lunes 15, abril 2024
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San Carlos en la pandemia, una visión psicosocial

Una pandemia se pasea por el mundo, en otro tiempo fue un fantasma merodeando especialmente por Europa enarbolando una ideología política y como era de suponer como los virus también invadió la geografía del planeta y por supuesto asustó a la humanidad, porque los fantasmas son espectros alimentados en el imaginario social para amedrentar y dominar. Hoy ya hace algunos meses una epidemia sobrevuela la vasta superficie de la tierra, un virus, microscópico, pero que tiene las mismas características fantasmagóricas y se nutre de la misma forma, para atemorizar y dominar. Surge entonces la consigna de: asusta y vencerás. Con esto no quiero negar o menospreciar la amenaza que representa para el mundo, el país y el cantón la enfermedad del covid 19.

Aunque se puede sacar un patrón de análisis generalizado para aplicarlo al orbe entero, lo cierto es que asume características especiales en cada país y en cada región. San Carlos no es la excepción, la pandemia se comporta de manera diferente en los países y en un mismo país vemos situaciones particulares, entonces en San Carlos aplicamos la premisa de somos únicos y particulares, algo que a los sancarleños y las sancarleñas nos llena de orgullo. La originalidad, la particularidad, la autenticidad.

Para aproximarnos a lo que pasa hoy es necesario al menos rememorar la historia más próxima. Me basaré en vivencias más que en evidencias. Acoto que las evidencias pueden ser rebatidas, las vivencias no.

El ingreso de población de la meseta central a las llanuras del norte, de los mal llamados “colonos” es relativamente reciente desde una perspectiva histórica, recordemos que la historia es un continuo, como la vida. Y recordemos que los autóctonos (mal llamados indígenas) estaban aquí hace cientos de años, por eso el concepto de colonización implica un acto de dominación de seres humanos sobre otros, lo cual estoy seguro ningún oriundo de estas tierras le quiere adjudicar a nuestros ancestros. Lo cierto es que vinieron de todas partes y también de Puriscal como dice la canción. Según apunta Molina González en su libro “El Proceso Histórico Geográfico de la Colonización Agrícola en San Carlos.” Ubica este período en el año 1850 cuando Don Francisco Martínez construye la picada que comunica a San Ramón de los Palmares con el Río San Carlos a la altura de Muelle, y en 1851 llega el primer habitante de la región Don Victoriano Fernández y se instala en la Riviera del Río San Carlos en una franja entre Florencia y Muelle. Y así fueron llegando otros y otras en su afán de afincarse en una tierra fértil pero inhóspita. Por este tiempo también se establece un tránsito fluido de “cazadores de fortunas” que va desde el oeste de California por la fiebre del oro hasta San Juan del Sur en Nicaragua en la salida del Río San Juan internándose en el vecino país hasta llegar al Lago de Nicaragua. Es de inferir que con este influjo de población también hay “exploración” de las tierras en la rivera del Rio San Juan del lado de Costa Rica y la eventual oportunidad de transitar por las aguas del Río San Carlos. Así muchas personas, en el afán de ganancias y proyectos hacen denucios en áreas del Río San Juan y en ambas márgenes del Río San Carlos. El influjo de “colonizadores” tiene tres vertientes: procedentes del Valle Central, procedentes de países europeos y de origen Nicaragüense. De esto hace aproximadamente 170 años, o sea que la realidad de una “frontera permeable” no es de ahora. Preguntémonos cuál sería la cobertura boscosa de ese entonces y echemos una mirada a vuelo de pájaro a la cobertura actual. La relación con el ambiente es primordial en la intrincada relación ser humano-naturaleza y las condiciones de vida y desarrollo integral. El estandarte de “colonización” era talar el bosque para los cultivos y los pastizales. El bosque se convierte entonces en sinónimo de incivilización y su eliminación muchas veces con prácticas devastadoras en el signo de civilización y cultura. Los bosques eran arrasados, no sin antes extraer las maderas valiosas que no solo servían para construir sus casas, sino también para sacarlas y venderlas en los aserraderos del cantón, donde eran procesadas y vendidas a la población local o sacadas a la meseta central, muchas de las viviendas antiguas de la gran área metropolitana que todavía subsisten fueron hechas con maderas extraídas de los bosques de San Carlos. Se rompe así la relación de mutualidad entre ser humano naturaleza y se da paso al desequilibrio natural y por ende psicosocial. El hacha y posteriormente la motosierra son los elementos simbólicos de la lucha (no la alianza) con la naturaleza y por la sobrevivencia.
Estos finqueros y finqueras iniciaron una incipiente producción agrícola y pecuaria de subsistencia especialmente de granos básicos y especies vacunas, porcinas y avícolas. Primero fue de subsistencia y progresivamente se estableció un trasiego de mercancías en forma reciproca por las vías pluviales con Nicaragua y algunos ríos del norte de Costa Rica y por incipientes caminos con la meseta central. De esta forma la “colonización” del cantón se da en dos flancos por la frontera y por el influjo de personas de la Meseta Central.
De esta forma, con el correr de los años se fueron haciendo pueblos y caseríos el más importante el de La Unión que después se llamó Villa Quesada y con los aires de modernismo se le cambió el nombre a Ciudad Quesada. Se fueron gestando entonces focos de desarrollo con la formación de los pueblos bajo tres elementos simbólicos: el templo, la plaza, la escuela. Quedando siempre la franja fronteriza como una región con poco desarrollo, con cobertura boscosa, inhóspita e insalubre. Este territorio de San Carlos, de tardía “colonización” fue foco de pandemias como la malaria, la gastroenteritis, la parasitosis entre otras. Con las cuales tuvieron que lidiar muchos de nuestros abuelos y abuelas antes de que se contara con sistemas de salud y tratamientos para estas afecciones. Subrayo que aunque estas no aparecen categorizadas como pandemias se cobraron muchas vidas en el proceso de desarrollo de la geografía del cantón.

Mientras esto sucede en el plano regional, el mundo vivía dos guerras mundiales y su consecuente devastación y posterior a la segunda guerra la polarización en dos bloques: el capitalista y el comunista. Estos bloques se consolidan desde el poder ideológico, político y económico y surge la USA como potentado del bloque capitalista y economía dominante y la URSS como bloque comunista. Literalmente el mundo partido en dos por las ideologías y la economía que se concretiza en lo que se denominó “la guerra fría.” En la inmensa cintura del centro y sur de América se recrudecen las dictaduras militares de derecha y su consecuente explotación y pauperización de los países de América Latina.

En este contexto Costa Rica emprende su modelo de desarrollo, con pequeños y medianos productores agropecuarios y también se implementa la hacienda con grandes extensiones de tierra como modelo de explotación en la actividad cafetalera, azucarera y ganadera. Un hecho importante es el advenimiento de la United Fruit Company en la Zona Sur y el Caribe del País, Costa Rica se convierte en un enclave bananero en Banana Republic, se arrasan cientos de hectáreas de bosque para sembrar banano. En el Caribe aún persisten y en el sur cuando la Compañía decide dejar la zona, deja grandes extensiones de tierra devastadas y contaminadas y no asume ninguna responsabilidad y menos hacer una indemnización al Estado por los daños. Después muchos terrenos se convierten en cultivos de palma africana para la producción de aceite como los que vemos hoy en Coopesilencio.

