Naciones Unidas, 29 ago (Sputnik).- El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) podría dedicar una sesión al tema de Nicaragua el 5 de septiembre, dijo en Managua el enviado para América Central del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Guillermo Fernández Maldonado, durante la presentación del informe sobre la situación en el país centroamericano.
El Consejo de Seguridad podría sesionar el próximo 5 de septiembre para hablar de la situación en Nicaragua donde «el informe puede servir como orientador», aclaró el representante de Acnudh (Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas).
Además, Fernández aclaró que «las recomendaciones son recomendaciones» y «quienes van a solucionar los problemas en el país serán los y las nicaragüenses».
Por otra parte, el enviado por ONU anunció que en el próximo mes también comenzará el ciclo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos del foro mundial en el que algún país podría solicitar una resolución sobre el caso nicaragüense.
Un informe publicado este miércoles por la Acnudh señala que entre el 18 de abril y el 18 de agosto se documentó «el uso desproporcionado de la fuerza por parte de la policía, que a veces se tradujo en ejecuciones extrajudiciales, las desapariciones forzadas, las detenciones arbitrarias y generalizadas, las torturas y los malos tratos, y las violaciones del derecho a la libertad de opinión, expresión y reunión pacífica».
Por su parte, el Gobierno nicaragüense rechazó de inmediato el informe aclarando que el organismo «se extralimitó» al emitir este documento, que es violatorio al numeral 3 literal a) de la citada resolución, que la obliga a «respetar la soberanía, la integridad territorial y la jurisdicción interna de los Estados».
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) actualizó la semana pasada la cifra de personas fallecidas en las protestas a 322 personas, de las cuales 21 personas serían policías y 23 niñas, niños y adolescentes.
Nicaragua vive una grave crisis desde el 18 de abril pasado, cuando comenzó una ola de protestas contra el Gobierno que derivó en duros enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad.
El Gobierno nicaragüense atribuye el derramamiento de sangre en su país a sectores violentos de la oposición que intentan ejecutar un «golpe blando» en su contra, mientras los opositores afirman que se debe a la represión de las fuerzas oficialistas. (Sputnik)