Caracas, 30 ago (Sputnik).- Las acciones del presidente Iván Duque dejaron en claro que es enemigo de la paz y una consecuencia de esa postura es el desmoronamiento del acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), dijo a Sputnik el ministro de Trabajo de Venezuela, Eduardo Piñate, tras conocerse que un grupo de exguerrilleros decidió retomar las armas.
«Sobre todo a partir de la llegada del Gobierno de Iván Duque a la presidencia de Colombia, se demostró que Duque es enemigo de la paz, porque lo que ha habido es un proceso de aniquilamiento de exguerrilleros y líderes sociales de Colombia y como consecuencia se derrumba el proceso de paz», señaló a esta agencia el funcionario venezolano.
Por su parte, el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, repudió que se pretenda responsabilizar a Venezuela por lo que sucede en Colombia, y aseguró que el país vecino tiene ya 60 años en conflicto con las FARC.
«Hoy nos están echando la culpa desde Colombia, lamentamos profundamente lo que está ocurriendo en Colombia, que continúe en el espiral de violencia que tiene 60 años y eso no comenzó por culpa de Venezuela (…) ¿Qué tenemos que ver nosotros con el conflicto colombiano? Nada», indicó Cabello este jueves durante la instalación del Encuentro Internacional de Trabajadores en Caracas, a la que también acudió Piñate.
Este jueves, un grupo de exlíderes de las FARC, encabezado por Iván Márquez, anunció que estaba comenzando una «nueva fase de la lucha armada» y acusó al Gobierno de Colombia de traicionar el acuerdo de paz.
Después de la firma del acuerdo de paz, en noviembre de 2016, las FARC se desmovilizaron, entregaron las armas y se convirtieron en el partido político Fuerza Armada Revolucionaria del Común, manteniendo la sigla de la antigua guerrilla, miles de excombatientes comenzaron a mediados de 2017 su reincorporación a la vida civil.
En el acuerdo se estableció, entre varios puntos, que los excombatientes que cumplían penas de prisión por delitos como rebelión debían ser dejados en libertad, lo cual aún no se cumple en su totalidad.
Márquez desapareció a mediados de 2018 tras denunciar seguimientos de militares y desde entonces se desconoce su paradero.
Desde la firma del acuerdo hasta el pasado mes de junio fueron asesinados 135 excombatientes de la guerrilla, más de 20 en el primer semestre de este año. (Sputnik)