Cabe mencionar que aunque estos modelos productivos no eran justos ni representaban un baluarte de la distribución de la riqueza, al menos se preocupaban de brindar condiciones mínimas a los trabajadores y sus familias proporcionándoles un alojamiento modesto. Ejemplos de esto en San Carlos son: Hacienda La Marina, Ingenio Quebrada Azul, Hacienda Juan Mercedes, Ingenio Santa Fe, Hacienda La Josefina entre otras. Aunque fuera de una forma incipiente se asumía el concepto de responsabilidad social empresarial, se formaban pueblos con escuelas pública, templo y plaza de deportes. La relación obrero patronal implicaba una alianza basada en el compromiso y muchas veces en la lealtad política.

Por estos tiempos soplan vientos ideológicos, el fantasma se sale de Europa y se extiende por el mundo y encuentra albergue en los países pauperizados de América Latina, un caldo de cultivo, para que surja el antagonismo político y los movimientos revolucionarios de izquierda y con esto aparejados la represión y la brutalidad de los regímenes dictatoriales de derecha.

En este mar agitado Costa Rica conduce la barca y no por generación espontánea, ni por azar, ni por la confabulación del destino, sino por la visión, el trabajo y la constancia de algunos hombres y mujeres se asume un modelo de desarrollo diferente. Un hecho histórico hito en esta coyuntura es la Guerra Civil del 48. A raíz de una desavenencia electoral en 1948, surgen dos bandos y un movimiento armado que históricamente conocemos como la Revolución del 48. Al finalizar este evento bélico podemos decir que salimos ganado todos. Se formó una Junta de Gobierno, se abolió el Ejército, un grupo de notables redactó y aprobó una nueva Constitución y se sentaron las bases para una nueva institucionalidad. Se fortalecieron los procesos democráticos y electorales. Y surgió el bipartidismo y la alternabilidad política con variaciones cosméticas de abordaje político siempre controladas por la clase dominante. Más adelante con la alianza estratégica del gobierno, el Partido Comunista y la Iglesia Católica se logran las garantías sociales como norma constitucional.

Así transcurría “apacible” el acontecer político, económico y cultural de una Costa Rica enfocada en el desarrollo de condiciones de salud, educación, trabajo, mientras en el contexto de América Latina las dictaduras se consolidaban y en algunos casos los golpes de estado dados por los ejércitos eran el pan nuestro de cada día.

En esta evolución histórica se presenta el triunfo de la Revolución Cubana, la instalación de un modelo socialista relativamente a pocos kilómetros de La Florida, no en el patio trasero como se refería los Estados Unidos a Centroamérica pero si en la piscina de la casa. Esto despierta una alarma, la amenaza del comunismo con un ejemplo palpable y se instala el bloqueo económico a Cuba que persiste hasta hoy y se desata aun más la persecución política de los grupos de izquierda. La USA implementa programas de “desarrollo” como Alianza para el Progreso y se ideologiza a la población latinoamericana a favor del capitalismo y su máximo representante los Estados Unidos. Pero, por más que se establecieran estos mecanismos de dominación y hegemonía política no fue posible extinguir los grupos de izquierda en América Latina y surge en los años 70, ahora si en el patio trasero la lucha y el triunfo de la Revolución Sandinista. Donde Costa Rica realizó toda una estrategia de hacerse de la vista gorda y dejar pasar armas, municiones, alimentos para los guerrilleros del norte. Luego tuvo la osadía de hacer la declaratoria de neutralidad para salir al paso con la opinión pública mundial. Como si en esta vida se puede ser neutral en algo, el ser humano siempre toma partido de un lado o de otro, esa es su naturaleza, se puede ser ignorante o indiferente, pero eso es otra cosa. En este devenir, San Carlos fue un punto clave por su posición geográfica. Por esta frontera “permeable”se respiraron los aires de guerra y se colaboró de las más diversas formas al derrocamiento del Dictador Somoza y su régimen.

Después cuando los sandinistas adoptan el modelo socialista y prosoviético, surge la contrarevolución y otra vez San Carlos se convierte en punto esencial para suministrar ayuda a los contrarevulicionarios acampados en las selvas del sur de Nicaragua esta vez con un tinte ideológico diferente y pretendiendo derrocar al régimen sandinista. Esta situación y los otros conflictos bélicos en América Central produjeron un flujo migratorio constante especialmente de nicaragüenses que no ha cesado hasta el día de hoy. Algunos y algunas con estatus migratorio legal y una gran mayoría ilegal.

Otro punto importante en el Cantón en esta contextualización histórica, es el advenimiento del movimiento cooperativo, para suministrar bienes y servicios a la población. Sugerencia surgida del seno de la Iglesia Católica en la figura del Padre Sancho quien propone el modelo de desarrollo cooperativo que había visto en Canadá. Bajo este influjo se formaron cooperativas como Coocique R.L de ahorro y crédito y Coopelesca de electrificación rural. Después surgieron otras que todavía subsisten y otras ya extintas.

La región de San Carlos posee características de diversidad en clima, vegetación, fauna, geografía, gastronomía, expresiones artísticas, actividades productivas y diversidad étnica. Toda esta riqueza de bellezas naturales y elementos culturales posibilita la implementación de una oferta turística que enriquece el desarrollo económico y produce una opción y una transformación de la economía basada en un modelo agropecuario. Vemos cómo La Fortuna pasa de ser un pueblito rural con un hotel viejo de madera a ser un destino turístico importante nacional e internacional, donde los finqueros y ganaderos cambian la actividad agropecuaria y se transforman en empresarios hoteleros y de servicios turísticos. Después vemos cómo la actividad turística no solo crece en el cantón, sino también se convierte en la principal actividad económica del país.

El desarrollo industrial del cantón se da de una forma paulatina y se instalan empresas importantes ligadas a la actividad agropecuaria y forestal como los aserraderos que aprovechaban la abundancia de madera en los bosques, los ingenios azucareros, los beneficios de café y después la Cooperativa Dos Pinos para la recepción y procesamiento de leche, industrias procesadoras de frutas y más adelante surgen empacadoras de frutas, verduras y tubérculos. La transformación de un cantón de una economía básicamente de pequeños y medianos productores agropecuarios a una economía ligada a la industria generada sobre todo por la producción a gran escala de leche, carne, piña, naranja, ornamentales y tubérculos se da en los últimos 40 años y diversifica la oferta productiva y laboral.

Es de suponer que en este trayecto crece considerablemente la población, se incrementa la inmigración interna y externa y se fomenta la actividad comercial y de servicios principalmente en Ciudad Quesada y luego en los centros de población por todo el territorio del cantón.

