viernes 19, abril 2024
spot_img

Heridos y golpeados del 2 de febrero

De cal y de arena

He de pensar que esa eufórica interpretación que dan las cúpulas de los partidos Liberación Nacional y Unidad Social Cristiana a los resultados de las elecciones municipales del 2 de febrero, obedece a una simulación escénica montada para desdibujar la realidad que emana del dictado de las urnas y por ahí sofocar la crítica. Al fin y al cabo, en los partidos también hay incautos y bobos.

Liberación Nacional vio desplomarse su contingente de alcaldes, de 50 a 42, en una marcha descendente que viene imparable desde hace varias campañas. Y el PUSC creció su tropa en una escuálida unidad, expresión que por anémica no debería servir para gloriar la campaña ni para marginar la necesidad de preguntarse –como también lo debe hacer el PLN- cuáles son los errores acumulados en la gestión política y cuáles son los contenidos de lo que debería ser una distinta forma de convocar al electorado.

Las reflexiones valen a propósito de la campaña para elegir autoridades municipales, así se sostenga que de estas elecciones no pueden extraerse extrapolaciones para proyectarlas al escenario de las elecciones nacionales. Porque el electorado, sus sentimientos, sus frustraciones, sus ambiciones, sus prejuicios y valores, su descreimiento respecto a esos partidos, también se incuban a propósito de las justas nacionales. No hacerlo puede empujar a una caída en picada. Algo así como la que sufrieron otros partidos (Movimiento Libertario, el Frente Amplio).

Esos sentimientos renovadores, ese anhelo de cambio,  ese rigor ético tan venido a menos, que sí están percibiendo y atendiendo otros movimientos políticos insurgentes en estos años, exponen una pertinente razón explicativa del por qué el ciudadano acudió a votar por las candidaturas cantonales de nuevos colores. La insurgencia partidista cantonal de nuevo cuño tiene una explicación en la cercanía con que sus gestores se allegaron al electorado. Cercanía que por lo visto, han perdido los partidos tradicionales. Incluido Acción Ciudadana (que ha calcado todos los “atributos” que les repudió a la hora de constituirse) cuyas grandes figuras adentro y afuera del gobierno reciben la tarjeta roja del votante. Una masa de electores que en buen número le respaldó cuando se inclinó por optar “por el menor de los males” (Carlos vrs Fabricio) pero que ahora, ante otros valores en juego, le niega su apoyo y le castiga con unos números propios de un castigo.

Otro cambio en el sentimiento del electorado se manifestó en la frustrada carrera de los partidos cristianos. No alcanzaron ninguna alcaldía, aunque sí presencia en regidores y síndicos de distrito. Ah!, también en la ventanilla de los pagos de deuda política.

Irrumpió por aquí y por allá el partidismo cantonal de nuevo cuño al lado de otras pocas formaciones cantonales con presencia en procesos precedentes. Cosecharon casi tres veces más el número de alcaldías a su haber en 2016, en algunos cantones desplazando al caciquismo veterano (Nicoya, Santa Cruz, Santo Domingo, Cartago). En la Vieja Metrópoli al influjo también del desprestigio del candidato liberacionista, un candidato con escuela y con espuela –Mario Redondo- dio la sorpresa. En tanto otros también con escuela y con espuela pero asentados en los viejos reductos liberacionistas –Johnny Araya en San José, José Manuel Ulate en Heredia y Alfredo Córdoba en San Carlos- rezagaron con holgura a sus rivales. Si bien “Araya el eterno”, con sus 33 años de reinado ya asegurados, no logró cautivar a los empadronados: salió electo con el respaldo de menos del 10% del padrón.

En Cartago, un resultado también influido por una valoración ética. Contrasta con el resultado habido en Limón, donde se reeligió Néstor Mattis a pesar de una larga hoja de cuestionamientos legales y éticos, pero por obra y gracia de la carambola que resulta del alto abstencionismo.  ¿Qué encontró ese elector limonense en Mattis para disimularle los pecados que se le atribuyen?. Sin duda, ha de haber en ese cantón una distinta tabla de valores.

El abstencionismo y la irrupción desafiante de fuerzas políticas cantonales, esas son las dos realidades que explosionaron el 2 de febrero. Serán dos factores –con distinto poder de impacto- que estarán jugando un papel influyente en febrero de 2022. Tanto como para tumbar la decisión final a una segunda ronda cuanto para vedarle el primero y el segundo lugar al PLN y al PUSC- ¿Por qué no?. ¡Descobíjense!

(*) Álvaro Madrigal es Abogado y Periodista

 

 

Noticias de Interés

2 COMENTARIOS

  1. La opinion del pueblo no cambió respecto a elecciones anteriores, lo que pasó fue que por fin los medios populares hicieron algo responsable, alentar a la población a votar, al final fue baja la participación, pero más representativa que las votaciones anteriores, donde solo los allegados a los candidatos votaban.

  2. Sin duda que la nefasta y corrupta politequeria fue el gran invitada en esta elecciones . Asfalto por aqui y por alla , que casi todavia humeaba el 2 de febrero . Promesas y presiones sobre el electorado de construirle obra solo si le ganan estas o aquellas mesas . Aqui se nota la maquinaria tradicional electorera de los partidos , como el PLN Agreguemos el abtensionimo, mucho motivado por el caso de estos alcaldes que se vienen reeligiendo por varios periodos. Muchas personas se desmotivaron a votar con el argumento de que estos ya tienen todo «montado» para reelegirse de nuevo .

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Últimas Noticias