«En los últimos días, los habitantes del Kerala en India fueron afectados duramente por lluvias intensísimas, inundaciones y deslizamientos de tierra, con grandes pérdidas de vidas humanas, numerosos desaparecidos y desplazados, e ingentes daños a los cultivos y a las casas», dijo el Pontífice durante la oración del Ángelus.
El papa pidió «que no falte a estos hermanos nuestra solidaridad y el apoyo concreto de la comunidad internacional».
El sábado fueron recuperados en Kerala 33 cuerpos sin vida, y este domingo, otros dos, con lo que ascendió a 370 la cifra total de fallecidos desde que comenzaron las lluvias monzónicas.
Unas 600.000 personas fueron evacuadas a más de 3.000 campamentos provisionales.
La situación mejoró un tanto este domingo, cuando el Departamento Meteorológico de la India, por primera vez desde el 9 de agosto, no emitió alerta roja para ninguno de los 14 distritos de Kerala.
En 10 distritos de Kerala, sin embargo, se mantiene la alerta naranja y en dos más, la amarilla, mientras continúan las operaciones de rescate a lo largo del estado con la participación de helicópteros y lanchas militares. (Sputnik)