Hecho importante de recalcar es la preocupación de la población por la defensa ecológica de muchos pobladores y de organizaciones por la conservación. Esta preocupación fructificó primero con la creación de la Zona Protectora Juan Castro Blanco, luego Resera Forestal y Posteriormente después de una lucha liderada por los y las jóvenes de la Pastoral Juvenil de la Iglesia Católica en contra de la minería a cielo abierto se declara Parque Nacional con protección absoluta. Algo más reciente fue la lucha contra la explotación de oro a cielo abierto en Crucitas y su logro mediante un recurso legal para expulsar a la compañía minera.
Es de hacer notar que ha inicios de siglo surge una nueva opción política en Costa Rica, se rompe el bipartidismo y nace con más fuerza el multipartidismo. Lo cual ha implicado en los últimos gobiernos una Asamblea Legislativa fraccionada con mayor representatividad política y la necesidad de negociar acuerdos para la implementación de una legislación encaminada a un estado plural, democrático, inclusivo y moderno. Por otro lado en el caso de San Carlos hemos tenido en los últimos años un Consejo Municipal pluripartidista que demanda la negociación para llegar a acuerdos que promuevan el desarrollo del cantón y un Alcalde electo democráticamente y perpetuado en el poder por más de 20 años. Las acciones de la Municipalidad de San Carlos han estado encaminadas prioritariamente al mejoramiento de la red vial, y la creación de infraestructura comunal como canchas de deportes y salones comunales. Este énfasis en el desarrollo de la infraestructura ha proporcionado condiciones para la instalación de la agroindustria, el turismo y el comercio. Es notorio las deficiencias del modelo que no responde al desarrollo integral y el incremento del deterioro social y los índices de pobreza. Con el advenimiento de la industria agropecuaria y la absorción de mano de obra de población migrante, se producen en muchos pueblos o cabeceras de distrito cordones periféricos de barrios marginales con un alto grado de problemática social. Como el caso de Barrio el Jardín en Pital, peyorativamente llamado Barrio Chino.

Con este bosquejo histórico del cantón de San Carlos podemos ubicarlo como actor social y sujeto para la interpretación de la pandemia actual causada por la covid 19, y hacer un análisis desde la perspectiva psicosocial que nos permita una aproximación más realista de la situación.

Partimos de la premisa que los antecedentes históricos que forjaron el Cantón de San Carlos desde lo ambiental, lo económico, lo político, lo cultural, lo poblacional, son elementos determinantes de la situación actual, hay un legado indiscutible que determina en un continuo la fisonomía de la región en todos sus aspectos y lo convierten en un territorio único y particular. Anoto que muchas de las propuestas de desarrollo no contemplan este factor y son mas bien propuestas desarrollistas al calor de las campañas electorales que no respetan la conformación del influjo histórico en todos sus componentes para orientar el rumbo del cantón hacia un territorio y una población con condiciones integrales de desarrollo. No es casual que se haya adoptado el lema o slogan de “San Carlos, cantón generoso y progresista.” ¿Generoso con quién o para quién y progreso es un concepto manipulado como indicador de condiciones de riqueza, también surge la pregunta riqueza para quién y para qué?

Empezando por uno de los aspectos más importantes para aproximarnos y analizar algunas de las situaciones actuales veamos la situación ambiental, ya anotamos que en sus inicios San Carlos era una zona boscosa con gran diversidad de flora y fauna, los y las primeras habitantes necesitaban talar el bosque para producir alimentos. “Los humanos no comemos madera, no somos termitas…” me expresó hace algún tiempo un agricultor de la Península de Osa.

Totalmente de acuerdo, es un hecho indiscutible que se produce un impacto ambiental con las actividades humanas y son justificables especialmente las de subsistencia, si son cuestionables las prácticas que no responden al concepto de desarrollo sostenible y en extensiones desproporcionadas que están motivadas por la acumulación de riqueza. San Carlos fue y sigue siendo devastado por prácticas de producción agrícola y ganadera a gran escala que han producido un desequilibrio ambiental, entendiendo ambiental como la relación estrecha del ser humano con su ambiente. Para citar un ejemplo, en varias décadas, iniciando en los 50 se produce el fenómeno de hamburguerización de América Latina, con el surgimiento de los restaurantes de comida rápida en USA, se abre un mercado de carne de bobino para hacer las hamburguesas y se pone el ojo en la producción en los países del sur. Cientos y cientos de hectáreas de bosque fueron taladas en la región para dar paso a la ganadería extensiva de carne. Muchas veces las políticas crediticias hacia la producción estaban encaminadas a fomentar esta actividad. Así también se incentivo la “colonización” de terrenos baldíos por parte de población local y también de afuera. Esta práctica consistía en marcar terrenos con carriles en la montaña y apropiarse de tierras que no tenían propietario. Luego el ITCO (Instituto de Tierras y Colonización, lo que hoy es el INDER) entregaba los títulos de propiedad.

Una gran parte de la labor de tala del bosque fue realizada por Nicaragüenses contratados por los finqueros, trabajadores que aceptaban las condiciones inhóspitas y lo duro de la labor para obtener su sustento. Cualquier parecido con la situación actual es mera coincidencia. El trabajo era duro y los peligros varios: enfermedades (malaria, disentería, parasitosis, entre otras), aguas insalubres, condiciones de alojamiento y vivienda precarias, mordeduras de serpientes venenosas, entre otros. En la actualidad algunos de los riegos son clima caliente y altas temperaturas, contaminación con agroquímicos, infección de enfermedades transmitidas por vectores como el dengue, cáncer de piel por exposición excesiva al sol, mordeduras de serpientes, condiciones de alojamiento y vivienda precarias, y ahora contagio de covid 19.
En el pasado, en algunos casos estas fincas eran de propietarios de todas partes del país que no vivían aquí y eran asistidas por mandadores o cuidadores y los propietarios las visitaban esporádicamente y cuando tenían que recoger las ganancias.

En la actualidad muchas de las empresas agroindustriales son de propietarios foráneos o accionistas o inversionistas nacionales o extranjeros. Esto produce un desarraigo y la anulación del vínculo con la tierra, para unos la tierra no les pertenece solo son sujetos que proporcionan su fuerza de trabajo y para los propietarios la tierra es solo una fuente para acumular riqueza, no se establece un vínculo filial, de la tierra como madre que me da sustento, la unidad productiva es solo un medio que permite sobrevivir y para otros un medio para engordar las cuentas bancarias.

Las fincas que antes fueron dedicadas a ganadería extensiva o a otros cultivos, y algunas con cobertura del bosque en proceso de regeneración, se convirtieron en una posibilidad de responder a la demanda de los mercados nacionales e internacionales y un negocio para generar ganancias y entrada de divisas para el país. Aparece entonces una clase agroexportadora con capital internacional y nacional que aunque puedan haber algunos sancarleños o sancarleñas en el negocio, no mantienen ningún vínculo de pertenencia. La tierra en cualquier territorio o escenario, es un insumo más en el proceso de producción, y el mensaje interiorizado y asumido es: “arrasemos toda la cobertura vegetal, rompamos y preparemos el suelo con maquinaria pesada, hagamos drenajes, preparemos terreno y sembremos los cultivos de piña, naranja, tubérculos, y otros. Atraigamos a los y las nicaragüenses legal o ilegalmente como mano de obra barata para que emprendan las labores que la gran mayoría de los ticos no están dispuestos a realizar por su dureza como preparar los suelos, sembrar, cosechar, empacar, y transportar, aumentemos las exportaciones, obtengamos el máximo de ganancias y reduzcamos al mínimo los costos.”

