De cal y de arena
Tontos, no lo son. Candorosos, algunos sí lo son; y bastante. Torpes, mucho más, máxime a la hora de tomar decisiones para las cuales en el torrente sanguíneo debe haber habilidad política. Solo así, con esa interpretación de los hechos, encuentro explicación al cómo y por qué los de este gobierno se metieron en un complicado laberinto a la hora de ejecutar la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas (Ley # 9635).
Carencia de habilidad política: he ahí el señalamiento que acompaña a la administración Alvarado Quesada desde sus primeros pasos allá en mayo de 2018, crítica resultante de la composición del gabinete y las rectorías del sector autónomo, igual por lo que toca a la fracción del Partido Acción Ciudadana y por lo que llegó desde el Partido Unidad Social Cristiana y desde otros signos. Todo lo cual, unido a la heterogeneidad del club asentado en Zapote, terminó de trazar la ruta de las torpezas de la que no se distanció el presidente Alvarado.
Sí hay que reconocerle sus aportes en la ingente tarea de cimentar el saneamiento de las finanzas públicas. Pero ese logro cristalizado en la Ley 9635 tras un costoso enfrentamiento con sindicatos y contestatarios asentados en sedes universitarias, se hizo posible porque el Jefe de Estado comprendió que esa legislación era la única opción con viabilidad política –dentro de las pocas que tenía a la mano- para salvar la economía de un colapso como el que se vivió en los años ’80, y posibilitó la construcción de la plataforma de apoyos políticos con que sacó adelante ese expediente legislativo. Claro está, de la mano de una escuela de pensamiento económico y financiero distante de la que inspira al PAC.
Para la crisis fiscal había otras iniciativas, como la que elaboraron los sindicatos y los estrados universitarios, posiblemente más gratas al pensar del PAC. Pero evidentemente sin los soportes políticos bastantes para convertirles en ley. Más aún, con toda seguridad sin las vigas corona apropiadas para que el edificio de la administración Alvarado soportase los embates que saltarían al paso del gobierno en los meses restantes del cuatrienio.
El proyecto de ley se tramitó muy accidentadamente. En particular porque sus contestatarios retaron el principio de legalidad y la vigencia del Estado de Derecho, a un alto precio: la cúpula que desafió la ley y la institucionalidad quedó claramente maltrecha, sin autoridad y despojada de toda credibilidad y confiabilidad ante el grueso de una ciudadanía que se sintió ofendida, también hastiada. Fue ese el escenario en que se midieron fuerzas y resistencias, autoridades, liderazgos y suficiencias. Ahí fue donde “la albinocracia” quemó sus naves y se hundió en el desprestigio. Mismo punto del trayecto en el que reapareció con efectos corrosivos la incompetencia política como nota del gobierno Alvarado Quesada.
¿Cómo, por qué el Jefe de Estado no dio el paso siguiente previsto en los contenidos de la Ley 9635? ¿Cómo fue que desoyó los consejos de quienes le pusieron en bandeja los méritos del saneamiento de las finanzas públicas y dejó para un después que habría de resultar pésimo aliado, todas las medidas que exigía la oxigenación de las finanzas públicas y la economía del país? Ahí fue donde, por su flojera, don Carlos perdió aliados fundamentales para sostener con vida su plataforma política, a lo interno del Ejecutivo (Piza inició su caída en picada), y del Legislativo (la fracción del PUSC se distanció y los diputados del PLN llamaron a la no contaminación). Aliados y alianzas que se hartaron de que el presidente de la República anduviera a paso de tortuga hasta para echar a andar unas cuantas medidas de reactivación de la economía –que en este caso fueron de ámbito reducido y efecto modesto y lento-.
Tal fue el parteaguas en el que las fuerzas del PAC en soterrada rebeldía por la invasión de extraños en su gobierno, sacaron las uñas.
Desde entonces, la administración viene dando tumbos, bandazos de un flanco a otro de la mesa. Esto es, ni más ni menos, que resultado de falta de liderazgos y de inepcia política. Las secuelas están a la vista.
La más evidente, la resucitación de la “albinocracia”, ahora con hijitos marcados también por su determinación a desafiar la institucionalidad y abjurar del Estado de Derecho. ¿No se dan cuenta en la Casa Presidencial de que de nuevo le están tomando medida a su capacidad de resistencia, para construir apoyos políticos, para sostener en pie los dictados de la Ley 9635? ¿No se percatan de que el desafío parte de minorías, carentes de legitimidad representativa? ¡Es un pulso, para probar quién resiste más!
