Montevideo (Mesa Américas), 29 ago (Sputnik).- La propuesta de una cumbre de países amazónicos el 6 de septiembre para ajustar una estrategia común ante los incendios y la deforestación, lanzada por Perú y Colombia, se confirmó el miércoles con la adhesión de Brasil, que ratificó también la exclusión de Venezuela.
«Nos reuniremos con esos presidentes, excepto el de Venezuela, para discutir una política única nuestra de preservación del medio ambiente así como la exploración de (una) forma sustentable de nuestra región», dijo el presidente Jair Bolsonaro luego de reunirse con su par de Chile, Sebastián Piñera.
La reunión que se haría en la ciudad de Leticia, en plena Amazonía colombiana, fue propuesta el martes por los mandatarios Iván Duque, de Colombia, y Martín Vizcarra, de Perú, que sin embargo no mencionaron a la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OCTA).
La OTCA está integrada por Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela.
En un comunicado, el Gobierno brasileño dijo que «el día 6 de septiembre los mandatarios de países con territorios amazónicos harán una reunión para discutir una política única de medio ambiente».
Las autoridades de Brasil celebraron el miércoles una reducción de 37 por ciento en los focos de fuego, que pasaron de ser 1.659 el lunes a 1.044 el martes, según los últimos datos satelitales del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE).
Las autoridades siguen sin entregar datos sobre la extensión de los territorios quemados en agosto, que no se limitan a la Amazonía.
La superficie quemada entre enero y julio de este año es de 57.827 kilómetros cuadrados en todo Brasil; la mayor parte (54,7 por ciento) corresponde al Cerrado y 18,2 por ciento a la Amazonía, según el INPE.
Bolsonaro volvió a referirse a los dilemas de la soberanía y la ayuda internacional para enfrentar los incendios en la Amazonía.
«Podemos aceptar cualquier ayuda de forma bilateral (…) porque en el futuro podríamos ayudar a otro país que tenga un problema parecido», dijo el mandatario durante una rueda de prensa junto a Piñera.
El presidente de Brasil aceptó la oferta de Piñera de poner a disposición cuatro aviones en pos de apoyar los esfuerzos para apagar los incendios que se registran desde hace 23 días en la Amazonía y otras zonas naturales del país.
Tras el encuentro, el Ministerio de Exteriores de Brasil difundió una declaración conjunta, en la que ambos presidentes destacan la importancia de abordar los asuntos ambientales respetando la soberanía nacional de cada país.
Aunque los incendios son comunes en la región del Amazonas durante la estación seca, como la actual, buena parte de ellos han sido producidos por agricultores y se han extendido debido a la deforestación.
Agro y morales cierran filas en Bolivia
Mientras en Bolivia, el segundo país más afectado por el fuego, los empresarios agropecuarios dieron el miércoles un firme respaldo a la política gubernamental de incentivo a la producción del campo, cuestionada en los últimos días a causa de la ola extraordinaria de incendios en el sudeste.
«Las normas y políticas del Gobierno para el agro no están equivocadas, al contrario, permiten generar desarrollo para el país, atendiendo principalmente a los pequeños productores que llegan al 90 por ciento del sector», dijo el presidente de la Confederación de Ganaderos de Bolivia, Oscar Pereira.
El empresario hizo la afirmación ante el presidente Evo Morales, en un acto en la ciudad de Santa Cruz (este), hablando a nombre de los poderosos gremios de productores agrícolas y ganaderos de las tierras bajas del norte y el oriente del país con los cuales el Gobierno ha pactado una ampliación de la frontera agrícola.
El encuentro del mandatario con los empresarios, con motivo del inicio de la exportación de carne vacuna a China, se produjo mientras se intensificaban los esfuerzos para poner fin a incendios que en el último mes arrasaron unas 800.000 hectáreas de bosques y pastizales en el sudeste cruceño.
En medio de la emergencia por el desastre, la declaración de Pereira pareció salir al cruce de una campaña de activistas ambientales contra la alianza entre el Gobierno y el agronegocio, a la que culpan de acelerar la deforestación.
Los actuales incendios en el sudeste boliviano afectan principalmente a bosques secos considerados de transición entre la Amazonía y el Chaco sudamericano. (Sputnik)