dinámica creciente e instó a las capitales europeas a contribuir a que ese proceso se vuelva irreversible», dijo el portavoz presidencial.
Peskov relató que, al abordar el tema del proceso político en Siria, Putin y Merkel señalaron que la solución al conflicto debe ser inclusiva, es decir, abarcar a todas las partes.
Días antes, un diplomático ruso, Nikolái Búrtsev, comentó que el representante permanente de Rusia ante la Unión Europea (UE), Vladímir Chizhov, había urgido a los países del bloque comunitario a apoyar la iniciativa rusa para repatriar a los refugiados sirios.
Según el Ministerio de Defensa de Rusia, en los últimos dos años y medio hasta 300.000 sirios volvieron a su país, donde se van creando las condiciones necesarias para una vida pacífica.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto en el que las fuerzas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas, lo que provocó un éxodo masivo de los sirios a los países vecinos y a la UE.
Rusia lanzó en septiembre de 2015 una ofensiva aérea en Siria a solicitud del presidente Bashar Asad.
En diciembre de 2017, el Estado Mayor General de Rusia anunció que todos los territorios controlados antes por los terroristas de Daesh (autodenominado Estado Islámico, prohibido en Rusia y otros países) en Siria fueron liberados.
«Intercambiaron opiniones sobre la situación en Ucrania, lamentaron que el proceso de implementación de los Acuerdos de Minsk esté totalmente estancado», dijo a los periodistas.
Peskov añadió que ambos líderes «se mostraron preocupados por la incertidumbre sobre la extensión de la ley sobre el estatus especial de Donbás, que pronto expirará y que es un elemento bastante importante de los Acuerdos de Minsk».
Desde abril de 2014 Ucrania lleva a cabo una operación contra las milicias en el este de su territorio, donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk en respuesta al violento cambio de gobierno ocurrido en Kiev en febrero del mismo año.
Los Acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política del conflicto, pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia, cuyo resultado la ONU estima en más de 10.300 muertos. (Sputnik)