jueves 28, marzo 2024
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Pensiones de lujo, evasión e informalidad

De Cal y de Arena

El Congreso de la República sacó fuerzas de sus flaquezas para aprobar la legislación que impone reducciones en los privilegiados montos de los regímenes de pensiones del Gobierno Central y del Magisterio Nacional (en tanto excedan los 2.2 millones de colones) y del Poder Judicial (encima de 2.6 millones de colones).

El voto fue de los 46 diputados presentes, unanimidad “rara avis” en un Parlamento donde el arcoíris de las denominaciones y pensamientos no tiene precedentes, en el que los partidos políticos solo tienen una representación nominal y en cuyas amorfas fracciones disuenan las orientaciones de unos jefes que poco tienen de tales. Sin embargo, de esas sus muchas flaquezas, la Asamblea Legislativa sacó fuerzas para atender el virtual desafío que le habían hecho los magistrados de la Suprema Corte de Justicia al poner frontal oposición al intento de modificar los términos del régimen de pensiones del Poder Judicial y advertir que la iniciativa significaría una afectación a la organización y el funcionamiento de los cuerpos administradores de justicia, en razón de lo cual se exige una mayoría calificada para aprobarla. Los diputados tomaron el guante y reafirmaron su determinación de reprobar estos excesivos pagos, privilegiados en su cuantía y en el origen de sus aportes.

Este voto probablemente será añorado. Es de innegable valor en la recuperación de la salud y estabilidad de las finanzas públicas pero, aún agregado a la sumatoria de otras modificaciones asépticas a la estructura del gasto y los ingresos del gobierno, resulta insuficiente ante las dimensiones de la maraña de factores que siguen en pie conspirando para beneficio de los grupos de presión que trabajaron con afán para hincar al Estado y ponerlo a su servicio mediante el pago a su cargo de granjerías de todo color y pelaje.

¿Volveremos a ver a la Asamblea Legislativa comprometida con la emisión de las leyes pendientes que acaben definitivamente con la francachela que algunos grupos de presión han montado con cargo a los presupuestos públicos? Es que a la Hacienda Pública hubo minorías que le echaron encima el costo de un futuro privilegiado. Que a veces lleva también la contaminación de la corrupción, como lo marcaron aquellos famosos “certificados de abono tributario” o los regímenes de tratamiento arancelario mañosamente montados, o las excepciones y dispensas tributarias que han llegado hasta estos días -irónicamente- en que se pregona el insumo de la justicia en el cobro de los impuestos.

Es mucha la poda pendiente. Y no solo por el lado de las pensiones.

¿Cuándo perdimos el sentido y la esencia de la moral y la ética en la definición de los contenidos del orden jurídico? Veremos si esta administración y las que le sucedan recuperan autoridad para volver a aupar el apoyo ciudadano a la ingente tarea aún pendiente de sanear las finanzas públicas.

Y no solo por el lado de los privilegios; también por ese otro frente tan grande como importante constituido por quienes evaden las obligaciones tributarias y por quienes ni siquiera existen como sujetos-objeto del régimen tributario. Son las legiones de la  evasión y la informalidad.

(*) Álvaro Madrigal es Abogado y Periodista

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3 COMENTARIOS

  1. Porque nunca dan los nombres de lis diputados y la administración que aprobaron esta monstruosidad de leyes
    . Hasta que se puedan heredar !!! Increíble …

  2. Esas «contribuciones solidarias» son una burla para el pueblo: aún con ese rebajo casi cosmético, las pensiones siguen siendo de lujo, esto nos muestra la profunda falta de voluntad política en este país y la terrible injusticia social.

  3. A los que impusieron esos abusos los elegimos nosotros, les dimos el poder para hacer eso, como dice el dicho, «le dimos una escopeta a un loco».
    Cuando vayamos a votar, hagámoslo por un plan de gobierno, no por el color de la bandera del partido, o porque es «zurdo o diestro», las ideologías políticas son cosa del pasado, Pepe Figueres y el Doctorcito Calderón murieron hace mucho tiempo y con ellos su ideología, el partido político es irrelevante, lo que importa es la propuesta que tenga el candidato, si es posible realizarlo, y si la persona tiene la capacidad y el equipo necesario para ejecutar, así como apoyo en la asamblea, que de nada sirve tener a erudito en Zapote, si le ponemos «al Bryan y la Kimberly» en Cuesta de Moras.

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