Este modelo depredador no solo de la naturaleza, sino también del ser humano que solo ve en el proceso productivo el signo de euros, dólares e irónicamente pronto yuanes, es el promotor del deterioro ambiental, de la desigualdad social y económica, del deterioro político y democrático. En este orden de cosas, solo basta un detonante como la pandemia causada por la enfermedad covid 19 para destapar las falencias, desigualdades e iniquidades de un sistema corrupto y perverso. Corrupto porque implica la complacencia y permisividad de un sistema político y complicidad de sus representantes en todos los niveles y perverso porque implica realidades de muerte como el deterioro de los suelos, la extinción de la flora y la fauna, la contaminación del suelo, aire y agua. Y en el campo social el aumento de la pobreza, el hambre, la ignorancia, la enfermedad y la muerte. ¿Cuál es y dónde está la responsabilidad social empresarial? Las empresas solo contratan a ese contingente humano. ¿Dónde y con quién viven, tienen las condiciones de alojamiento, salubridad y cuentan con las necesidades de alimentación, alojamiento, salud, educación, descanso y recreación, necesarias para el bienestar de todo ser humano? no son preguntas ni inquietudes ni prioridad de los empleadores. Una gran mayoría vive en “cuarterías” o barracas en las periferias de las empresas o plantaciones y en condiciones infrahumanas, y de hacinamiento. ¡Que lejos estamos de los tiempos en que las Haciendas proporcionaban a los trabajadores y las trabajadoras al menos una vivienda doméstica modesta, escuela, y hasta un templo para que se congregara a celebrar su fe!

El detonante de la pandemia es el mondador que peló la cebolla política, económica y social capa por capa y reveló un corazón putrefacto escondido y maquillado con una realidad de progreso ficticio que no corresponde a la idílica “Costa Rica mi patria querida, vergel bello de aromas y flores…”, ni al “San Carlos Cantón generoso y progresista.”

El reciente aumento de los casos de covid 19 en el Cantón y especialmente de los casos en plantas empacadoras de tubérculos en el pueblo de Los Ángeles, en el distrito de La Fortuna y su posterior declaratoria de alerta naranja y la implementación de las medidas restrictivas ha mostrado y destapado una realidad, vulnerabilidad y fragilidad camuflada por la niebla de la indiferencia y cubierta con la bandera del progreso, con el acicate del modelo capitalista y la consigna de la libre empresa, la atracción de capital e inversiones en la región.

La mayoría de estos casos son de ciudadanos y ciudadanas (La Oficina Regional del INAMU señaló que la mayoría son mujeres) nicaragüenses que trabajan como “colaboradores” como los llaman los empleadores, que trabajan en las plantas. Esto ha aumentado la reacción xenofóbica de gran parte de los y las habitantes y de los y las representantes políticos que van desde los miembros de Asociaciones de Desarrollo Integral hasta las autoridades de la Municipalidad de San Carlos. Recuerdo que el 06 de marzo del 2020 se reportaron los dos primeros casos de covid 19 en el país, una pareja de turistas estadunidenses, que estuvieron según reportan en La Fortuna, fueron diagnosticados con covid 19, aislados en un Hotel Capitalino, y como debe ser, atendidos por el personal de salud hasta su recuperación, dada de alta y posterior regresos a su país de origen. No se conoció ninguna manifestación xenófoba, los vecinos o empleados del Hotel no manifestaron preocupación por un eventual contagio y dichosamente se les atendió de forma humanitaria, correcta y profesional como seres humanos. Parece entonces que la amenaza de la pandemia y la posibilidad de contagio en el imaginario social adquiere características diferentes según la nacionalidad y el tono de la piel y las medidas de prevención y asistencia deben ser diferentes. Esto aquí y en cualquier lugar del mundo se llama discriminación y racismo.

Algunos y algunas autoridades locales se han “rasgado las vestiduras” aduciendo sus dones proféticos y sus advertencias y peticiones de ayuda al gobierno central, culpabilizando a este del incremento de contagios en la región. No quiero decir con esto que el manejo de la pandemia por parte de las autoridades de Gobierno ha sido todo perfecto y “santamente” ejecutado. Ha habido omisiones y falta de previsibilidad en el manejo de los riegos. ¿A quién no le pasa cuando emprende una tarea nueva, sobre todo como esta inesperada, sin antecedentes e inédita? Ya tendremos tiempo de hacer análisis. Buscar culpables es una constante en la conducta humana. Solo echemos un vistazo al relato de la creación judeocristiana, Adán ante la presencia de Dios justifica su conducta y culpa la influencia de
Eva y Eva ante la confrontación culpa a la serpiente, y asunto resuelto. La serpiente se convierte en animal maléfico, representante del mal y asume simbólicamente la culpabilidad de la debilidad humana. Pues bien, seguimos reproduciendo el relato bíblico, buscando culpables y señalándolos en ocasiones con réditos políticos y electorales. Además en una situación de pandemia y emergencia nacional de qué nos sirve identificar culpables, cuando la casa se quema hay qué ver como se apaga, después se estudiaran las causas del incendio.
Se aduce que el Gobierno Central no prestó atención a las peticiones de las autoridades municipales. Pregunto cuál propuesta política, sistemática, fundamentada y realista de algún partido en los últimos 25 ha expuesto la situación de las Empresas Productivas de la Región y su relación y situación con los migrantes. Esto como propuesta de gobierno para llevar representantes al Concejo Municipal o para elegir al alcalde. Esta omisión tiene una influencia determinante en la situación actual, el bote venía haciendo aguas y en este río revuelto de la pandemia se hundió.

El Señor Alcalde tiene más de 20 años perpetuado en el poder, un lapso de tiempo lo suficientemente amplio para que hubiera trabajado el tema de migrantes en el Cantón. Le aclaro que no es que a los nicaragüenses les guste culturalmente vivir hacinados, estrujados en un mismo recinto para comer y compartiendo sus vasos, platos y cucharas. Es porque las condiciones salariales no dan para más, o es qué también los migrantes latinos, entre esos los ticos y ticas que se van USA persiguiendo el sueño americano les gusta vivir estrechos y compartiendo los enseres uno con otros. No, es porque está privación les permite ahorrar más y mandar algún dinero para que sus familiares, hijos e hijas, madres y padres, hermanos, abuelos y abuelas puedan tener qué comer y cubrir sus necesidades básicas. Porqué creen que cada Semana Santa hay un éxodo masivo de nicaragüenses hacia Nicaragua, porque es la única época del año que tienen la posibilidad de dejar su trabajo y visitar a sus familiares para abrazarlos y ver cómo están, y de paso degustar la cuajada, el vigorón o el nacatamal que tanto les hace falta. No van de vacaciones. Nadie deja su tierra como dice el dicho “por puro gusto.”

