Columna Poliédrica
Hace unos años fui criticado, fuertemente, por manifestar que los dirigentes políticos de izquierda son incoherentes por publicar sus posiciones en el diario La Nación. Hubo personas que manifestaron su oposición al artículo, alegaron que era un radical y que lo importante son los contenidos y no el medio en que se consignan los mismos. Evidentemente la posición contraria es simple y sencilla: el medio sí importa y es una inconsistencia de la izquierda, brindar su intelecto al medio de prensa más representativo de la derecha costarricense.
Desde aquella época a nuestros días la situación no ha cambiado mucho. No solo se sigue utilizando el diario de Llorente, sino que han aparecido otros medios de comunicación creados con el dinero de importantes grupos financieros costarricenses. En concreto uno que tiene sus oficinas en Sabana Sur, se ha convertido en un medio de comunicación más radical que La Nación.
El punto medular es que la basura que publican es consumida por muchas personas. Muchos de los contenidos que aparecen en sus diferentes plataformas, se caracterizan por estar abiertamente sesgadas y por un inexistente balance informativo. Ello es censurable cuando de noticias se trata, no así cuando se trata de artículos de opinión o de entrevistas a personajes específicos de la vida nacional.
Resulta incomprensible que haya gente vinculada a la izquierda costarricense, que publique sus planteamientos en esos medios de comunicación. Existen opciones digitales y de prensa que permiten la divulgación de las ideas, con igual o mayor penetración que los medios de derecha. Se debe ser coherente en la vida y la creencia de que esos medios de comunicación son más vistos por los ciudadanos no es correcta.
En la actualidad las personas ya no se informan, dichosamente, por los medios de comunicación tradicionales. Los periódicos impresos contienen noticias y opiniones obsoletas cuando llegan al pregonero, la mayoría utiliza las redes sociales para enterarse desde las cosas básicas hasta los contenidos más sofisticados. Estamos viviendo en otra lógica informativa y hay gente que todavía no ha entendido esta nueva realidad
La izquierda debe ser muy creativa y redefinir las formas que utilizará para comunicar sus planteamientos. Es claro que esa palabra reúne una multiplicidad de perspectivas ideológicas, sin embargo, todas ellas deberían procurar hacer fuerte a los medios de comunicación que tienen una proyección menos parcial y sesgada como las que se han mencionado en este artículo.
Un mínimo de coherencia ideológica es lo que podría pedirse en estos tiempos.
(*) Andi Mirom es Filósofo
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