viernes 19, abril 2024
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De cotizaciones magisteriales y pensiones “de lujo”

Pocos vocablos han recibido tanto énfasis en los últimos años, como el de pensiones  “de lujo”, que la prensa escrita, televisiva y radiofónica se ha encargado de hacer llover sobre las audiencias, aderezado con abundante connotación negativa, hasta el punto en que, en el imaginario popular, la imagen del pensionado “de lujo” empieza en sinvergüenza y  de ahí en adelante pasa por toda suerte de epítetos insultantes,  hasta llegar a amenazas  a la integridad física (documentación en archivo).

Originalmente el término pensionado “de lujo” se asoció con políticos que recibían montos elevados de pensión, pero fue prontamente “ampliado” para cubrir a los jubilados magisteriales y a otros del sector público.  Existen intereses muy poderosos en este país interesados en convertir las pensiones en un negocio, y “formar” opinión pública en contra de los jubilados de regímenes especiales es entonces esencial.  Durante ese proceso, el rigor y la objetividad son las primeras víctimas de la ofensiva “periodística”, así como víctima ha sido también el mérito histórico que corresponde a las generaciones de jubilados que contribuyeron a formar los cuadros técnicos y profesionales que tiene el país en la actualidad y de los que, irónicamente, se enorgullecen sin cesar los medios de “comunicación”, con motivo de la pandemia presente.

Para introducir en el debate algo de exigencia, tratemos de definir una pensión “de lujo”. Dijeron en su oportunidad el Director Nacional de Pensiones y el ex Superintendente de Pensiones que, técnicamente, una pensión “de lujo” es aquella para la que no se ha cotizado, o no lo suficiente. Es una definición aceptable como punto de partida.  Sin embargo, no deja de tener problemas, porque de acuerdo a ella, los beneficiarios del “régimen de pensiones” no contributivo ¡también serían pensionados de lujo porque no cotizaron! Salvemos la situación y dejemos claro, entonces, que no hay tales pensiones del régimen no contributivo, sino subsidios.

Y al meollo del asunto. Los jubilados magisteriales han sido llamados pensionados de lujo: ¿será porque no han cotizado para sus pensiones, o no lo suficiente? Para contestar la pregunta nos referimos a los datos históricos, que han sido ocultados o ninguneados en la ofensiva contra los jubilados del Magisterio. Desde la creación del Régimen de Pensiones del Magisterio, en 1958, la cotización de los docentes  fue de 5%.  ¿Para el IVM CCSS? 2.5%. A partir de 1991, Magisterio 7%, IVM CCSS 2.5%; a partir de 1997, Magisterio 10% a 16%, IVM CCSS  2.67%; al 2012, Magisterio 8.75% a 16% activos, 12% a 16% jubilados, y el IVM CCSS sigue en 2.67%;  éste último no aumenta sino a 2.84% en el 2015, y apenas llegó a 4.0% el pasado enero de 2020.

En resumen, el Magisterio cotizó religiosamente durante todas esas décadas, mucho más que los adscritos al IVM, y según estimaciones actuariales, su  fondo de pensiones habría cubierto la mayor parte, si no toda, la erogación por el pago de sus jubilaciones… si los gobiernos desde 1958 no lo hubieran desviado a gasto ordinario, aunque parezca mentira. Por ello, no deja de ser difamatoria la afirmación de la prensa cuando dice en tono implícitamente acusatorio que las jubilaciones del Magisterio deben cubrirse con impuestos, pero sin aclarar el por qué; tampoco dice, como exige el equilibrio en la información, que con las deducciones de ley, incluyendo una contribución “especial, solidaria y redistributiva” (art. 71, ley 7531) (¡que se cobra desde 1997!),  las pensiones más elevadas se reducen a menos de la mitad del monto nominal o bruto, apenas por sobre el  tope establecido por la misma ley (4 millones en la actualidad). Debe tenerse ésto en cuenta cuando la prensa insiste una y otra vez, en actitud que semeja a mala fe, acerca de pensiones magisteriales “de diez millones o más”, sin las aclaraciones que por ética se deberían hacer.

Por lo tanto, según la definición técnica de “pensión de lujo” y los datos aportados, si el Magisterio cotizó en la forma descrita, no se puede decir que sus pensiones lo son,  sin faltar a la verdad.

(*) Dr. Jorge D. García, Ph.D.

Catedrático Jubilado, UCR

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2 COMENTARIOS

  1. El 60% del presupuesto de las pensiones las recibe solo el 10% .
    Usted Dr. Con cuánto contribuye a ese parasitismo .alegando una contribución altruista que no responde al nivel de progreso del país .
    Ahora bel presupuesto más alto del estado está destinado a mantener ineptos en el magisterio .
    Más del 60% de la población laboral
    Trabaja en la informalidad .
    Y usted disfruta una pensión que sobrepasa el sentido común solidario
    .o sea el impuesto, que va a para en sus bolsillos y el de sus colegas de improductividad .

    • Ningún carnicero, habla mal de la carne que vende.se puede escribir con gran majestuosidad, o con el más alto nivel de cultura, conocimiento, educación,pero, cuando uno no tiene conciencia, consideración,humildad y saber que cuando en una mesa, se tiene esa abundancia de banquete,que ha Sido concebido Acosta del robo y despilfarro amparándose en una ley injusta,,(robo perfecto) eso es no tener escrúpulos al participar de gran corrupción , queriendo justificar lo injustificable, eso no es amar a tu prójimo, a tu país , menos tener temor de Dios. De verdad que vergüenza ajena, y que ignorancia de nosotros que es esta la mayor razón del deterioro y no de la economía, sino de toda la estructura de este gente país y de gente tan especial. No hay más robo.más daño, que ampararse en leyes injustas e infundamentadas , que de permiso legal de robar y hacer daño. Que persona no va a defender o hacerse el de la vista gorda al rebasar un sueldo que no se lo merece.y menos una pensión que no se la ha ganado, como el resto de trabajadores honesto de esta bella nación Costa Rica.

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