viernes 19, abril 2024
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Los riesgos de la democracia (Segunda parte)

Mencioné en la primera parte como en los años cincuenta, fuimos caminando hacia la democracia, en plena Guerra Fría tuvimos un modelo “Socialdemócrata”, incluso el otrora partido de la oligarquía, dio un viraje sano hacia la socialdemocracia.
Tenemos que tomar en consideración que vivíamos años de turbulencia social en Centroamérica y Cuba, por tanto el sistema funcionó para mantener la tranquilidad en la población.
Quizá hubiéramos seguido de ese modo, pero ante la democratización de Centroamérica, con la excepción de Cuba y Nicaragua, aunado a la implantación del neoliberalismo durante el primer gobierno de Óscar Arias, impuesto por EEUU, la cuestión cambió.
Nuestra clase media que llegó a ser de base muy ancha, fue contagiada por el consumismo de baratijas chinas, las tarjetas de crédito, carro popular como le llamó Oscar y entonces el estatus tenía que cambiar y los otrora trabajadores del sector público, tuvieron acceso a salarios elevados lo que promovería el sistema liberal a ultranza.
Al entrar en la última década del siglo XX, se llevó a cabo el nefasto pacto Figueres-Calderón, donde los hijos de dos actores de los hechos del cuarenta y ocho, aceptaron una especie de co-gobierno, que implantaría de lleno el neo liberalismo de Milton Friedman (Reagan y Tatcher) y entonces empezó la decadencia de la clase política.
Hubo demasiados actos gubernamentales reñidos con la ética y la gente en general comenzó a ver a los políticos como una especie dañina, tenemos que agregar que ya no éramos un país de iletrados que aceptaba todo sin chistar, las universidades públicas se convirtieron en antros de poder hereditario y muy caro, donde se repartía el presupuesto entre salarios y regalías, Recope y muchas otras autónomas entraron en esa lucha y se convierten de pronto en instituciones inútiles y muy caras.
El estado hipertrofió las planillas en pagos y número de servidores y el régimen de la CCSS comenzó a amenazar con acabarse. Muy astutamente algunos gobiernos, pensionaron de lujo a ex comunistas que convertidos en gente solvente, dejaron de pensar en las mayorías, algunos gremios voraces se llevarían otra enorme tajada y esto fue Troya.
En escasos veinte años, se borró con el codo lo que se había hecho con la mano. Una pérdida de credibilidad de los dos partidos mayoritarios PLN y PUSC, sumado a una clase emergente muy inteligente e interesada en sostener el estatus quo, desde las universidades públicas, empezaron una lucha por convertir el país en una democracia de izquierda pero eso si, ellos a la derecha: tenemos lo que actualmente somos. Mientras todo esto sucedía, los políticos tradicionales pactaban con la clase empresarial por un nuevo orden económico y social.
(*) Dr. Rogelio Arce Barrantes es Médico

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