Después regresan y continúan un círculo del cual algunos y algunas sacan mucho provecho.
Es de atención también la actitud de algunos y algunas pobladores y organizaciones del cantón, asumiendo según dicen su derecho a la defensa de la salud, al bienestar económico y su autonomía territorial, de decidir lo que le conviene o no a la comunidad y impidiendo a la CNE (Comisión Nacional de Emergencias) la posibilidad de establecer albergues. Esta premisa sería muy buena si las organizaciones y los pobladores comunales esgrimieran estos derechos para decidir sobre proyectos de desarrollo y la instalación de actividades productivas por ejemplo con estudios de impacto ambiental y social que garantizarán la correcta implementación y fiscalización de los mismos. Sería un ejercicio de la capacidad de las sociedad civil que impactaría los procesos democráticos y de toma de decisiones. Pero oponerse a la instalación de un albergue en estado de emergencia más parece una injerencia en la autonomía estatal y su deber de actuar para proteger a la población. En situación de emergencia toda la infraestructura del Estado está disponible para la atención de la misma.

Por supuesto no es lo mismo ubicar en albergues a población afectada por fenómenos naturales, que ubicar a población afectada por la enfermedad covid 19, se requieren condiciones especiales para esto. Pero que bueno sería demostrando nuestra capacidad de resolver, ayudar a la CNE a encontrar en nuestra comunidad un lugar apropiado para instalar un albergue para enfermos de covid19, por supuesto tomando todas las medidas sanitarias de prevención. Les pregunto qué es mejor contar con un lugar donde los y las enfermos de covid 19 puedan ser aislados y atendidos o tenerlos en nuestra comunidad con un riesgo de contagio alto. También pregunto si eventualmente se presentara un foco de contagio en las familias
de la comunidad, haríamos manifestaciones para impedirles y negarles el derecho a pasar la convalecencia en sus casas. La evidencia histórica nos muestra que los y las Sancarleños ante las adversidades nos hemos organizado y ayudado mutuamente, que los y las nicaragüenses han compartido con nosotros sus logros y sus desdichas y también hemos compartido la mesa y el pan. Tenemos como símbolo de la unión de todo un pueblo la construcción durante 25 años y con el aporte de las y los sancarleños del Templo que hoy es la Catedral, independientemente de la filiación religiosa, la Catedral es un símbolo de la capacidad y disponibilidad de un pueblo para la unión y la reconciliación histórica.

Los procesos de los pueblos son primeramente psicológicos, es el sentir primero desde mi cuerpo y desde mi mente, luego son sociales cuando comparto lo que pienso y lo que creo, lo que me lleva a actuar individualmente o comunitariamente y este actuar determina, impacta a la naturaleza y a la sociedad. El esbozo del desarrollo histórico de San Carlos nos muestra cómo este proceso de más de 170 años ha estado marcado por el actuar comunitario para crear condiciones de vida y de convivencia pacífica. Los y las Nicaragüenses siempre han estado presentes en este proceso, han dado y están dando su aporte. La migración no es una amenaza, la migración es una riqueza. No podemos encerrarnos en una cápsula aséptica, en una burbuja social excluyente, discriminatoria y racista. Hay una reciprocidad en la necesidad, los y las nicaragüenses nos necesitan y nosotros los y las necesitamos.

Podemos entonces inferir que la crisis de la covid 19 en el país y en San Carlos, así como la forma en que ha sido abordada en los diferentes niveles, está mediada por un proceso histórico. El virus cov-sar 2 es nuevo, no así las vulnerabilidades ambientales, políticas, sociales, económicas y culturales. Tampoco podemos olvidar que las fortalezas también son un producto histórico-social.

El deterioro ambiental quizás sea uno de los elementos más relevantes: la destrucción de la cobertura boscosa, la erosión y contaminación de los suelos, la contaminación y disminución de las fuentes de agua, incluso las de consumo humano. Vemos la reciente denuncia de comunidades como Pital donde el agua para consumo humano se reportó contaminada. Esto aunado al fenómeno del cambio climático y la variabilidad en los patrones de lluvia y sequía.

La precipitación pluvial en San Carlos actual es considerablemente menor comparada con los “temporales” de 15 días seguidos de lluvia en los años 60. Los eventos de inundaciones y deslizamientos se presentan cada vez más. Las lluvias frecuentes y los cambios de temperatura favorecen la proliferación de vectores y la infestación por virus y bacterias, para los humanos y para los cultivos, de ahí que se tenga que utilizar grandes cantidades de agroquímicos para el control de plagas con su consecuente contaminación para los trabajadores y trabajadoras y la contaminación por acumulación en los suelos y las aguas, algunas utilizadas para consumo humano y animal. La contaminación incluso pasa a los productos, de ahí que en el mercado los países que consumen los productos establezcan parámetros y controles de permisibilidad de contenido de agroquímicos que adquieren sus pobladores. Este desequilibrio ambiental que determina condiciones vulnerables y niega el derecho a vivir en un ambiente sano, propicia el surgimiento de enfermedades, a veces con características pandémicas como el dengue, el sika y chikungunya y se podría incluso especular si la incidencia de otras patologías, incluyendo algunos tipos de cáncer están asociados a estos factores.

A estas condiciones también hay que sumar el tratamiento de desechos producidos por la expansión urbana y por las agroindustrias. Algunas veces bien tratados y en ocasiones vertidos en la red pluvial. Cabe recalcar que la Municipalidad de San Carlos cuenta con un sistema de recolección y tratamiento de desechos sólidos y un programa de reciclaje, el cual debe ser ampliado y fortalecido con mayor educación. Aún si se cuenta con el estamento legal para controlar la contaminación de desechos líquidos, como las aguas residuales todavía tenemos una gran parte de la población que vierte sus desechos en riachuelos, quebradas y ríos. Esto también es fuente de contaminación y riesgo en la transmisión de enfermedades.

Un aspecto que casi nunca es considerado es la salud mental, un ambiente sano propicia una buena salud mental un ambiente contaminado produce un efecto psicológico depresivo, ansioso, estresante con su consecuente malestar y deterioro del estado físico, recordemos que somos seres integrales y que lo mental o psicológico está estrechamente ligado a lo físico o biológico.

En este apartado del ambiente, expongo que San Carlos cuenta con excelentes fuentes de agua especialmente en las zonas montañosas, afortunadamente una lucha de años y la oposición de una gran parte de la población para evitar las explotaciones mineras en lo que hoy es el Parque Nacional del Agua Juan Castro Blanco, “La Montaña Sagrada,” preservó uno de los recursos vitales más importantes para la sobrevivencia humana. Cabe mencionar que este logro fue una lucha de una gran mayoría del pueblo, pero también para ser fiel a la historia, no apoyada y muchas veces criticada y adversada por los grupos de poder económico y político del cantón, afortunadamente con el pasar del tiempo esos grupos han reconocido lo pertinente de esta lucha y este logro y han cambiado su posición, convirtiéndose en precursores de la conservación y defensa del agua, los cuales han emprendido acciones para la defensa y conservación del Parque Nacional del Agua. En ese sentido aludiendo a la experiencia religiosa se ha producido una “conversión.” Hay fuentes de agua no solo en la Montaña Sagrada, en muchas otras tierras altas se encuentran buenas fuentes de agua que han sido utilizadas para el consumo animal, humano e industrial. Diferentes instituciones y organizaciones han ejecutado proyectos para tener agua potable en los pueblos del cantón. Este es un factor enorme de fortaleza para la gestión de la salud y para hacer frente ahora a la pandemia.

