Moscú, 28 ago (Sputnik).- Las tendencias negativas en las relaciones ruso-estadounidenses ponen en riesgo la seguridad global, declaró el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov.
«Es evidente que la dinámica negativa de las relaciones hace daño a ambos países, crea riesgos importantes adicionales para toda la arquitectura de la seguridad internacional», dijo al diario eslovaco Pravda.
Agregó que no se podía esperar que después de la reunión entre los presidentes Vladímir Putin y Donald Trump apareciera enseguida la confianza entre Moscú y Washington.
El 16 de julio pasado, Helsinki acogió las negociaciones de los presidentes de Rusia y EEUU.
A pesar de que no se aprobó ningún comunicado final, ambos líderes se mostraron interesados en mejorar las relaciones entre los dos países.
Armas químicas
La exigencia estadounidense de que Rusia pruebe que no usa armas químicas es poco seria porque Moscú eliminó todo su arsenal químico, a diferencia de Washington, declaró el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
El jefe de la diplomacia rusa recordó que, al anunciar las nuevas sanciones contra Rusia por su supuesta implicación en el caso de los Skripal, EEUU amenazó con aumentar la presión si Moscú no convence a Washington de que ya no emplea armas químicas y biológicas.
«Es difícil tomarse en serio este tipo de exigencias, parecen muy extrañas, especialmente si tenemos en cuenta que, a diferencia de EEUU, nosotros hemos eliminado completamente nuestro arsenal químico, lo que fue confirmado por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ)», dijo Lavrov en una entrevista concedida al diario eslovaco Pravda.
Rusia eliminó el último kilogramo de sus armas químicas el 27 de septiembre de 2017, al cumplir plenamente con su compromiso de destruir sus 40.000 toneladas de sustancias tóxicas, en el marco de la Convención sobre las Armas Químicas.
La convención de la OPAQ, vigente desde 1997, reúne a todos los países, salvo varias naciones asiáticas y africanas.
El último paquete de restricciones, que fue anunciado a principios de agosto y entró en vigor el día 27, fue justificado con el supuesto envenenamiento del exagente del espionaje británico Serguéi Skripal y su hija Yulia con una sustancia de acción neuroparalizante en la ciudad británica de Salisbury, en marzo pasado.
Los hechos se registraron a pocos kilómetros del laboratorio militar de Porton Down, el más secreto del Reino Unido, en el que se desarrollaron armas químicas durante la Guerra Fría.
Nada más abierta la investigación, que según Scotland Yard se prolongaría por varios meses, Londres responsabilizó a Moscú de estar detrás del suceso.
Rusia rechaza las acusaciones de Reino Unido, que considera infundadas, y sigue reclamando acceso a las pruebas para poder colaborar con la investigación.
También insiste en que las autoridades británicas permitan a los diplomáticos rusos visitar a los Skripal, habida cuenta de que los dos mantienen la nacionalidad rusa.
Las nuevas sanciones de EEUU afectan la venta de armas y la concesión de créditos para Rusia, según se desprende del documento correspondiente del Departamento de Estado.
Las restricciones también ponen fin a la financiación militar extranjera para Rusia, prohíben las exportaciones de bienes y tecnología sensibles a la seguridad nacional y finalizan todas las ayudas a Rusia bajo la Ley de Asistencia Exterior de 1961.
Nord Stream 2
El gasoducto Nord Stream 2 es un proyecto únicamente comercial que tiene por objetivo mejorar la complementariedad energética y económica entre Rusia y la Unión Europea (UE), aseguró el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
«El Nord Stream 2 tiene un carácter exclusivamente comercial, la realización del proyecto está destinada a diversificar las rutas del suministro de gas, eliminar los riesgos de tránsito y al final satisfacer la creciente demanda de recursos energéticos por parte de los Estados europeos, reforzar la seguridad energética de todo el continente europeo y elevar el nivel de la interdependencia económica entre Rusia y la UE», subrayó el canciller ruso al diario eslovaco Pravda.
Según Lavrov, esta interdependencia es «la base de unas relaciones mutuamente beneficiosas y de la estabilidad en el continente europeo».
