viernes 29, marzo 2024
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Un ejemplo y nosotros

Dentro de la enorme cantidad de noticias acerca de las manifestaciones populares que se están realizando en distintas ciudades de los Estados Unidos de Norteamérica, encontré este resumen que ilustra bastante bien lo que está sucediendo. Entiendo que hay mucho más que decir, claro está, sobre todo cuando los grandes medios controlados por los intereses económicos y políticos de la ultra derecha norteamericana, ocultan o tergiversan las noticias sobre los hechos.

Según un balance ofrecido la noche del martes por la cadena de televisión estadounidense KTLA, los duros enfrentamientos registrados en la última semana entre los manifestantes y la Policía norteamericana han causado hasta el momento al menos 11 decesos el país norteamericano, la mayoría de los cuales son personas de raza negra.

Otros cientos de manifestantes resultan heridos por balas de goma y también gases lacrimógenos lanzados por los agentes policiales, según detalla el medio estadounidense. Varios de estos heridos están en estado grave, agrega

Por su parte, la agencia norteamericana de noticias Associated Press ha informado este miércoles que al menos 9300 personas han sido detenidas en todo Estados Unidos durante las protestas tras la muerte de George Floyd. La ciudad de Los Ángeles registra el mayor número de los detenidos con 2700 personas, seguida por Nueva York con unas 1500.

La alta cifra de los detenidos refleja la intensa actividad policial que ha rodeado las protestas en ciudades de todo el país norteamericano. El mandatario estadounidense, Donald Trump, ha agudizado la situación al tachar de “matones” a los manifestantes e incluso ha amenazado a su pueblo con usar el Ejército para reprimir a los que protestan.

Floyd, un afroamericano de 46 años, murió el 25 de mayo a manos un policía blanco en la ciudad de Minneápolis, en el estado de Minesota (norte de EE.UU.). La víctima colapsó después de estar al menos 10 minutos bocabajo, contra el suelo, mientras un agente policial lo inmovilizaba presionando con una de sus rodillas su cuello, de acuerdo con el audio de un vídeo de varios minutos filmado por un transeúnte.

Este terrible suceso ha generado amplias protestas a lo largo y ancho de EE.UU., e incluso allende sus fronteras, en contra del racismo, la xenofobia y los abusos policiales contra las minorías raciales.

La trágica muerte de Floyd ha desenterrado otros casos similares, como el de Eric Garner, que murió asfixiado en 2014 por el abrazo mortal de un policía en Nueva York tras gritar, hasta en 11 ocasiones: “No puedo respirar”, y que se volvió símbolo del movimiento Black Lives Matter (Las vidas negras importan); o el caso de Michael Brown, de 18 años, que murió en Ferguson (Misuri) a manos de otro oficial blanco en 2014.

Esta es una señal más de la decadencia en la que ha caído el imperio norteamericano, sobre todo durante el nefasto período de gobierno de Trump, ejemplo perfecto de lo más aborrecible de ciertas élites norteamericanas, que manejan a su antojo a la inmensa masa ignorante de la que está compuesta la sociedad de ese país.

Un artículo publicado en The Washington Post por el historiador estadounidense Max Boot califica a Donald Trump como «el peor presidente en la Historia de Estados Unidos». Varios medios de prensa del mundo reproducen hoy este texto, en el cual se le compara con otros mandatarios de EE.UU. como Harry S. Truman, catalogado como «espantoso»; Dwight D. Eisenhower y George H.W. Bush, a quienes nombra el historiador «simplemente mediocres»; y con Thomas Jefferson y Woodrow Wilson, los que «ya no se ven tan bien como solían hacerlo».

«Con su catastrófica gestión ante el coronavirus, Trump ya es el peor presidente en la historia de Estados Unidos», explica Boot. «Su único gran competidor por ese dudoso honor sigue siendo Buchanan, cuya indecisión contribuyó a que termináramos en la Guerra de Secesión, el conflicto más letal en la historia de Estados Unidos».

«La situación es tan crítica que es difícil aceptarla. The Atlantic destaca: “Durante la Gran Recesión de 2007 a 2009, la economía sufrió una pérdida neta de aproximadamente nueve millones de empleos. La recesión de la pandemia ha visto casi 10 millones de solicitudes de prestaciones por desempleo en apenas dos semanas”. The New York Times estima que el índice de desempleo está alrededor de 13%, el más alto desde el fin de la Gran Depresión, hace 80 años.

«Mucho peor que eso es la mortandad. Ya tenemos más casos confirmados de coronavirus que cualquier otro país. Trump declaró el 26 de febrero que la epidemia pronto estaría “casi en cero”. Ahora sostiene que si el número de muertos es de cien mil a 200 mil —una cantidad mayor que todas las muertes estadounidenses en todas nuestras guerras combinadas desde 1945— será una demostración de que ha hecho “un muy buen trabajo”.