Pasemos ahora al acontecer político, San Carlos como todos los cantones del país tiene una herencia política importante, la primera Municipalidad se instala en el año 1912 con 8 miembros y un Jefe Político. Esta estructura política local inicia así un proceso de gestión local del desarrollo en coordinación con el Gobierno Central. Después surge la figura del Ejecutivo Municipal nombrado no por elección popular, sino por el mismo Concejo Municipal y que era afín al Gobierno de turno. Con el surgimiento del bipartidismo los regidores y regidoras municipales eran electos en las mismas elecciones presidenciales cada cuatro años y defendían los ideales políticos de su filiación. Dándose una alternabilidad en el ejercicio del poder que casi siempre correspondía que cuando el Partido Liberación Nacional era el Gobierno de Turno, el Concejo Municipal era mayoría del mismo partido y también el Diputado por San Carlos tenía la misma filiación política y cuando el Partido Calderonista que después pasó a llamarse Unidad Social Cristiana era el Gobierno de turno, acontecía lo mismo. Esta conformación política permitía que los planes o intenciones de desarrollo que planteaba el Partido de Gobierno a nivel local, se aprobaran y se impulsaran sin mayor obstáculo u oposición política. Con la ruptura del bipartidismo y el surgimiento a inicios del Siglo 21 del Partido Acción Ciudadana como opción política y electoral, el Concejo Municipal se compone de varios partidos y con el pasar del tiempo pluripartista. Esto hace que la dinámica política de la Municipalidad cambie y se tengan que buscar puntos de consenso y acuerdo mediante la negociación. Anterior a esto la figura de Ejecutivo Municipal, se cambia a la de Alcalde elegido de forma popular. Es aquí donde surge la figura del actual Alcalde, el cual ha ocupado el puesto por más de 20 años, bajo el alero del Partido Liberación Nacional. Que ante
este río revuelto en la mayor parte de su gestión de Concejos Multipartidistas ha aprovechado muy bien el tiempo y el espacio para ejecutar su modelo desarrollista. Este modelo ha beneficiado al cantón en varios aspectos y lo ha desfavorecido en otros. La Municipalidad ha sido una proveedora de servicios como agua potable (no en todos los distritos en una gran parte lo hacen las ASADAS), recolección y tratamiento de desechos. Ha fortalecido y mejorado la red vial del Cantón, muy importante para el bienestar de la población e indispensable para la instalación de actividades productivas, la mayor oferta de empleo y la generación de riqueza. La Municipalidad de San Carlos se ha convertido en una Municipalidad robusta, certificada por su gestión administrativa en el primer lugar en el país, esto bajo el liderazgo del Alcalde. También hay que acotar que esta Municipalidad cuenta con un Departamento de Desarrollo Social el cual se inició como Oficina de la Mujer y ha venido trabajando con diferentes poblaciones la temática de la violencia y el empoderamiento de la persona para que genere cambios en su entorno. También se han invertido algunos recursos en la promoción de actividades artísticas y culturales. En ocasiones con inversión de fondos en actividades masivas como conciertos y festivales que responden más a una promoción de imagen popular que trasluce intenciones políticas y electorales que a una política cultural necesaria.

Este modelo de desarrollo a primera vista parece muy exitoso, pero si vamos a un análisis más profundo nos damos cuenta que no corresponde a un modelo de desarrollo integral que genere calidad de vida para la mayoría de la población. Este concepto es fundamental para el ser humano, un desarrollo sin calidad de vida para el sujeto y los y las de su entorno es un pseudodesarrollo. El fenómeno de pauperización en el cantón, se evidencia en los cordones de población en condición de pobreza en las diferentes localidades del cantón, este conglomerado en las periferias de los pueblos, es un fenómeno surgido en los últimos 25 años. En la historia del cantón solo se evidenciaba en Ciudad Quesada en el Barrio de La Cruz, peyorativamente llamado Bajo del Soncho. Hoy en la mayoría de centros de población han surgido conglomerados poblacionales precarios con mayoritariamente población migrante nicaragüense, algunos y algunas trabajadores de la agroindustria circundante. El descuido de los aspectos sociales se palpa también en el aumento de problemáticas ligadas a la salud como el consumo de sustancias adictivas (alcohol, tabaco, marihuana, cocaína, crack, drogas sintéticas, entre otras), enfermedades de transmisión sexual, violencia intrafamiliar, embarazos prematuros, suicidios, enfermedades mentales, delitos sexuales. También hay un incremento en realidades como: inseguridad ciudadana, delincuencia, tráfico de drogas, desempleo y subempleo, acceso a vivienda digna, oportunidades de educación asequibles para la mayoría, acceso al deporte y ala sana recreación. Estas situaciones afectan a la población en general, pero hay sectores de población vulnerables como los niños y las niñas, los y las jóvenes, las mujeres y los adultos mayores. Particularmente apunto la situación de los y las jóvenes, carecen de oportunidades formativas y recreativas que les posibilite su desarrollo en forma integral, la mayoría esta inmerso en el sistema educativo, pero la educación está encaminada hacia la producción, no es formación para la vida y los índices de expulsión escolar son muy altos. No se cuenta con alternativas formativas en herramientas para la vida, el arte, la cultura, el deporte y la sana recreación. No hay tampoco participación de los y las jóvenes en la toma de decisiones y en la participación política, es un modelo adulto centrista, donde ellos no son incluidos. Menciono dos iniciativas, una la del Centro Cívico por la Paz en Aguas Zarcas, con una oferta desde lo cultural, artístico y tecnológico, regida por el Ministerio de Justicia y Paz en el área programática y con el apoyo de la Municipalidad de San Carlos en la parte de operatividad y mantenimiento de las instalaciones. Otra iniciativa es la realizada por la Asociación Pro ASO JOVEN que desde hace más de 25 años, impulsa un plan de trabajo en la formación, capacitación y crecimiento personal con preadolescentes, adolescentes
y jóvenes, coordinado con las escuelas y colegios de la Zona. Acción que ha sido financiada con la generación de fondos propios muy escasos. El Gobierno Local, ni las cooperativas, ni la empresa privada del cantón ha querido contribuir con este esfuerzo. En este modelo desarrollista solo se invierte dinero en los que a corto plazo registre ganancias tangibles o réditos políticos o electorales. Para tal efecto aclaro que la Municipalidad no tiene que ser siempre la entidad que ejecute acciones en beneficio de la población. Se pueden establecer alianzas y proporcionar colaboración económica, técnica o logística a iniciativas de organizaciones, empresas o personas físicas o jurídicas que trabajen en proyectos con la población vulnerable. No hacerlo es miopía política que ya pasa la factura, en esta crisis pandémica se ha revelado más y asumiéndome como profeta, se agudizará.

