Washington, 26 dic (Sputnik).- El presidente de EEUU, Donald Trump, y su homólogo de Egipto, Abdelfatah al Sisi, expresaron su rechazo a que la crisis de Libia sea explotada por actores externos y llamaron a las partes enfrentadas en ese país a adoptar medidas para resolver el conflicto, sostuvo el jueves la Casa Blanca en un comunicado.
«Hoy (jueves) el presidente Donald Trump habló con el presidente Abdelfatah al Sisi de Egipto. Los líderes discutieron sobre importantes asuntos regionales y bilaterales», señala el comunicado.
Respecto de Libia, Trump y Sisi «rechazaron la explotación extranjera y coincidieron en que las partes deben dar pasos con urgencia para resolver el conflicto antes de que los libios terminen cediendo el control a actores foráneos», sostuvo la Casa Blanca en el comunicado.
Ver: Gobierno de Unidad Nacional libio solicita ayuda militar a Turquía
El Gobierno de Unidad Nacional de Libia, con sede en la capital, Trípoli, solicitó el jueves más temprano ayuda militar a Turquía.
El Ejecutivo encabezado por Fayez al Sarraj y avalado por las Naciones Unidas pidió a Turquía brindarle apoyo «en tierra, mar y aire», según medios árabes.
La información fue confirmada a Sputnik por el jefe del grupo de contacto ruso para la solución de la crisis libia, Lev Dengov.
«La oficina del Gobierno de Unidad Nacional confirmó que había solicitado oficialmente a las autoridades turcas el apoyo militar en tierra, mar y aire», dijo Dengov a esta agencia.
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan reiteró el jueves que si recibía la solicitud de enviar sus tropas a Libia, la aceptaría, y declaró que en enero tiene previsto pedir la autorización del parlamento para hacerlo.
El diario oficial Resmi Gazete reportó que el mandatario promulgó el acuerdo de cooperación militar suscrito el 27 de noviembre en Estambul con Al Sarraj.
Ese documento, junto con el memorando de entendimiento mutuo que traza la frontera marítima entre Turquía y Libia cerca de la isla griega de Creta, había sido ratificado por el parlamento turco.
Grecia, Egipto, Israel y el parlamento de Libia, que sesiona en Tobruk (en el noreste libio) manifestaron su rechazo a los acuerdos turco-libios.
Por su parte, la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL, por sus siglas en inglés) lamentó la creciente interferencia extranjera en el conflicto y alertó de que la escalada actual amenaza la unidad del país.
Libia continúa sumida en una crisis desde que el derrocamiento de su líder histórico, Muamar Gadafi en 2011, derivó en violentos enfrentamientos entre facciones rivales, el surgimiento de grupos yihadistas y de mafias que se dedican al tráfico de migrantes irregulares de África a Europa.
Actualmente en el país hay una dualidad de poderes: el Gobierno interino, que controla la parte oriental del país junto con el parlamento, y el Gobierno de Unidad Nacional en Trípoli, avalado por la ONU.
A principios de abril, Libia entró en una nueva espiral de violencia después de que el Ejército Nacional de Libia al mando del mariscal Jalifa Haftar empezara una ofensiva para liberar a Trípoli de «terroristas».
Las fuerzas leales al Gobierno de Unidad Nacional respondieron con la operación Volcán de Ira contra las tropas de Haftar, que en los últimos días lanzó una serie de ataques aéreos contra la ciudad de Misurata y amenazó con continuar los bombardeos si los efectivos que responden a Al Sarraj no abandonan Trípoli y Sirte. (Sputnik)