Por tanto, enfatizó, son absurdas las especulaciones de que al construir el gasoducto Rusia buscaría debilitar o dividir a Europa.
El jefe de la diplomacia rusa agregó que Moscú aboga por estrechar la cooperación igualitaria con toda Europa.
Lavrov comentó también la reciente declaración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que Rusia controla a Alemania a través del suministro de gas y Berlín gasta miles de millones de dólares importando el combustible ruso.
A juicio del ministro ruso, esa declaración tiene por objetivo «promover los intereses económicos y energéticos de EEUU en Europa, en particular obligar a los países de la UE a financiar la construcción de una costosa infraestructura y empezar a comprar gas natural licuado (GNL) a EEUU, que es un 30-40 por ciento más caro que el gas de las tuberías rusas».
«Los europeos tienen que decidir cuál de las opciones prefieren», remarcó.
El proyecto Nord Stream 2, impulsado por una alianza de empresas de Rusia, Alemania, Austria, Francia y Países Bajos, prevé el tendido de dos tuberías por el fondo del mar Báltico para transportar 55.000 millones de metros cúbicos anuales de gas.
El gasoducto pasará por las zonas económicas de Alemania, Finlandia, Rusia, Suecia y Dinamarca.
De estos países solo Dinamarca no ha dado por ahora su visto bueno para construir el gasoducto.
EEUU se opone al Nord Stream y ha amenazado con aplicar sanciones contra las empresas que trabajan en ese proyecto y otros gasoductos rusos.
Además, Trump ha afirmado que su país competirá con el Nord Stream 2 mediante la exportación de GNL.
Reciprocidad a sanciones
Rusia reaccionará de manera pragmática y recíproca a las nuevas sanciones de EEUU impuestas en relación con el caso Skripal, advirtió Lavrov.
«Continuaremos actuando con tranquilidad y de manera pragmática, reaccionando a todas las acciones en el marco del principio de reciprocidad», dijo Lavrov.
El jefe de la diplomacia rusa destacó que a pesar de todo Rusia «está abierta a desarrollar unas relaciones normales y de respeto mutuo con Washington teniendo en cuenta los intereses de cada uno».
El lunes entraron en vigor las nuevas sanciones impuestas por Estados Unidos contra Rusia en relación con el supuesto ataque contra el exagente Serguéi Skripal y su hija Yulia.
Las nuevas sanciones afectan la venta de armas y la concesión de créditos a Rusia, incluida la financiación militar desde el exterior, prohíben las exportaciones de bienes y tecnología sensibles a la seguridad nacional y ponen fin a todas las ayudas a Rusia bajo la Ley de Asistencia al Exterior de 1961.
Quedan fuera de las sanciones las exportaciones necesarias para la cooperación espacial y para los lanzamientos espaciales comerciales, así como la producción necesaria para la seguridad de los vuelos de la aviación civil. También son posibles otras excepciones individuales.
Las sanciones también contemplan la «negación a Rusia de cualquier crédito, garantía de crédito u otra asistencia financiera por parte de cualquier departamento, agencia o dependencia del Gobierno de Estados Unidos, incluido el Banco de Exportaciones e Importaciones de Estados Unidos».
Una segunda ronda de las sanciones, más rigurosa, podría entrar en vigor en noviembre y extenderse a los créditos, a las entidades jurídicas y las operaciones de exportación e importación.
A inicios de marzo pasado, Serguéi Skripal, exoficial de la inteligencia militar rusa, reclutado en los años 90 por el servicio secreto británico MI6 y naturalizado en el Reino Unido, y su hija Yulia, fueron atacados con un agente de acción neuroparalizante en la ciudad británica de Salisbury.
Londres afirma que el Estado ruso está detrás del envenenamiento de los Skripal, acusación que Moscú rechaza.
Pese a que Serguéi y Yulia Skripal llevan ya varios meses con el alta médica, su paradero se desconoce, mientras Londres ignora todas las propuestas de Moscú de investigar conjuntamente el ataque en Salisbury. (Sputnik)