Madrid, 7 ene (Sputnik). – El presidente del Gobierno español en funciones y candidato a la investidura tras las elecciones del pasado 10 de noviembre, Pedro Sánchez, este martes hizo un llamamiento a las distintas fuerzas de derecha a dejar atrás el «clima de crispación» y «aceptar el resultado electoral» ante la inminente formación de un Gobierno de coalición progresista entre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Unidas Podemos (UP).
En su breve exposición, el candidato a la presidencia aseguró que las derechas españolas están sufriendo un berrinche porque no le gustan sus planes para aplicar políticas progresistas financiadas mediante un aumento de la presión fiscal a los más ricos
«Su conclusión es siempre la misma, o gobiernan las derechas o no hay gobierno en España (…) Ustedes pueden continuar con el berrinche o aceptar el resultado electoral», dijo Sánchez en una pequeña intervención ante el pleno del Congreso de los Diputados, que este martes celebra la tercera jornada de la sesión de investidura de Sánchez.
Agregó que «habrá una coalición progresista porque así lo han escogido los españoles y la mayoría parlamentaria».
Está previsto que en esta tercera jornada Sánchez sea investido por mayoría simple con 167 votos a favor, 165 votos en contra y 18 abstenciones.
En su discurso, Sánchez afirmó que su propuesta para formar un Gobierno de coalición progresista es «la única opción posible» que deja la aritmética parlamentaria tras las dos elecciones generales celebradas en 2019, en las que el PSOE fue la formación más votada.
En las últimas horas, distintos actores de la derecha española calificaron como ilegítimo el futuro Gobierno de Sánchez e incluso hicieron llamamientos a la insurrección militar por el hecho de que su investidura se apoya en la abstención de partidos independentistas de Cataluña y el País Vasco.
Uno de los puntos más destacados del programa de Sánchez consiste en la creación de una mesa de diálogo «bilateral» con el Gobierno catalán para buscar soluciones al conflicto territorial.
Esta iniciativa responde a una exigencia del partido independentista ERC, que entregará su abstención para permitir la investidura de Sánchez en segunda vuelta cambio de la creación de dicha mesa, de la cual debe salir una propuesta política para la resolución del conflicto que, obligatoriamente, será sometida a votación entre la ciudadanía de Cataluña.
En esa mesa, los partidos independentistas podrán plantear sin cortapisas su petición de un referéndum de autodeterminación para Cataluña, aunque Sánchez ya dejó claro que su intención es que el proceso de diálogo sirva para someter a votación un acuerdo de renovación de la convivencia, no de ruptura.
En su discurso de este martes Sánchez volvió afirmar que la mesa supone una oportunidad de devolver el conflicto catalán al diálogo. (Sputnik)