«No. Será una señal de que él es un miserable fracaso, porque el coronavirus es la catástrofe más previsible en la historia de Estados Unidos. Las advertencias sobre los ataques de Pearl Harbor y el 11 de septiembre fueron evidentes solo en retrospectiva. Esta vez, no se requirió de ninguna inteligencia ultrasecreta para ver lo que se venía. La alarma fue activada en enero en los medios por expertos y por líderes demócratas como el ahora candidato presidencial, Joe Biden», dice el historiador.

La incapacidad de Trump en enfocarse en el problema, señala el Post, “sembró una importante confusión en el público y contradijo los mensajes urgentes de los expertos en salud pública”. También permitió que varios errores burocráticos no fueran atendidos como fallas graves, como realizar suficientes pruebas de diagnóstico o almacenar suficientes equipos de protección y respiradores.

«Trump, como lo hace característicamente, está trabajando más duro que nunca en culpar a otros —China, los medios, los gobernadores, el expresidente Barack Obama, los gestores del juicio político demócrata, todo el mundo menos su caddie de golf— de sus equivocaciones. Su mantra es: “No asumo ningún tipo de responsabilidad”. Queda por ver si los votantes se creerán sus excusas. Pero pase lo que pase en noviembre, Trump no podrá escapar del implacable juicio de la historia.

Estos hechos deberían servir de ejemplo para otros países, que aunque menos poderosos, tienen élites que se comportan de igual forma que la norteamericana, porque la codicia y la ambición no tienen nacionalidad, a fin de que no caigan en lo que llamo el populismo inducido desde arriba, y que tantísimo daño hace y ha hecho, por ejemplo, en países como Brasil. En ambos casos los analistas olvidan los componentes ideológicos religiosos, de tinte fundamentalista, que se perciben detrás de las figuras de Trump y el también nefasto presidente del Brasil.

Nuestro país no está exento del peligro que ello significa, la mezcla de populismo con fundamentalismo religioso, y ya tuvimos una experiencia bastante desagradable en las pasadas elecciones, con las consecuencias que hoy padecemos en la Asamblea Legislativa, donde los grupos evangélicos y los social cristianos, haciendo uso de sus fuerzas en el Poder Legislativo, tratan de entorpecer cualquier avance en derechos humanos, obra pública como la relacionada con el transporte masivo de ciudadanos, y cosas así, creyendo que con ello suman réditos para la próxima campaña política.

Nunca está de más detenerse un poco a reflexionar sobre estos temas.

(*) Alfonso J. Palacios Echeverría.

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4 COMENTARIOS

  1. Las instituciones estatales discriminatorias y racistas no van a parar la economia ni los fundamentos de nuestra democracia para el desarrollo de Costa Rica.
    Es hora de decir enough is enough.

  2. En lo que vamos del 2020,en EEUU se dio el Impeachment,con el objeto de derrocar a Trump.Ya en febrero se empezó con el Covid-19 , y el ataque político fue de que no habían ventiladores y equipos, ni preparacion.Se fabricaron hasta para sobrar.Barcos Hospitales para las ciudades afectadas New York ,New Jersey,Los Angeles,New Orleans todas ciudades dominadas por los demócratas.Pasamos a finales de mayo y entre pleitos y discusiones de lo apropiado de abrir la economía o mantener la cuarentena, al asesinato de Floyd.De nuevo las ciudades con lideres demócratas ,contrarios a Trump, las mas afectadas ,New York,Chicago,Los Angeles,Minneapolis donde la destrucción y saqueo impero.Ya Atlanta pidió la Guardia Nacional y problema resuelto.
    El regreso de la economia norteamericana y el ver por TV ,todas las noches, sus ciudades, siendo vandalizadas,auguran ,hoy dia, la victoria de Trump noviembre con mas fuerza.
    Nada que asuste mas al pueblo norteamericano que afrodescendientes vandalizando la ciudad.El corazón de EEUU,sus ciudadanos, ajeno a las grandes ciudades, esta estupefacto de lo que ha visto.
    Biden es un candidato descolorido que no le aguanta a Trump ni el primer round.Su fuerza son los afrodescendientes.Esa es la verdad.
    Las bolsas recuperan lo perdido y con la inyección de trillones de dolares a la economia,esta se recuperara a tiempo para las elecciones.Lo demas es lo que llaman los gringos «wishful thinking «.

  3. A algunos sólo les falta canonizar a Donald Trump y su grupo de matones fascistas, algo que constituye una inmensa hipocresía frente a los actos de quienes, desde la policía y la administración federal y estatal, tienen ya mucho tiempo de ejercer la más brutal violencia contra la comunidad afroamericana. Un pastor bautista negro dijo que están cansados de tener la rodilla sobre la nuca durante ya más de cuatrocientos años.

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