Otra población vulnerable, a la que no se le ha dado la atención necesaria ha sido la población migrante mayoritariamente de nicaragüenses, una población según apunto el Señor Alcalde en entrevista reciente a un medio de televisión, con un ingente de trabajadores y trabajadoras en la agroindustria de ocho mil personas aproximadamente. A esto hay que sumarle miembros de la familia (esposas, niños y niñas, jóvenes) que también han emigrado y conviven en nuestro territorio. La población donde se han suscitado la mayor cantidad de contagios de covid19 en el Cantón. Esta población utiliza los servicios de educación y salud con que cuenta nuestra región, lo cual provoca en opinión de algunos y algunas pobladores locales “la saturación de los servicios.” Preguntémonos entonces si estos trabajadores y trabajadoras fueran contratados legalmente, adquirían los mis derechos laborales que los ticos y ticas, serían contribuyentes de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), pagarían los mismos impuestos, entonces porqué no van a tener el mismo derecho a la educación y la salud. Sería un ingreso importante para instituciones como la CCSS y las arcas del Estado. Los y las migrantes entonces serían un sector importante en la generación del desarrollo. Aunado a esto si las empresas aplicaran el concepto de responsabilidad social empresarial, y se preocuparían y responsabilizarían del bienestar de sus “colaboradores” como los llaman, no existirían condiciones paupérrimas de alojamiento y hacinamiento en sus viviendas, y no tendrían que compartir “culturalmente” el plato, el vaso y la cuchara. No hagamos conjeturas y análisis ingenuos, que rayan más en lo ofensivo y en lo xenofóbico que en un aproximación a la realidad. La vulnerabilidad de contagio no está en los y las nicaragüenses, ni siquiera en lo que hemos llamado una “frontera permeable”. La vulnerabilidad está en las condiciones desfavorables a que han estado expuestos estos trabajadores y trabajadoras, en la irresponsabilidad y falta de acción de las entidades gubernamentales locales y nacionales. Una situación que ha sido por mas de 25 años un secreto a voces con la complicidad y la indiferencia de muchos y muchas. Entonces no busquemos culpables cuando yo como habitante, funcionario o funcionaria o representante gubernamental o empresario de esta región no he dicho “esta boca es mía” para denunciar y emprendido acciones para resolver esta situación. El silencio y la inacción hacen cómplices. Ni mucho menos debería con un miedo irracional oponerme a que se les brinde albergue y cuidados médicos a los y las enfermos del covid 19. Con una justificante desde la salvaguarda de la salud y la economía. Es increíble las escenas recientes en la noche en uno de nuestros poblados del cantón, de un camión con nicaragüenses infestados con covid 19 y un grupo de gente, irrespetando las medidas sanitarias de protección, gritándoles “fuera, fuera, jalen, jalen.” Más parece un cuadro medieval que una escena del mundo “civilizado” del siglo 21. ¿En cuál de los enunciados del lema “San Carlos generoso y progresista…” ubicamos estas acciones? La pandemia pasará, pero las heridas psicológicas remanentes persistirán por mucho tiempo y con consecuencias inimaginables. Esta no es la herencia ni el legado histórico que nos representa. Vemos entonces, como el surgimiento de una amenaza, a la salud, a la economía, el bienestar y el confort que hemos tenido adquiere características únicas y particulares que debemos tomar en cuenta para disipar la nebulosa y no dejarnos influenciar por interpretaciones y discursos que no contemplan el contexto histórico-social de nuestro querido cantón.

Socialmente para nadie es un secreto la desigualdad y brecha económica que se presenta en San Carlos, la distribución de la riqueza y la iniquidad en las posibilidades de desarrollo son profundas. Una clase alta, minoritaria, propietaria de los medios de producción. Una clase media, profesionales, pequeños y medianos productores, comerciantes que en un momento fue grande ahora ha disminuido y la movilidad social tiene una tendencia hacia abajo. Una clase baja, trabajadores y trabajadores en diferentes ramas y especialmente en la agroindustria (muchos y muchas migrantes) que en un tiempo fue relativamente poca, ha aumentado considerablemente. La concentración del poder económico y político de la clase dominante o sus representantes y defensores de sus intereses.

Así las cosas el cantón muestra una imagen distorsionada como un cantón poderoso, con mucha riqueza, progresista y de un elevado estándar de desarrollo. Esta imagen se vende a nivel nacional e internacional. No se contempla en las propuestas políticas-electorales de desarrollo de San Carlos, los aspectos histórico-sociales, analizando la realidad y convocando a la población y a los diferentes sectores en un proceso de participación donde se sientan y asuman su papel protagónico. Un proceso que los científicos sociales y políticos con conciencia crítica, podrían asesorar y guiar con resultados muy halagadores y provechosos. Donde no quedarían cabos sueltos, ni fisuras que provoquen injusticias, amenazas y deterioros. Con una propuesta así la amenaza de una pandemia sería, algo grave pero que la fortaleza del sistema podría y sabría enfrentar con éxito. El virus es biológico, la vulnerabilidad es un constructo psicosocial.

Una de las grandes preocupaciones en la situación de la crisis actual es lo económico, a tal punto de que hemos visto líderes políticos a nivel internacional, nacional, local y comunitario enarbolar la premisa de que lo más importante es la economía y descuidar o pasar a un segundo orden la gestión de la salud. Nadie niega que lo económico es importante pero esgrimir la bandera de la defensa de la economía en una situación de pandemia ante la necesidad de preservar la vida, es una posición perversa. Es reducir al ser humano a un objeto de producción y riqueza y reconocerlo como tal solo si cumple esta condición. La defensa de la vida no es únicamente defender los ecosistemas, o la vida de los no nacidos, o la infalibilidad de la familia, también es el derecho a vivir de todos y todas por encima de cualquier otro interés. Además una economía que se vea amenazada por una crisis mundial y la supuesta dificultad de recuperación, es un economía débil con muy pocas defensas para hacerle frente a las adversidades. Igual que una persona, con factores de riesgo sin atender, mal nutrida, en condiciones insalubres, con el sistema inmunológico deteriorado puede sucumbir al virus. Si la economía sucumbe ante la pandemia es la prueba más contundente que los sistemas ideológicos-económicos propuestos no son efectivos y deberíamos buscar alternativas “hechas en casa” para desarrollarnos.

El quehacer de la cultura, se manifiesta y se trasmite en lo artístico, pero no es solo eso como erróneamente quizás hemos pensado. La cultura es mi visión o percepción de mundo, la cosmogonía desde una perspectiva antropológica y cómo transformo mi entorno más inmediato. Es un actuar en sociedad, es decir comunitario. En este sentido el sustrato histórico, las condiciones actuales, el influjo de información, mis emociones, mis pensamientos y mi posición ante mi vida y la de los demás, determinan mis acciones de cambio, de transformación. Ante la epidemia podemos entonces apelar a elementos históricos en la conformación de nuestro cantón, cómo enfrentar las adversidades y los riesgos y retos con fuerza, apelar a nuestra capacidad de unión, a nuestro sentimientos de generosidad y solidaridad, a nuestra cultura hospitalaria y de paz. Y desde nuestra visión actual una mirada crítica, sin manipulación ni coacción de ningún tipo. Darnos la oportunidad de ser protagonistas de la historia y no dejar que otros u otras decidan y hablen por mí. Toda la raigambre que hemos expuesto en este análisis y que nos determina como sancarleños y sancarleñas. Para empoderarnos como hombres y mujeres en la resolución de nuestras situaciones con un espíritu inclusivo, donde nadie se queda por fuera y veamos al de más allá de las fronteras no como una amenaza, o alguien a quién explotar, sino como un ser humano que lucha y puede aportar y recibir los frutos de esta tierra en el éxodo de la vida: “que mana leche y miel.”

