sábado 20, abril 2024
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Otro universo borgeano

Los sueños, los mundos paralelos, el eterno retorno del Guita, los seres imaginarios, en fin todo lo imaginable, lo describió Jorge Luis Borges, ese argentino universal que aprendió el inglés antes que el castellano. A este inmenso escritor, no lo tuvo en cuenta el eternamente incomprensible Estocolmo, para darle el premio Nobel de literatura, posiblemente porque nunca fue un hombre político. De todas maneras hay (y ha habido más escritores merecedores de ese premio, que el número de los premiados) aún se le lee y recuerda y cita, mientras muchos galardonados cayeron en el olvido.

Con la literatura, como con muchas otras disciplinas, el brillo no siempre va aparejado con la realidad, es decir en nuestro mundo lo importante es el marketing y no la verdad. He conseguido ver en mi vida, demasiadas injusticias, médicos mediocres ocupando altos cargos en el Seguro, médicos brillantes pasar penurias por no dejar de decir la verdad. Profesores universitarios que dan pena (no pena ajena, como usan algunos decir, no, dan pena y punto) gozando increíbles gollerías “por no enseñar nada”, profesionales excelentes excluidos de las universidades públicas por falta de servilismo.

Recuerdo como si fuera hoy, cuando en segundo año llevaba química y un profesor mediocre, que por cierto murió muy joven, puso un examen de tres preguntas. Yo contesté bien las dos primeras y media la tercera, el grupo que era pequeño, contestó mal la primera y bien la segunda y tercera. Por presión anuló la primera, o sea pasé de 82.5 a 49.5 de calificación y los demás de 66 a 100 ellos. Me miró y con una sonrisa me indicó: ¡te ganaste la rifa! Me levanté, abandoné el aula y fui a pedir una suspensión de matricula. Me fui a los EEUU, donde al menos aprendí el inglés, luego me regresé a México donde estudié medicina (con lo que pagaba una casa de huéspedes en San José, pagaba la universidad en Guadalajara y me mantenía yo, aún sobraba algo). Muchos años después, regresé a mi tierra y ver esas injusticias (y denunciarlas) me conquistó muchos problemas, pero nunca dejé de actuar de esa manera.

Por suerte siempre hubo mejores opciones que me llegaron, lo cual hizo que no me causara amargura aquel oscuro profesorcito breve, aunque tuve que lidiar con un tío de él, biombero escandaloso de la CCSS, había como una especie de deuda kármica de sangre, pero las cargas del karma es mejor cancelarlas en esta vida, así evitamos el eterno retorno.

La vida cotidiana de nuestra Costa Rica pacífica, se ha visto transformada en un infierno de la noche a la mañana: tenemos un promedio de un asesinato y medio por día, lo que era impensable hace treinta años, además nos hemos acostumbrado a ese sangriento panorama, ya no nos asombra y cuando mucho nos saca un rictus de amargura.

Los gobernantes han venido de peor en mucho más peor, los partidos tradicionales PLN y PUSC, se deshicieron y nutrieron ese híbrido que Ottón Solís creó como panacea: PAC, que ha resultado mucho más oscuro y tachonado de errores, aplastando a los pobres y enriqueciendo una élite pseudo-comunista. Ante la avalancha de impuestos, se cierne no obstante una nube de déficit galopante y desocupación, por otro lado las gollerías se ven incrementadas.

Da una verdadera tristeza ver desaparecer una democracia que fue ejemplar por décadas, transmutarse en una seudodemocracia como las demás del vecindario. No se ven opciones viables en lontananza, parece que estamos destinados a centroamericanizarnos sin otro destino (¡achará Plata invertida!, diría mi abuelita que en paz descanse). Nuestra idiosincrasia, la de “esperar que se aclaren los nublados del día”, nuestra pusilanimidad, nos deja en manos de la solución (usualmente equivocada) por parte de grupúsculos políticos menesterosos, mientras nos sentamos en el dintel de la casa a ver pasar el entierro.

Hace unos tres años, una ola de disconformidad recorre el mundo y se ha ido instalando en Latinoamérica, ya la veremos aquí, entronizarse, causando mayor daño al país, y es que la ineptitud del gobierno es pasmosa y ese contubernio entre los tres poderes causa pérdida de la confianza ciudadana. Cuando los ciudadanos pierden la esperanza, todo puede suceder, ese es el camino evolutivo normal de la desesperanza.

Tenemos que saber los próximos tres meses estamos en inmovilidad por cálculo político: viene la piñata de medio periodo, nadie hará nada en este ínterin. Ya vimos la expulsión calculada y pusilánime de doña Rocío Aguilar, no le convenía más al Ejecutivo, entonces sucedió lo que era de esperar, traerán un gurú del BM, que no podrá entender lo que sucede, porque ha estado fuera del ring muchos años.

Nuestros economistas icónicos: Thelmo, Jorge Guardia, Villasuso, Lizano, etc, están detrás del telón, se ha perdido su excelente experiencia, buena y mala, pero muy bien conocida, ¿razón? En Costa Rica no aceptamos que alguien sea excelente y si no podemos destruirlo, lo ignoramos: le aplicamos el ostracismo de los griegos antiguos.

Vemos cómo han empezado a tambalearse las democracias cacareadas del continente americano, porque al final todo cae, resulta que los progres allanan el camino a la derecha y la derecha prepara el camino para los populistas.

Hemos estado viendo verdaderas lluvias de millones en inversiones que no vienen al caso, el problema es que al menos desde Rodriguez para acá, todos ellos están en deuda con nosotros los de a pie, algunos con festines de Baltazar, otros con cuentas difíciles de sumar, en fin todos quieren meterle el diente al pastel, los presidentes no han mostrado ningún interés por mejorar a las mayorías.

En resumen, estamos de lleno en otro universo borgeano, quizá peor: estamos en un laberinto de espejos.

(*) Dr. Rogelio Arce Barrantes es Médico

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