viernes 19, abril 2024
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Los repartidores de Uber y la política del Gobierno 

Columna Poliédrica

Lo que han anunciado en relación con los repartidores asociados o relacionados con la empresa transnacional UBER se para el sol a ver. Resulta que ahora les van exigir una serie de obligaciones que ni siquiera se las exigen a la empresa que los explota. Se trata de unas exigencias que quién sabe cómo estas personas se las irán a ingeniar para cumplir.

Pongamos el problema real en perspectiva. El modelo de negocio de la empresa UBER es muy sencillo. Ellos hacen funcionar una plataforma tecnológica eficazmente y con base en ella, establecen una comunicación entre personas que demandan un servicio y aquellos que están dispuestos a pagar por ese servicio. Ahora bien, para materializar o realizar el servicio, se vale de personas que están dispuestos a fungir como intermediarios de ese servicio, para ello ofrecen los recursos que tienen a su disposición y a cambio de un porcentaje del costo total que se le cobra al demandante del servicio.

El negocio de UBER está en cobrar una comisión del costo total que cuesta la intermediación entre el demandante final y aquellos que ofrecen el servicio solicitado. Para ello utiliza personas que necesitan trabajar y están dispuestos a poner sus recursos (fuerza física, bicicleta, motocicleta, vehículo) para ganarse un porcentaje del costo total de la transacción; el negocio es redondo porque, supuestamente, no tienen trabajadores sino socios colaboradores, eufemismo con el que sortean las obligaciones de la legislación laboral; en palabras sencillas, no tienen que invertir en vehículos, porque esos recursos los proveen los socios colaboradores, con lo cual no gastan en ese tipo de activos.

El negocio de UBER está en tener a muchas personas, al mismo tiempo, trabajando para ellos y con un costo mínimo. Los dividendos están en el volumen de transacciones y en mantener una plataforma tecnológica funcionando de manera eficaz, con ello logran captar grandes sumas de dinero a costa del trabajo que realizan personas necesitadas y que encuentran en esta actividad, una forma de generar el dinero para satisfacer sus necesidades. Nos guste o no, hay muchas personas que han visto en UBER una forma de ganarse la vida honradamente.

El gobierno, en consecuencia, debería cobrarle a UBER lo que ahora quiere cobrarles a los trabajadores o socios colaboradores de esa empresa. La mayoría de personas que están en esa actividad, no todos, porque están desempleados o porque con ello consiguen una extra de la actividad que realizan de manera formal o informal; en otras palabras, nos guste o no, UBER genera que la gente realice una actividad con la que se pueden ganar la vida, es decir, se trata de una actividad que podemos cuestionar sus bondades pero, nos guste o no nos guste, está cumpliendo una función económica para muchos costarricenses.

Los políticos le tienen miedo a UBER por lo que esta empresa implica en términos de desempleo. Bien que mal están permitiendo que muchas personas se ganen, honradamente, un dinero y ello ayuda a evitar los problemas socioeconómicos que genera el desempleo. Se trata, sin lugar a dudas, de una actividad que beneficia a todas las partes: UBER gana utilizando a lo que llaman socios colaboradores, la gente se gana un dinero para satisfacer sus necesidades, y el gobierno, se beneficia de no tener más desempleo del que ya existe.

Por eso no se entiende las razones para que el gobierno quiera imponer a los repartidores una serie de requisitos. En lugar de pretender controlar y recaudar dinero con esta gente, deberían hacerlo con la empresa UBER; dicho de manera sencilla, se ciñen con el más débil de la cadena y lo que van a provocar es que la gente más sencilla se quede sin esta forma de ganar dinero honradamente.

Este gobierno tiene un política fiscal y tributaria totalmente errada. En lugar de poner en cintura a la gente que más tiene y que no paga impuestos, hace lo contrario y quiere mortificar a los más débiles, a los más necesitados. Conste y lo pongo bien claro para que no quepa duda: nadie está defendiendo a UBER, estoy abogando porque controlen y le cobren a la empresa transnacional; sin embargo, nos guste o no, es una realidad que está ahí y de la cual esta gente ha considerado como una opción para ganarse la vida.

El asunto es perverso porque, indirectamente, se termina decidiendo por apoyar a una empresa que explota a personas, porque la otra alternativa es que esas personas no tengan forma de ganarse la vida. Esas son las contradicciones de una sociedad que, en la realidad y no en la teoría, cuesta mucho resolver de manera inteligente.

(*) Andi Mirom es Filósofo

andimirom@gmail.com

columnapoliedrica.blogspot.com

 

 

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5 COMENTARIOS

  1. Nos guste o no nos guste el problema es la intervención del estado en todas las actividades que realizamos los ciudadanos.Regulaciones para esto,proteccion para el otro, y la voracidad fiscal del estado que busca como gravar si pudiera ,el aire que respiramos.Eso se llama sr Miron ,socialismo,
    y es de lo que padecemos, lo que tiene al país anclado, que no lo deja despegar al siglo 21,sino que seguimos pensando en Marx y Engels ,gente de otro mundo y otra época.Por ello ese fanatismo de ser empleado publico, lo mas cómodo y sabroso.Para que joderse !

    • Señor Jiménez, evidentemente usted está al otro lado del espectro ideológico. Está claro que esa forma de pensar, casualmente, es la que ha generado ese montón de personas desempleadas que son a los que echa mano UBER para hacer su negocio. El tema pasa por una solución intermedia en que la economía beneficie al mayor número de personas y no solo a unos pocos. Dudo que usted haya leído a Marx y Engels, porque una persona que lo haya hecho tiene un mínimo de respeto por esos autores, al igual que con autores como Smith, Ricardo, Keynes o el mismo Hayek. Por lo menos cuando escriba, trate de pensar que no todos quienes lo leen, son ignorantes en el tema. Lo mínimo es tener un mínimo de respeto intelectual.

  2. El sistema tributario de este país es un caos, deberían dejar un impuesto único parejo para todas las personas y empresas, ese caos tributario es el que facilita la evasión.

  3. Creo que cada persona que quiere ganarse un menudito transportando puede hacer su propia lista de clientes, así evita intermediarios innecesarios, porque es demasiado el abuso estatal en este país, nos cobran por nuestro trabajo, nos cobran por comprar, nos cobran por vender, por echar gasolina, por el Internet, nos cobrarían hasta el aire y el sol si pudieran, y cuál es el retorno de nuestros impuestos? Poderes corruptos, inflados e ineficientes. Me parece que la manera simplista de ver todo en izquierda ó derecha sólo nos divide mientras nos tienen de cuatro, porque para la clase media sí hay mecanismos de sobra para cobrar impuestos, pero para los multimillonarios lo que hay son amnistías.

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