Con este análisis, nos hemos situado en la construcción social de San Carlos como actor social. Conformado por el conglomerado poblacional que habita en el territorio que hoy es el Cantón. Este también tiene un componente de estudio como sujeto histórico. Estos dos elementos nos sitúan ante una realidad histórico social y el cantón como producto gestado en los últimos 170 años desde que llegaron los primeros y las primeras habitantes hasta el acontecer de hoy en el contexto de la pandemia de la covid 19. Este transitar por el legado histórico y la conformación de una identidad social, política, económica, cultural y ambiental nos inspira un sentimiento de gratitud hacia los forjadores y forjadoras de este territorio. La conformación de lo que hoy somos es el resultado de un proceso que nos define y nos ubica en el contexto nacional e internacional. Si bien es cierto como en toda empresa humana hay aciertos y desaciertos, luces y sombras, éxitos y fracasos. Tenemos la ingente necesidad de reconocer y agradecer los logros, pero de ninguna forma ignorar o ser indiferentes ante los elementos históricos que has sido errores, los cuales tenemos el compromiso humano de corregir y no perpetuarlos como destino ineludible de la historia, en la cual puedo incidir y transformar. Como protagonista tengo la oportunidad de generar los elementos de cambio a nivel personal y comunitario, ser generador de cultura y emprender acciones creativas y proactivas (una palabra que se usa mucho ahora) para reparar y repararme psicosocialmente.

En la crisis actual de salud, social, económica, política, primero debo informarme, acceder las fuentes de información confiables, sin sesgos de ningún tipo, escudriñar esa información pasándola desde lo hondo de mi ser humano, sancarleño o sancarleña para optar por una posición, recordemos que la neutralidad es un mito, la indiferencia y la inacción, eludir la responsabilidad y dejar que otros y otras hablen y actúen por mí una anulación como ser humano. No dejarme condicionar por la manipulación mediática o los discursos altisonantes que promueven el chovinismo como el non plus ultra del ser sancarleño. Asumir una responsabilidad y compromiso histórico en esta crisis y sobre todo formarme lo que Paulo Freire refiere como conciencia crítica. Que me permita tener voz y voto, ser sujeto histórico y político (no politiquero), tener la suficiente madurez humana para elegir a los y las que quiero que me representes en todos los niveles y esferas de la organización social y política.
La situación actual nos ha hecho actuar con miedo, con urgencia, influenciados, sin pensarlo mucho o incluso adhiriéndonos a posiciones extremistas con el fin de salvaguardar nuestra integridad física y mental. Tomando posiciones o decisiones que lesionan y traicionan lo más profundo del ser sancarleños y sancarleñas y también avasallando a otros seres humanos.

Aplicamos la consigna de manejo de las crisis de: “no tomar decisiones o posiciones importantes en situación severa de crisis.” En este interín parece que ya hemos tenido tiempo de pensar y rectificado algunas cosas. Los medios de comunicación han anunciado la negociación del Gobierno Local y Dirigentes Comunales con las autoridades de Gobierno y conciliado sus posiciones para emprender la urgente necesidad de instalar albergues para enfermos y enfermas de covid 19 en nuestras comunidades. Una muestra de sensatez y de unión de esfuerzos ante la pandemia, la priorización de la preservación de la vida humana.

Aún falta trabajo, no solo de atender exitosamente los albergues, sino también de revertir el imaginario social y la conciencia colectiva para forjar una sociedad más inclusiva y pluralista. Se produjeron y se producirán heridas, se nos plantea un reto para sanarlas. A quedado al descubierto una realidad conocida pero ignorada la covid 19 mostró una pandemia de hace más de 25 años. Cuanta enfermedad, sufrimiento y muerte habrá causado, no es cuantificable. Surge entonces la pregunta: ¿cuál será la posición de ahora en adelante de la población de San Carlos, de las autoridades de Gobierno Local, de los y las representantes comunales, de los empresarios y empresarias, del Gobierno Central e incluso de los y las migrantes nicaragüenses porque ellos y ellas también son sujetos histórico-sociales?

Concluyo apelando a la esperanza, no como lo último que se pierde, más bien como lo primero que se enarbola para hacer crecer los ideales, alimentados con el aliciente histórico-social del ser sancarleños y sancarleñas en este cantón como actor social en el concierto del acontecer nacional e internacional. Entonces poder cantar con nuestro himno a San Carlos, como nos enseño Don P. Porras: “San Carlos mi linda tierra donde vive mi querer…”

(*) Lic. Frank Araya Gamboa, Psicólogo UCR

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7 COMENTARIOS

  1. Exelente articulo. En nuetras comunidades sancarleñas todos estamos muy contentos con el servivio que nos presta la mano de obra nicaraguense. Pero todo cambia si estan. contagiados con cov – 19 .Entonces los queremos bien lejos de nuestras comunidades. Cuanta hipocresia. Cuanta ignoramcia. Y que falta de verdadero cristianismo .

  2. Felicito de todo corazón al autor del artículo. Es extraordinario. Toda persona que ame un poquito el país y desee aprender debería de leerlo. Muchas personas solo escuchan lo que otros dicen y opinan sin conocer a profundidad. Felicitaciones.

  3. Magistral, esa es la cara de la otra moneda, cuando una opinión es presentada con profundo conocimiento, y no la que es generada y extendida por prejuicios, dogmas, fobias,fanatismo y marillismo prepotente e ignorante. El microscópico virus llegó a San Carlos a quitar el velo a la VERDADERA PAMDEMIA QUE DESDE SIEPRE SE HA OCULTADO BAJO EL MANTO DEL FALSO CRISTIANO… LA HIPOCRESÍA Y LA FALSA MORAL.

    • Falso cristianismo??? Ud leyó TODO el artículo? En clases de español me enseñaron algo que se llama «comprensión general de lectura». Es cuando uno extrae el mensaje GENERAL de un texto y hace un esfuerzo por captar lo que el autor quiso decir.
      Creo que usted solo proyectó su cristofobia, osea no aprendió nada del artículo. Porque en el artículo, él también habló de que el Padre Sancho fue quien propuso las cooperativas (creeeeo que el sacerdote era cristiano) que ya yo progreso ha traído a este cantón. También escribió que juntos costarricenses y nicaragüenses construyeron la Catedral (creeeeo que eran creyentes cristianos). Creeeeo que el mensaje general era «participamos TOOODOS(incluidos cristianos) en el abordaje de la pandemia».

  4. Frank gracias por la contextualización de la pandemia y el respeto a los distintos actores y protagonistas sociales que tenemos responsabilidad de participar cada uno desde su trinchera en el abordaje de esta emergencia nacional.

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