jueves 25, abril 2024
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El futuro poco optimista

Sin necesidad de una bola de cristal, ni del turbante de Soraya de Persia o las pulseras de Madame Gandara, es fácil predecir con un alto porcentaje de certidumbre, que cada vez estaremos más expuestos a todo tipo de males, sean físicos: como las enfermedades de transmisión, o hambrunas, o desastres naturales, guerras, muertes por violencia en carretera, muertes por asesinatos: sicariatos, violencia doméstica y un largo etcétera.
Todos queremos estar vivos, ninguna duda al respecto, nadie quiere dejar de vivir. Difícilmente aceptaríamos una regulación de la natalidad obligatoria, por otro lado algunas religiones han casi obligado a sus fieles a no dejar de reproducirse, recomendando “el coitus interruptus” o “el ritmo”.
En primer lugar, si hemos de hablar de algo proscrito por la Iglesia Católica es el “pecado de Onán”, que no es la masturbación sino la interrupción del coito para evitar el embarazo. (¿Entonces?), pero se recomienda como método anticonceptivo, que de paso es muy poco fiable.
En el mismo ritmo recomendado por ella, se oculta el deseo de no querer progenie, ¿Entonces?. Uno de los principales problemas de las grandes religiones organizadas, es que con una cosa que uno no acepte, se ve como un no aceptar nada: un pecado o anatema.
Las campañas para una reproducción responsable, dejaron de tener espacio, por muchas razones, no obstante la reproducción humana es exponencial y eso la convierte en un peligro cada año mayor.
Durante el curso de esta pandemia, hemos visto un enfrentamiento entre los que defienden la vida y los que defienden la bolsa, un verdadero combate. Algo similar ha sucedido con el uso de combustibles fósiles, que existiendo otras alternativas como en hidrógeno, tan abundante en la tierra, han sido perseguidos encarnizadamente por los grandes trust productores de ellos.
El agua, tan abundante en el planeta: H2O, se descompone en Hidrógeno y Oxígeno, con lo cual puede crearse fácilmente motores a base de hidrógeno extraído del aire y por otro lado las emisiones de Oxígeno son benignas. ¿Entonces donde están sentados los líderes mundiales?
Hace cincuenta años, uno consignaba en una historia clínica: “paciente femenina senil de 60 años”, hoy decir eso sería un insulto, muchísimas mujeres de esa edad están en su mejor momento, con o sin ayuda de la cirugía cosmética. Dejamos de utilizar el papel como envoltorio y nos pasamos al plástico de un solo golpe: hemos llenado los océanos y sus habitantes de plásticos tóxicos. La lista es larga, ciudades mal planeadas con un hacinamiento terrible, llenando el ambiente de edificios altos con ascensores contaminantes y promiscuos. Sistema de transporte altamente contaminante, cuando tuvimos un excelente trencito que por cierto no se debía, pero un político lo desmanteló. Ahora doña Claudia quiere un tren nuevo, pero desde luego no es el momento para esos gastos: “la Magdalena no está para tafetanes”, no es que no sea una necesidad, es que no es el momento, existen demasiadas prioridades que no podemos obviar. Carlos Alvarado debe entender que su administración es irredimible.
La creación en los últimos cincuenta años de verdaderos anillos de miseria, donde se instalan los habitantes de zonas rurales ignoradas, los nicaragüenses que han sido los que efectúan el trabajo de campo, porque el costarricense no lo quiere hacer, ahora queremos echarlos porque “traen enfermedades”.
No soy apocalíptico, nunca lo fui porque es un libro realmente incomprensible que deja muy mal parada la idea de Dios, convirtiéndolo en un enemigo vengativo y caprichoso. Los biógrafos de Martin Lutero aceptan que este ex religioso católico quiso sacarlo de “su canon”, porque le causaba mucho miedo. En realidad es un excelente manual del miedo, todos íbamos a ser castigados, severamente, por un Dios irascible y vengativo.
El hecho es que ya estamos los siete mil quinientos millones de humanos, andamos merodeando por el planeta. Las ideas de reforma dan lugar al bla bla de los iluminati, de las teorías conspirativas, al fin dejaron en paz a los masones. Solamente un esfuerzo humano comunitario, sería capaz de evitar este fin de la civilización que se vendrá tarde o temprano. El problema no es que la civilización se termine, no porque en algún momento los planetas se agotan y eso lo muestra Marte, pero de todas maneras se trata no de que se termine o no, se trata de mejorar las condiciones de vida de todos, en la media de lo posible.
(*) Dr. Rogelio Arce Barrantes es Médico

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4 COMENTARIOS

  1. Que curioso…don Rogelio critica al libro de Apocalipsis (cosa que hace a pesar de reconocer que no lo entiende) y termina reprochando a Dios ….pero a pesar de todo lo que alli esta escrito se esta volviendo realidad….no es sensato emitir juicios de lo que no entiende, para los que estudian la espiritualidad y abren su corazon es factible entender que es lo que ocurre, pero no es algo que los intelectuales materialistas puedan entender. Eso es solo agregar mas confusion a la desinformacion de estos dias.

  2. Mira pseudonimico déjame decirte que la biblia es un libro compuesto de muchos libros, no obstante faltaron muchos de agregar x san Jerónimo, aún peor Martin Lutero le quitó seis. Él no entender es que es un libro donde se mezclan verdades con no verdades, es una alegoría para explicar a la gente de dos mil años hacia atrás, lo que la clase dirigente religiosa quería. Las religiones han hecho mucho más daño que bien. El Apocalipsis es un menjunje de imaginaciones de Juan de Patmos. Cada época ha aplicado lo que le conviene. La religión es un negocio que manipula a punta de miedo.
    No quiero polémica porque se logra ver a millas que usted es un fundamentalista.

    • Su argumento de que las religiones han hecho mas mal que bien es un argumento a medias. Igual es posible decir que «el socialismo ha hecho mas mal que bien», » el neolibetalismo ha hecho mas mal que bien». etc. Este sencillo razonamiento es suficiente para darse cuenta que usted es a su maneta un fundamentalista de las convicciones que profesa, como bien lo muestra su replica cargada de veneno. De tipos como usted no se puede esperar tampoco nada bueno

  3. La intransigencia y el insulto gratuito de algunos, que se ocultan detrás de pseudónimos, contra el doctor Rogelio Arce me resultan repulsivas. Ante la ausencia de argumentos sólo les quedan el insulto y las actitudes taimadas.

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