Reaparecen las huelgas, los desafíos a la institucionalidad, la inobservancia del Estado de Derecho. Menudean las noticias falsas para alentar la rebeldía, se echan a la calle quienes deberían sentir un mínimo de solidaridad con los enfermos y desvalidos. Van a presionar a jerarcas que, o son flojos de carácter o se hunden con la indefinición presidencial.
Es casi que una crisis existencial del gobierno Alvarado. Quizás del sistema también.
(*) Álvaro Madrigal es Abogado y periodista
Hemos entrado a la recta final de nuestra democracia, se acabó: est finita!
Y quien es el PAC ? Luis Guillermo en Miami,Otton en el BID,Segio Alfaro en la Embajada de Belgica,todos los reconocidos Pacquistas tiene su hueso, preferiblemente pagadero en dólares.
Quien queda ? Al Presidente lo dejaron solo.
Sera Paola Vega ? Sera Victor Morales ? Sera Alberto Salom ?Sepa Usted…….
Don Álvaro, los impuestos a nadie le van a caer bien, no hay forma de aplicar una reforma de ese tipo sin que la gente critique, yo aplaudo a Carlos porque desde campaña política esta fue la principal propuesta de su gobierno y la cumplió responsablemente, a pesar de tener a un congreso de ineptos escogidos principalmente por su credo religioso en contra, cosa que muy pocos presidentes se pueden dar el lujo de decir y con propuestas menos impactantes.
A los sindicatos en nuestro país no hay que darles bola, no son razonables y persiguen intereses macabros, son una pequeña minoría muy ruidosa que están empeñados en desestabilizar el país, valiéndose de tácticas terroristas para lograr sus objetivos, y ojo que el terrorismo no solo ataca de forma armada, Alvino y sus secuaces pareciera que se entrenaron en Isis pero sin armas.
Gracias a los medios es que estos terroristas sindicales tienen voz, si no fuera por los medios en este momento no estarían miles de personas perdiendo sus citas médicas tan esperadas, los estudiantes no hubieran perdido casi un año de curso lectivo, y se hubieran evitado el sin número de contratiempos que los bloqueos ilegales de esta agrupación de criminales indeseables por la mayoría del pueblo han causado. Los medios en su afán de pintar de amarillo y echar leña al fuego, para tener que «informar» y así vender sus espacios publicitarios, le están haciendo un gran daño al país, ni siquiera es porque tengan color político, la pintura amarilla la utilizan indiscriminadamente.
El Combo Fiscal aprobado ANTES de la increíble amnistía a los grandes y medianos empresarios por cientos de miles de millones por elusión y evasión fue un calculado zarpazo a nuestras finanzas hacendarias, las cuales ni remotamente no se enfocan en esta opinión. Y sospecho el porqué. Ese importante gremio económico respalda el apretar más a los pobres y sostener a la vez, este gobernante el cual, manejado abiertamente por Rocío y sus perikos le han seguido el juego político, pretendido acorralar engañando, con la ayuda mediática nacional a los trabajadores que organizadamente defiende sus derechos. La oportunidad se añejó y hoy nuestras gentes, vuelven a la carga, por cuanto la estafa sigue tan campante, como hemos visto, por ejemplo, con Aldesa y el BN. Sino. veamos las exaltaciones de Bena en el Legislativo, cuando pide a gritos la intervención de doña Emilia a las huelgas, cuando digamos solo esos últimos casos, Aldesa y el Banco, se “disimulan”. Magia de los untados políticos a esos podridos tamales. ¿Descubrí el agua tibia, don Alvaro, o esperaremos el siguiente perdón a esos en la Caja?
La Amnistia Fiscal logro cobrar el 91% de los impuestos adeudados y muchísimo mas de lo que hubieran podido recuperar de seguir con los juicios por esas disputas.Ademas en el momento en que recibieron el dinero, era de urgencia ,apremiante por el hueco que dejo el gobierno PAC de Luis Guillermo Solis. Permitio que las empresas deudoras lograran estabilizarse para continuar pagándole a su socio principal , el estado, impuestos.Cabe recalcar que los mayores deudores eran empresas estatales como el banco Nacional ,de Costa Rica y el Popular ,amen del INS.Todo lo descrito por Nogui Acosta vice Ministro de Hacienda.Hechos comprobados.
Jorgito, ¿a quién engañas? Y mi abuela era virgen, después de parir 15.